Seducido por la Jefa

Capítulo 20

Mi situación es penosa. Llevo casi una semana encerrado, aislado del mundo, sin fuerzas para nada.

Eliseo, Emilio, Diana y Luna han estado haciéndome compañía e intentando sacarme, pero no se me da la gana. Me han dejado un rato sólo, ya no aguantaba su algarabía y les pedí muy amablemente que se retiren de mi cuarto. No sé cuánto paso en silencio, he perdido toda noción del tiempo y mi celular que podría ser un indicador, está por alguna parte apagado y sin batería. Ni siquiera dormir da sosiego a mi pena, cuando por fin logro hacerlo no hago más que soñar con mis rubios hermosos y su mamá que a pesar de romperme el corazón sigo amando con locura. Alguien golpea mi puerta, empiezo a odiar ese sonido.

- Leo, soy yo.- Sé que es Diana desde que sentí el repiquetear de sus nudillos, aún así.- Bueno, vos dijiste que no te molestemos pero papá está al teléfono y quiere hablar con vos y llegó una chica, Amelia Fuentes.- estoy doblemente sorprendido, mi padre no suele hablar por teléfono, supongo que ya se enteró de mi estado y mi amiga, no sabía dónde vivo por lo que no sé cómo lo averiguó.

-Voy.- le digo a mi hermana.- hablaré con papá.- anuncio abriendo la puerta y tomando su celular.

-Bueno, ¿Y la chica? ¿le digo que te espere? Dijo que sólo quiere verte un momento, por algo del examen o no se que.

- Si Di, hablo por teléfono y voy.

-Bueno.- una sonrisita aparece en sus labios, es una hermana excepcional, a pesar de mi humor de mierda no me ha dejado sólo ni un instante.

Me siento en el sillón de mi habitación, mentalizandome para no llorar cuando le cuente al hombre que es mi referente lo que ha sucedido en estos días.

- Hola pa.- saludo con el teléfono pegado a mi oido.

- Hola Leo. ¿Qué hacías?- como es de esperarse en él, no tocará la herida, esperará que yo le diga.

-Nada, pensaba. ¿Vos pa?

-Bueno, pensar ya es hacer algo. ¿No?- asiento brevemente.- Yo me tomé la tarde libre, Fran insiste en que lo acompañe a un partido de fútbol ¿Y porque no? Nos vas a faltar vos nomas.

-Tenemos el mejor equipo pa, con o sin mi. 

- Si es verdad, pero si estás es mejor todavía.- guardo silencio por varios segundos.- ¿Qué querés contarme hijo? Vos sabes que estos aparatos son un tormento para mí pero hoy es la forma que tengo de estar ahí con vos.- Necesito contarle.

- Si papi, gracias. No sé que pasó pa, estábamos bien juntos, nunca dijo lo contrario y cuando llegue a la oficina ella lloraba y me dijo que trabajaría con Matias, que no la busque más.- es la primera vez que lo cuento por completo, rememorar me destroza por dentro pero necesito hablarlo con él.- Le pedí que me explique y me dijo que no podía y nada más. ¿porque pa?- le digo llorando como un niño pequeño, es obvio que él no tiene la respuesta, mas siento que puede ayudarme.

-Parece horrible hoy pero pasará Leo.- antes de que pueda replicar agrega.- cuando tenía 20 años, salía con la chica más linda del pueblo, inteligente y trabajadora. Venia de una familia muy humilde. Éramos felices, nos amabamos pero un día me dejó, no me dijo nada, solamente dejó de buscarme y no me abría la puerta de su casa. Sentí morir hijo, fue lo peor que me pasó en la vida.- No conocía esa historia y creo que puede estar modificandola para hacerme sentir mejor.- cuando pasaron varios meses me di por vencido. En una discusión que tuve con mi padre me confesó que él la buscó y le dijo que si seguíamos juntos me quitaría la herencia.- mi abuelo paterno era un hacendado muy reconocido en la zona porque siempre destacó en su producción de oleaginosas y en la inmensa cantidad que generaba anualmente, nunca entendí porque mi tío se hacía cargo de todo eso y tampoco lo cuestioné. Mi papá siempre fue carpintero.- Quise destruir todo a mi paso, había pasado casi un año separado de ella, sin siquiera sospechar que la causa podría ser monetaria. Temía haberla perdido o que estuviera con otro hombre.

-Papi ¿Vos pensas que Isa me puede haber dejado por dinero? ¿capaz que su familia no estaba de acuerdo?

- No creo Leo, Isabel no es una chica que se deje influenciar por dinero. Si te cuento mi historia es para que veas que a veces hay motivos escondidos, a veces la persona que ama, antepone la seguridad del ser amado al amor en si mismo. ¿No te parece raro que se disculpara llorando?

-Mm ya veo.- si es así, como ya sospechaba, ella eligió no confiar en mi. -¿Qué pasó con tu novia pa?- La curiosidad supera mi propio malestar.

-¿No sabes que pasó? La busqué, insistí con cartas hasta que accedió a verme, le suplique que vuelva conmigo, le aseguré que no me importaba la herencia, ni mi papá. Empecé a trabajar en una carpintería. La volví a conquistar, hasta me agarré a trompadas con un chico que se había acercado en mi ausencia, pase cerca de otro año insistiendo hasta que volvió conmigo.- nunca me había contado esto, quizá es para no ofender a mi madre.

-¿Y el abuelo? ¿Y mamá?

-Hijo, yo no recibí mi herencia, el abuelo se enojó muchísimo, intentó hostigar de nuevo a la chica, sin éxito. Me casé con ella y formé una família preciosa que no la cambio ni por todo el oro del mundo.

-Tu novia era mamá. Lo dejaste todo por ella, por nosotros.- Me doy cuenta que siempre dí todo por sentado y no me percaté de que la historia de mis padres es muy linda.

-Y no me arrepentí ni una sola vez.

-Que bueno que el amor triunfó. ¿Qué hago yo?- es más bien un pensamiento, pero él siempre tiene la respuesta correcta.

-Dale tiempo, viví, busca tu camino. Si tiene que ser será.

- No sé cómo hacerlo.

-Por lo pronto, salí de la cama y del departamento. Come bien, hace ejercicio, divertirte con los chicos como cuando vivías acá. Después verás que hacer.

-Bueno. Además Isabel no quiso recibir de nuevo el auto. No sé si conservarlo.

-Úsalo hijo, ella te lo regaló. Y si fueron felices juntos ¿porque borrar los recuerdos?- claro que tiene razón.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.