El capitulo trata temas muy sencibles. Con todo el respeto escribo del tema para hacer conciencia y con todo la empatia que se merece.
Es ficcion. Pido disculpas si alguien se ofende o se siente agredido.
Una vez mas y con mucho respeto dejo el capitulo.
CAPITULO SIETE
Ya no necesito contener mi respiración,
Ya es libre el latido de mi corazón
Dejo mis pesares, siento el anhelado alivio
Me dejo caer hacia el vacío.
La plática con Alfred despejo un poco las dudas que estaba atravesando o más bien me manipulo para que pensara que sacare algo de toda esta jodida situación. Le dio directamente a mi orgullo, no lo voy a negar.
Pero estaba aún algo pendiente.
Constanza.
Este lleva y trae al que está jugando me está dando migraña. Me cito en un café afuera de la ciudad para darme información, necesito saber el por qué Enzo Miranda estaba tras de mí.
Si bien no conozco a mis padres biológicos, la familia que me adopto en México era adinerada no estaban en negocios sucios, ni vinculados con las redes de criminales. Mi padre era un reconocido abogado eso es verdad, pero por lo que investigue después de salir del ejercito nunca tuvo un caso que vinculara a la delincuencia del país.
Me niego a creer que tendría algo que ver con ellos, sin embargo, aún hay un cabo suelto y creo saber que persona me puede ayudar con eso, se lo pediría a Andora, pero no quiero que se involucre en mis fantasmas del pasado.
Por el momento creo es mejor que tome distancia con Andora si el hijo de puta va detrás de mí.
Según Constanza tiene un expediente que encontró en alguna misión en la cual desmantelaron una de las bodegas de Enzo, palabras de ella me interesara dicha información.
Ahora la estoy siguiendo ubique el hotel en donde se estaba hospedando y al parecer antes de nuestra cita se reunirá con alguien más. No bromeaba cuando dije que no se me escapa nada, aun no tengo definido si la matare al final de todo esto, pero si tengo claro algo, le joderé la vida tal cual ella me la jodió a mí.
Está saliendo por la avenida y va directo a un taxi, memorizo las placas y con un sistema de rastreo que he programado la sigo. No soy estúpido, a lo largo de mi trayectoria me he encontrado con alguna que otra viuda negra, sé que son mujeres muy peligrosas y si bien Constanza no llego a la última fase para ser acreedora del término si cumplió con varias misiones y fue entrenada para ser un arma de alto nivel.
Llego 10 minutos después de ella al cine en el que bajo. No es de una cadena famosa, al contrario, se ve deteriorado y de mal aspecto. Entro y continuo con mis labores.
-Dame una entrada para la misma función que te pidió la señorita de hace unos minutos.
-Disculpe. – No tenía tiempo para cuestionamientos estúpidos así que le pague 100 dólares para que cerrara la boca. - Si está bien.
Había una chica morena en la sección de dulces, era una empleada del cine me acerque y la encare.
-Necesito que entres a esta sala y ubiques a una mujer de cabello negro, está al lado de un hombre de más edad. Buscaras alguna excusa como que alguien se le olvido alguna pertenencia u otra excusa - le señale el pequeño micrófono. -para que dejes este aparto lo más cerca de ellos. - le indique mientras de daba alrededor de 500 dólares.
La sorpresa la abraco y le tuve que repetir todo, no me costó convencerla y me fui directo a mi auto para empezar con el espionaje, escuché perfectamente como todo salió bien. Efectivamente Constanza quiso moverse de asiento, pero la chica que contrate fue más inteligente. No sé qué hizo, pero todo salió bien.
Las palabras que brotaron los siguientes minutos hizo que me sintiera como un estúpido, la conversación se extendió y con cada palabra que pronunciaban el cuerpo se me tensaba cada vez más, la idea que me hayan visto la cara desde el inicio.
Por supuesto ella, siempre primero ella.
Sali rumbo al café donde me había citado necesitaba calmarme antes de verla, si perdía el control esto sería un caos. Mi mente trabajaba demasiado rápido conectando hilos sueltos y cables que no estaban en donde deberían.
Miraba el teléfono en mi mano sabiendo a quien tenía que contactar para esto era mi única carta que esperaba no me defraudara, como el resto de personas que me rodeaban. Marque al número y no tardo más que dos bips para responder.
- ¡Que sorpresa! Pensé que jamás volverías a llamar, te olvidas del amor de tu vida.
-Te necesito en tres días en la central es urgente. - Fui directamente al grano. - Regreso.
-Estaré ahí en dos días. - Sentencio.
Su respuesta calma un poco la ansiedad que ya empezaba a sentir, la cabeza empezó a dolerme y mi respiración se agitaba con cada pensamiento que tenía.
Estaba perdiendo.
En cuanto salí del carro mi cerebro retomo un poco la compostura sabía lo que debía hacer, esto ya no era una misión, se había vuelto un ajuste de cuentas, se tenía que armar estrategias, seducir al enemigo, ser hipócritas.
El control del tablero lo tenía que tener yo, si quería salir vivo de esto, no podía ser una pieza, el que me manejaran a su antojo no funcionaría esta vez, ahora yo era el jugador principal.
Mi oponente aun no estaba claro, no sé si sería Constanza o Enzo.
Ambos son peligrosos.
Debía convertirme el doble de peligro para ellos.
En cuanto llegue al lugar donde me cito Constanza tome asiento en la mesa más apartada del café, estaba aquí por una sola respuesta, no me interesaba que tenia que pedirme Constanza ahora se jugaría esto con mis reglas, bajo mis propios límites.
No paso mucho cuando el sonido de unos tacones me hizo levantar la mirada, ahí estaba ella, me reto con la mirada, el desprecio por ella crecía. No soportaría mucho en esta reunión.
-Bien cariño, ¿comenzamos? - dijo una vez termino de sentarse enfrente mío.
-Solo acepte verte por una razón. -Iría al grano, no me apetecía hablar con ella y lo que tuviera que decirme estaba de más. - La carpeta