13
CAPITULO 13
JUN
¿Me pregunto si Sebastián y mi hermana ya se mataron? Me encantaría estar viéndolos ahora, tal vez ya se mataron entre los dos, solo, espero que se comporten frente al empresario, mientras ellos no estaban quise aprovechar el tiempo para pasar más tiempo con Isabella
Aún no había descubierto como iba a hacer eso habíamos quedado en tener una cita, una verdadera cita pero me gustaría que fuera algo que a ella le gustara, me encontraba en la cafetería, estaba tomando un café mientras fingía leer el periódico pero en verdad estaba tratando de descubrir que cosas le gustaba a Isabella y se me ocurrió que tal vez en su lugar de trabajo pudiera encontrar la respuesta
- Sabes que eres muy obvio – me sorprendo al escuchar la voz de Carla una de las compañeras de trabajo de Isabella – es claro que te gusta Isabella ¿pero tienes que estar acosándola en el trabajo?
- Yo no estoy acosando a nadie – ella levanta una ceja de manera incrédula- si está bien la estoy observando pero es por lo que tú crees- ella se cruza de brazos y yo paso mis manos por mi cara- trato de ver que le gustan a Isabella para invitarla a salir – ella suelta una risa mientras yo me muero de la vergüenza
- Sabes que hay mejores forma de saber que le gusta a una chica, no es difícil digo no es que la lleves a los mismo lugar que tus otras ex pero…- nuestras miradas se cruzan y ella abren los ojos – no puede ser jamás has tenido novia – me quedo callado – pero cómo es posible si eres tan guapo y un hombre de negocios ¿tienes algún vicio?- la miro de mala manera y niego rápidamente
- No nada que ver, si me han coqueteado chicas pero jamás me ha interesado ninguna – mi mirada se fija en Isabella que está hablando con unos clientes – hasta que conocí a Isabella-miro otra vez a Carla que me mira con una sonrisa
- ¿porque ella es diferente? digo Isabella es muy especial pero ¿qué fue lo que te gusto de ella que no lo tenían las otras chicas? – sonrió en recordar ese momento
Recuerdo
Había sido un día largo en el trabajo por no decir horrible, estaba saliendo del trabajo cuando observe que habían abierto una nueva cafetería en frente del edificio, sin nada de esperanza decido entrar ¿tal vez algo de café haga que este día sea menos mano?
- Buenas tardes soy Isabella y seré su mesera el día de hoy- mire a la chica era una chica de pelo corto rubia y ojos azules, tenía una hermosa sonrisa y muy cálida debo decir
- Me puedes dar un café –ella anota y se va a preparar mi café, mientras tanto yo veo mi teléfono y tratando de contactar a mí hermana sin tener éxito, al poco tiempo llega mi café y unas ¿galletas de chispas de chocolate?- disculpe yo no pedí esto
- Es cortesía de la casa- miro a la chica – cuando tengo un mal día, comer algo dulce hace que no se vea tan mal y poder soportar el siguiente día – ella me vuelve a sonreír y esta vez su sonrisa me hace latir mi corazón
- Gracias- volteo la mirada para seguir con mi teléfono
Cuando ella se fue por el rabillo del ojo la empecé a mirar, atendía todos con una sonrisa incluso si algunos clientes no se lo merecían, siempre fue amable con todos y sincera con sus palabras, jamás conocí a alguien así como ella, a partir de ese día decidí ir todos los días a la cafetería y sin darme cuenta me fui enamorando de ella
Fin del recuerdo
- Lo sincera que es y amable, dulce ella es simplemente única - miro a Carla que tiene los ojos brillosos- y yo amo las cosas dulces
- Eso es tan lindo-le sonrió- bueno y por qué no la llevas a la feria del dulce – la miro confundido
- ¿existe una feria del dulce?- ella asiente -¿crees que le guste? No se no es un poco simple tal vez para un cita
- A veces algo simple y con amor que algo costoso y sin valor – pienso en sus palabras – mira este fin de semana es la feria – miro la dirección y después miro a Isabella- ve por ella dulcero – asiento rápidamente y me levanto para acercarme a ella
- Isabella- ella voltea a verme - podemos hablar un momento en privado- ella asiente, vamos a un momento a la bodega y ella voltea a verme
- ¿dime que pasa?- me sonríe cosa que hace que mi corazón lata y empiecen los nervios, trago grueso antes de hablar
- Pues veras Isabella – me empiezo a mover de un lado a otro- sabes que habíamos quedado en que íbamos a tener una cita esta vez una de verdad y bueno aprovechando que mi hermana no está en la ciudad … bueno veras- ella se empieza a reír
- Me encantaría salir contigo – suelto un gran suspiro de alivio
- ¿crees que algún día pueda invitarte a salir por completo?– ella se ríe y yo junto con ella- ¿tienes libre el fin de semana?- ella lo piensa un poco
- Si ¿a dónde vamos me vas a llevar?
- Quiero que sea una sorpresa- ella sonríe – solo te diré que te pongas algo cómodo y fresco- ella asiente
- Lo espero con ansias- me dio un beso en la mejilla cosa que me hizo ruborizar un poco para después regresar al trabajo
Después de que Isabella aceptara tener una cita conmigo decidí irme a casa, sabía que si quería que esta cita fuera perfecta tenía que prepararme y antes de que me diera cuenta ya era sábado, me encontraba en la parada del metro esperando a Isabella
- Abre llegado muy temprano – mire mi muñeca donde estaba mi reloj
- Disculpa la demora – levante la vista y vi a Isabella que cargaba un vestido blanco hasta las rodillas y de tirantes, mis ojos se abrieron al verla frente de mi
- Un ángel- ella se ríe y mis mejillas cobran un color rojo, lo dije en voz alta sin pensarlo, carraspeo para regresar a la compostura – nos vamos – ella asiente con toda una sonrisa, empezamos a caminar y en poco tiempo llegamos a la entrada de la feria
- No puede ser – ella me mira con una sonrisa- ¿vamos aquí en serio?- asiento con una sonrisa