Segundas Oportunidades

Capítulo 5: Anna

Rafa mira fijamente a Becca cuando le pide que nos sirva, pero ella esquiva su mirada. Eso nos hace dos mujeres esquivando miradas.

Puedo sentir la mirada de Kerdyn fija en mí, sólo la aparta unos segundos para observar a Rafa y a Becca, pero vuelve a concentrarse en mi.

No sé cómo reaccionar ni qué decir, ha sido un shock total ver a Kerdyn después de varios años.

La última vez que nos vimos... que hablamos... fue un desastre total, el peor día de mi vida, luego desaparecí de Portland sin decirle nada a nadie, sólo mis padres y mi tía sabían a dónde nos habíamos venido Rafa y yo.

Hui como una cobarde arrastrando a Rafa conmigo y ahora después de poco más de cinco años nos encontramos cuando menos lo esperaba.

–Por supuesto. _La respuesta de Becca me saca de mis cavilaciones. Ella empieza a decirnos el menú y poco a poco cada uno va eligiendo lo que quiere.

Kerdyn le pide galletas, de plato fuerte le pide el pollo en salsa bechamel con chips de plátanos maduros y de postre arroz con leche, todo acompañado de una copa de vino blanco chardonnay. Esa era nuestra bebida favorita en la universidad y por lo que veo nuestro gusto por ella no ha cambiado. Cuando pide la copa de vino me lanza una sonrisa secreta como diciendo: si, todavía tomo nuestra bebida favorita. Aparto la mirada rápidamente no sin antes notar que su asistente nos estaba viendo fijamente.

Cuando llega mi turno pido las galletas, la lasaña tres carnes de plato fuerte y el mousse de chocolate blanco como postre ya que es mi favorito. Sin poder evitarlo, de beber pido una copa de chardonnay. Miro a Kerdyn y sonríe como el gato que en secreto se comió al canario.

Marcia, la jefa de publicidad llama su atención preguntándole algo, cuando Kerdyn le presta atención y responde aprovecho para observarlo detenidamente.

Su cabello castaño oscuro lo tiene más corto que en la universidad, le da un toque aún más varonil perfilando su rostro y su mandíbula cuadrada, sus ojos azules verdosos son igual de brillantes y sonrío brevemente cuando se ríe de algo que le dice Marcia, ya que se le forman esas arruguitas en las esquinas de los ojos y siempre me gustó ese rasgo de él, sus labios...

–¿Pero como es posible que no tengas nada sano o light para variar? Esto es inadmisible. ¿Puedes explicarme que voy a comer yo? _Dejo de comerme a Kerdyn con la mirada cuando escucho el alarido de la señorita Larson hacia Becca. La señorita Larson tiene el rostro rojo, sus ojos parecen echar fuego mientras mira fijamente a Becca.

–Lo siento señorita, pero no se me informó que debía preparar algo especial. _Le responde Becca con voz medio temblorosa.

–Eso no justifica que en todo el menú no tengas nada sano. Estoy en una dieta estricta y no puedo ni quiero atiborrarme de grasa por comer algo de ese menú.

Me sorprendo al escuchar las palabras de la señorita Larson, dice estar en una dieta estricta y no veo porqué. Tiene un cuerpo esbelto que pareciera no tener un solo gramo de grasa extra.

–Señorita Larson _Intervengo. –Disculpe este inconveniente, pero usted no especificó nada acerca del menú para esta reunión cuando hablamos para concretar la cita. De todas formas le aseguro que Becca tiene el mejor servicio y prepara los platillos con la comida de la mejor calidad posible y además cuida que sean lo más saludables posible.

–Así es. _Afirma Becca. –Si me permite, le sugiero que de entrada opte por la ensalada de pollo y arándanos, de plato principal puedo servirle pollo sin la salsa bechamel con chips de plátano maduro y de beber jugo de naranja o frutas.

–De acuerdo aceptaré tu recomendación, pero solamente porque no me queda otra opción. _Claramente la señorita Larson sabe que tengo razón, ella no pidió alguna preferencia en la comida así que es su culpa que por poco se quedara sin comer, aparte por una comida donde se salte la dieta no es como si ella fuera a engordar.


Una hora después seguimos en la reunión y me siento cada vez más ansiosa. Por un lado está que logremos cerrar este contrato sino la falta de suministros afectaría la empresa y por ende a mi puesto laboral ya que si la producción se detiene, se vería como ineficiencia de mi parte y podría perder mi empleo y por el otro lado está el hecho de que si firmamos el contrato veré más seguido a Kerdyn y no sé cómo me siento al respecto.

–Bueno, quedamos en que tendríamos que suministrarles cien piezas de ónix, aguamarinas, cuarzos, ópalos, diamantes y rubíes cada mes. El precio va a variar según el peso de cada gema y nos pagarán la mitad cuando se haga la entrega y la otra mitad diez días después, ¿es correcto? _Interroga Amanda.

–Es correcto. _Afirma Rafa. _Vamos a elaborar el contrato para proceder a firmar. _Se fija en su reloj para luego posar su mirada en mí. –Son las dos de la tarde podemos parar la reunión, tomarnos un descanso de quizás media hora y cuando tengamos el contrato listo volver para que lo revisen y si todo está bien, firmar, ¿qué te parece Anna?

–Me parece bien. En media hora nos vemos aquí de nuevo. _Sonrío brevemente y me levanto dando por concluida, temporalmente, la reunión.




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