Venga, no me maten 😂 en mi defensa os diré que he tenido días de locos.
¡A leer hechizad@s!

Son contadas las ocasiones en las que mi cuerpo por sí mismo se toma las libertades de dormir hasta tarde y esta vez era una de ellas.
Supe que eran más de las 4:30 am antes de siquiera abrir los ojos porque la fina membrana de que los recubría me dejaba ver la luminaria del naciente sol a través de ella y sonreí.
Mi último recuerdo de anoche fue el de estar abrazada fuertemente al torso de Sean y luego de allí nada hasta ahora.
Tengo muchas preguntas y lagunas acerca de él, pero no me animo a indagar porque si algo se es que si no me lo ha dicho es por algo y no vale la pena forzar las cosas.
La manera en la que me abrazó anoche fue suficiente para saber que se sentía solo. Muchas veces también he abrazado y me he dejado abrazar en aquellas circunstancias. Y ahora teniéndolo aquí acostado sobre mi pecho mientras acaricio sus cabellos distraídamente me hacen sentir pese a todo, plena.
Sean es como un niño pequeño en ocasiones y según lo que si me ha dicho sobre sí mismo sé que no la tuvo fácil y entiendo sus razones para haber escogido aquel camino. Cualquiera en aquellas circunstancias se hubiera quedado para seguir siendo manipulada pero no el. Tomó las opciones que tenía a mano y las convirtió en oportunidades, oportunidades que lo han traído hasta mi como un cachorro herido y no lo digo en lo físico.
Su corazón está roto y vacío y vaya que se lo que se siente porque desde que mama murió nada ha vuelto a ser igual.
El despecho era tal que mi padre no se quedaba más de una semana con nosotros y a medida que iban pasando los años e íbamos creciendo los tres cada quien tomaba su camino. Nunca afrontamos las cosas como familia hasta que llegó Molly. Esa condenada supo poner a Brazil Palace en su lugar y nos dio todo el amor que pudo a los cuatro. Pero aún así no me sentía plena, sentía que algo me faltaba y hasta el sol de hoy no se que es.
- Buenos días, ¿quieres que te prepare el desayuno? - su voz ronca interrumpió mis cavilaciones para poder concentrarme en el y en aquellos pozos teñidos de azul en los cuales me perdía cada vez que lo observaba fijamente.
-No, ya lo haré yo.
-Pero...
-Nada de peros hoy me toca a mi, ya has hecho mucho- digo mientras me levanto de la cama y me desperezo. Si hay algo por lo cual me doy palmaditas a mí misma en el hombro es por haber comprado una cama enorme. Una King size solo para mí, para poder rodar a mi antojo y sin caerme y que en esta ocasión sirvió para más que eso y lo compruebo al ver el cuerpo de Sean estirarse sobre ella y abarcar casi toda la superficie.
Media hora más tarde ambos estábamos en la cocina. El esperando a que terminara de preparar el desayuno y riéndose de mi mientras hacía un absurdo intento de baile. Hay que admitir que esto de tener a un hombre en casa me agradaba y por un momento la idea de que ya no estuviera me entristeció. Pero tenia asumido que el no iba a estar aquí por mucho tiempo y yo tampoco. Él tomaría su rumbo tarde o temprano y yo volvería a estar solo en compañía de Loyalty.
Todos mis planes se fueron a freir espárragos cuando hace algunas horas se me notificó un cambio de último momento en cuanto al que sería mi lugar de trabajo durante los próximos dos años.
En el Olimpic Medical Center me esperaba un sueldo mas jugoso y mas prestaciones, pero yo había planeado toda mi vida en Seattle y el problema con todos los Palace es que no hacemos nada bien. O queda perfecto o la sangre brasilera, incluso la africana no corre por nuestras venas. Eso fue lo que ocurrió conmigo. Hice tan buen trabajo que el director mismo ha solicitado que trabajase para ellos.
Y para los que quedasteis estancados en cuanto a mi orígen. Si, esa soy yo. Provengo de un linaje de inmigrantes africanos y soy descendiente de quinta quinta generación. Primero mis tatarabuelos se habían establecido en Brasil, y allí se casaron y tuvieron hijos, pero por alguna razón mis bisabuelos decidieron migrar hacia los Estados Unidos en donde se establecieron de manera permanente y criaron a su familia. Mi abuelo, Alahim Palace fue parte de la fuerza aérea. Un piloto con más de treinta años al servicio militar, un verdadero veterano y mi padre siguió por el mismo camino, asi mismo mis hermanos como antes les he mencionado y mi madre... bueno, un bombardeo en Afganistán hace 14 años mientras trataban de desarticular una célula terrorista me quitó a mi madre.
Suelto un suspiro pesado cargado de los recuerdos del origen de mi familia y la pérdida de uno de sus pilares mientras coloco la última faja de bacon en el plato de Sean al cual descubro mirándome de una manera extraña cuando me volteo para dejar su plato sobre la mesa.
Y no hablo de extraño en el mal sentido, si no que me miraba como si quisiera decirme algo, pero no dijo nada.
Cuando se llevó el primer pedazo de torta de huevo a la boca pude jurar haber visto el blanco de sus ojos cuando gimió de gusto.
-Esto está de muerte.
-¿En serio? Trae aquí, estoy segura que mi intención no era matarte con mi comida - ah pero que sonido más precioso el que brotó de su garganta. Llamadme rara pero la risa de un niño y ya puestos la de un hombre, para mi es el sonido más hermoso que puede haber.
Editado: 29.01.2021