Segunda Vez

Adiós amor mío

Había pasado un año sin ninguna noticia favorable respecto a la situación de Alana, seguía en coma, sus signos vitales estables pero su función cerebral muy por debajo del nivel normal.

Los doctores les habían afirmado que había muy pocas esperanzas de que ella despertara que en caso de hacerlo podría tener un fuerte daño cerebral.

Dereck no sabía vivir sin ella todos los días después del trabajo, volvía al hospital para verla y pasar tiempo con ella.

-Hola, amor mío -Saludo al entrar a la habitación- Estas preciosa el día de hoy -Se acercó a ella hasta besar su frente- Acaban de hablarme del museo de Louvre en Francia -Se sentó a su lado tomando su mano- Quieren que sea el arquitecto que diseñe la nueva sección, Alana no sé qué hacer ¿Sabes lo que representa para mi algo de tal magnitud? ¡Dios!... Despierta amor mío, no puedo hacerlo sin ti -Hablo colocando su cabeza en la cama- no puedo irme y dejarte aquí, tú me prometiste que cumpliríamos nuestros sueños juntos, pero si no despiertas no podremos hacerlo -Alzo la mirada llena de lágrimas para ver su pálido rostro- Hoy llovió, sé que amas la lluvia y yo... yo también la amaba porque  nuestros mejores momentos están marcados por ella -Respiro profundo- pero ahora la odio, por ella estas aquí en estas cuatro paredes... Alana ¡Maldita sea! Despierta, no me dejes solo, no puedo sin ti. -Volvió a hundir su rostro en el colchón-

No supo cuánto tiempo paso desde que coloco la cabeza en el colchón hasta que sintió que alguien le tocaba el hombro.

-Dereck... Dereck... -Abrió los ojos alzando la vista buscando la persona que le hablaba- Te quedaste dormido.

-Buenos días, Rodolfo ¿Cómo estás? -Saludo a su suegro-

-Mucho mejor que tú, deberías ir a tu casa darte un baño, desayunar e irte a trabajar.

-¿Qué horas son? Ya son las ocho de la mañana -Pregunto y él mismo se contestó al ver su reloj-

-Así es, llegaras tarde al trabajo.

-Hoy no trabajare, estaré todo el día aquí -Contesto volteando a ver a Alana-

-¿Qué pasa? ¿Porque no vas a ir al trabajo? -Preguntón preocupado Rodolfo-

-Porque tengo que decidir sobre aceptar o rechazar diseñar la nueva sección del museo de Louvre en Francia.

-¿Porque la rechazarías?

-Porque es en Francia, tendría que estar por más de un año en París y no puedo dejar Alana -Le explico sin dejar de mirar a su mujer en la cama-

Rodolfo sonrió al escucharlo, sabia cuanto amaba a su hija y estaba consciente de que los médicos no daban muchas esperanzas de que ella pudiera despertar, se sentía orgulloso de Dereck cuidaba de ella como si fuera su más preciado tesoro, para él era como otro hijo, y sabía que si no aceptaba esa oportunidad se arrepentiría de por vida y Alana en caso de que despertada y todo fuera de maravilla estaría muy enojada con él por no aprovechar esa oportunidad.

-Ya veo, creo que la decisión es fácil -Dijo tranquilo Rodolfo-

-¿Si?

-Claro, debes aceptar y viajar a Francia.

-No, no puedo dejarla.

-Debes dejarla, Alana jamás te perdonaría que rechazaras esa oferta debes continuar con tu vida, debes dejarla, debes porque ella jamás te perdonaría si te quedas con ella y no busca tu felicidad. -Hablo con calma, hace tiempo ya había pensado que Dereck debía seguir con su vida, su hija jamás lo perdonaría que no lo hiciera- si te quedas con ella y no cumples tus sueños, debes dejarla Dereck ya fue suficiente.

-No puedo y ¿Si despierta?

-Si despierta, y pregunta por ti, te llamaremos. Pero debes continuar con tu vida, ella no despertara porque nosotros deseemos tú lo sabes, estas en negación, Alana hace mucho que no está con nosotros, solo es su cuerpo. Debes despedirte de ella, debes dejarla libre.

-No lo sé, no lo sé.

-Piénsalo, piensa que es lo que haría ella. -Dijo con mucha calma Rodolfo, Dereck solo asintió volteando la mirada a ella-

Tenía una semana para aceptar el proyecto en Francia y cambiar su vida para siempre dejar atrás a Alana no era una decisión fácil ¿Y si despertaba? ¿Y si estaba bien? pero ¿Y si no lo hacía? después de meditarlo, de recorrer palmo a palmo la casa donde creyeron que vivirían hasta el final de sus días juntos, donde construirían una familia.

De recordar cada una de las cosas por las que pasaron juntos, la casa estaba tan llena de ella, cada rincón le pertenecía a Alana, la amaba, la amaría y la amo desde el primer día en que la vio caminando debajo de la lluvia, sabía que si renunciaba a la oportunidad que se le presentaba en ese momento ella lo odiaría por hacerlo, por dejarlo pasar solo porque ella se encontraba postrada en una cama, lo odiaría y jamás se lo perdonaría, la conocía muy bien.

Sabía que tenía que decir Adiós, dejarla libre y ser libre, empezar de nuevo y aun que le dolía el alma dejarla atrás, era lo mejor, ahora entendía porque su amor había sido tan perfecto, solo la tendría por un corto tiempo. Arreglo todo lo necesario para su viaje, la casa que construyo para ellos la puso solamente a nombre de ella, así si ella moría pasaría a manos de los padres de Alana, borro cada huella de ellos juntos, solo le pertenecía a ellos y si ella no iba a despertar para que dejar rastro de algo que ya ha acabado.




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