Lo único que pude pensar en ese momento es que por ese tipo de cosas es que las chicas se asustan.
Iba caminando a paso lento con mi mejor amigo viendo hacia el frente, él tratando de apurarme sin decir nada en voz alta.
—¿Crees que no me haya visto?
—Te le paraste justo en frente, yo creo que sí lo hizo.
—No ha volteado, ¿y si no me notó?
El grupo de tres iba más adelante, dos iban de mezclilla y una usaba un vestido negro con un abrigo demasiado pesado para la temperatura que había. Las que la flanqueaban volteaban cada pocos pasos y se reían entre las tres. Una de ellas se giraba abiertamente para encararnos a distancia.
—Estoy… bastante seguro de que ya nos notaron.
Dieron una vuelta en dirección a los baños.
Se tardaron algunos minutos. No muchos, si soy honesto.
—¿Podrías ir al pasillo? No quiero que se lleve una impresión equivocada.
—Claro, ¿qué impresión se podría llevar de dos extraños que la siguen desde hace un rato?
Ya ni siquiera esperé a que me dijera algo, igual ya sabía qué quería.
Iba a entrar al pasillo, y caminaría hasta el baño. Pero no tenía intención de vigilar exactamente dónde estaba escondido ese grupo de chicas.
Esto ya era demasiado, para cualquiera.
No hizo falta que hiciera nada porque mientras caminaba por el largo recorrido, las tres salieron caminando en fila india. Nos habían visto. Ya sabían qué iba a pasar y la chica de negro iba hasta adelante, con la cara en alto.
Las vi pasarlo. Lo vi gritar para llamar su atención. Aceleraron el paso.
Lo ibas a rechazar, lo sabía.