Seduciendo a Simone

CAPITULO 5

Nunca había dormido tan bien, no sé cuánto cuesta este colchon, pero en definitiva me lo tengo que comprar ¿Cuánto costara un colchon? Creo que el colchon venia con la casa cuando la rente hace dos años. No tengo casa propia, si lo tengo entre mis planes, pero para eso tengo que ahorrar mucho y ahora con mi bebe sé que será difícil.

Mi celular suena, miro quien es, es la madre de Oliver, desde que supieron que estaba embarazada de su hijo, han estado al pendiente de mí, yo los quiero mucho y sé que siempre estarán para mi bebe, aunque su hijo no quiera ser parte de la vida de bebe.

—Hola.

—Hola Simone ¿Cómo estas, hija? No quise llamarte ayer supuse que estarías cansada por el viaje.

—Estamos bien, aun amanezco con un poco de nauseas, pero cada vez son menos.

—Amaia me ha dicho que estará mucho tiempo haya, y quería preguntarte ¿Podemos ir al nacimiento de nuestro nieto?

—No tiene que preguntarme, yo les agradezco mucho que estén al pendiente de mí y del bebe.

—Siempre estaré feliz de estar cerca de mi nieto o nieta, su abuelo y yo estamos tan desesperados por saber que será, Amaia tiene mucha ropa de Maia, pero si es niño tengo ropa guardada de Oliver y Osvaldo algunas de Osvaldo las tiene Amaia.

Lo sé porque yo lave toda la ropa de Maia antes que naciera, sé que algunas prendas eran de Osvaldo, Amaia lloraba cada vez que Maia usaba alguna prenda.

—Si, hablare con ella, Flavio me ha dicho que este fin de semana iremos a México, unos amigos van a casarse así que puedo ir a visitarlos, a si les enseño las ultimas ecografías.

— Amaia nos ha dicho, cuidaremos a Maia.

—¿Cómo esta Oliver? —intente evitar preguntar por él.

—Está bien, ha regresado con Naty, y no te lo digo para hacerte sentir mal, Oliver está haciendo cosas que no son correcta últimamente y no se lo estamos aplaudiendo, pero no em gustaría que te ilusionaras hija.

—Solo quería saber cómo estaba —digo.

—Está bien, gracias por preguntar a pesar de todo.

—Debo colgar, en una hora entro a trabajar y tengo que arreglarme.

—De acuerdo, llámanos si necesitas algo por favor.

—Lo hare, lo prometo.

Bajo a la cocina, después de bañarme y cambiarme, hoy me he puesto un traje de pantalón y saco color azul, una camisa blanca, con zapatos blancos, me he secado el cabello y me lo he recogido. No veo a Agoney, probablemente siga durmiendo, no sé a qué hora llego a noche, con el embarazo y ese maravilloso colchon caí rendida.

Pongo la cafetera, veo en el refrigerador que se me antoja desayunar, tomo jamón y cuatro tortillas, hare huevo revuelto con tortillas y jamón.

—Buenos días.

—Buenos días Agoney.

—¿Cómo dormiste?

—Excelente, Dios santo Agoney ese colchon es maravilloso, jamás en mi vida había dormido tan bien.

—Lo sé, Madison hizo una compra muy buena.

—Le preguntare donde los compro, necesito uno para mi casa.

—Pregúntale, la verdad no tengo idea.

—Hare huevo revuelto con tortilla y jamón y ya puse el café.

—¿Puedes tomar café?

—Si, solo una taza pequeña al día.

—Ok.

—Te ayudaré a cortar el jamón.

—De acuerdo.

Agoney se acerca a la cocina, el aroma de su perfume llega a mis fosas nasales, provocando que las náuseas aparezcan seguidas del vómito. Apenas alcanzo a llegar al baño. Genial, pensé que hoy sería el día que me salvaría del vómito. El perfume de Agoney lo provocó.

Salgo del baño, después de unos minutos, Agoney está cortando los jamones.

—¿Estás mejor?

—Sí, solo…

—¿Qué pasa?

—Tu perfume me causó náuseas, creo que está muy fuerte. —digo un poco apenada.

Agoney deja el cuchillo, me mira antes de salir de la cocina.

—Iré a bañarme de nuevo y evitaré ponerme perfume.

—Te lo agradecería mucho, en verdad.

Me da mucha pena que se tenga que volver a bañar por mi culpa, estoy segura de que ayer no tenía ese aroma cuando lo vi en el aeropuerto. Era un aroma más dulce.

Termino de hacer el desayuno, solo voy a esperar a Agoney. Escucho la puerta, no tengo idea quién sea a esta hora. Cuando abro la puerta, veo a una linda morena, perfecta en todos los sentidos. Diosito ¿qué te costaba darme un cuerpo así?

—Hola, ¿dónde está Agoney? —me pregunta.

—Hola, soy Simone —estiro la mano para saludarla.

—Si lo sé, ya me lo ha dicho Agoney.

—Se está bañando —respondo.

Lo que tiene de linda lo tiene también de mala educación y eso es bastante. No tengo idea quién es, pero supongo que es amiga de Agoney o su novia, nadie más ha dicho que tenga novia y con lo mujeriego que es, dudo que lo sea. Seguro es una más del montón, pero da igual, no soy quién para juzgarlo, Oliver hizo lo mismo conmigo.

—Subiré a su habitación.

—Está en la habitación de al lado —digo.

—Si sube con mucha confianza es porque conoce la casa.

Me siento a esperar que bajen, espero que no se tarden mucho porque no me gusta comer la comida fría. Aprovecho el tiempo para mandarle mensaje a Amaia y a Madison. Madison hizo un grupo para comunicarnos entre nosotras, nuestra conexión con Madison es muy especial. En poco tiempo nos volvió sus mejores amigas. Ella también se quedó sola siendo muy joven, antes vivía con carencias y después se casó con Orestes y su vida cambió.

Simone

Hola chicas, buenos días.

Amaia.

Buenos días amor mío

Madison

¿Ya desayunaron? ¡¡Y buenos y maravillosos día!!

Amaia

Ya desayunamos, los chicos ya se fueron a la escuela.

Simone

Desayune apenas, se me enfrió por esperar a Agoney.

Madison.

Agoney es muy puntual.

Pienso in poco en decirle que esta con una chica, no es de mi incumbencia. Pero no me aguanto.

Simone

Esta con una chica

Amaia

¿Una chica?

Madison.

¿Por casualidad no es Victoria?

¿Victoria? La que trabaja en la empresa, Agoney me hablo de ella y lo maravillosa que era, ahora no se si hablaba de trabajo o de otra cosa.




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