Segundas Oportunidades

Capítulo 7: Kerdyn

Reconfirmo la cita con Anna sintiéndome feliz, eufórico, nervioso, confundido y un sin número de cosas más. Uno no creería que puede llegar a sentir tantas cosas a la vez sin explotar hasta que le sucede. Incluso no puedo distinguir cuál es el sentimiento que sobresale... creo que es la alegría.

Ver a Rafa, Becca y Anna ha sido maravilloso, como sentirse en casa, una casa que resulta familiar y a la vez desconocida, como si llevara años sin visitarla y hubiese adquirido nuevos pasillos y cuartos, pero que aún así, te sigues sintiendo seguro y confortado. Así es como me siento al volver a verlos, ellos fueron mi segunda familia en la universidad, una parte fundamental en mi vida y al separarnos siempre sentía un hueco en el pecho, pero hoy ese hueco se ha llenado un poco nuevamente.

Me acerco a Amanda siendo consciente de todas las miradas y muecas que nos ha lanzado a Anna y a mí. A este punto ya debe saber a ciencia cierta que conozco a Anna. Confirmo mi sospecha cuando pregunta:

–¿Me puedes decir de dónde la conoces y porque no me lo habías dicho? _Sus labios y ceño están fruncidos en señal de enojo.

–Primero que todo vámonos, no quiero hablar de eso aquí. _Salimos de la sala de juntas y vamos hacia el ascensor. En el camino me despido de la secretaría de Anna y otras personas que se cruzan en nuestro camino. Una vez que estamos dentro del ascensor pulso el piso uno y prosigo: –Segundo, sí, la conozco, de hecho conozco a Anna, Rafael y Becca, fuimos compañeros y amigos en la universidad y tercero, no te lo dije porque no es asunto tuyo en absoluto. _Salimos del ascensor y vamos hacia la salida. De camino me despido de la pelirroja de recepción con un gesto de la mano y ella sonríe apretadamente.

Una vez estamos afuera de la empresa veo que un taxi viene en nuestra dirección y le hago señas para que pare.

–Cierto, no es asunto mío, pero de Wendolyn si. _Bufa. Su rostro muestra indignación, seguramente por decirle que no es asunto de ella. –Wendolyn es mi mejor amiga y no merece nada de esto. _Siento como mi sangre se calienta con enojo al escucharla decir eso, como acusándome de algo que yo no he hecho.

Nos montamos en la parte trasera del taxi y Amanda le da la dirección del hotel donde se está hospedando en lo que consigue un departamento o una casa que le guste para su estadía fija.

–Un momento Amanda, yo no he hecho nada como para que me estés acusando de hacerle algo malo a Wendolyn, así que por favor abstente de acusarme injustamente y deja de discutir por algo, que repito, no es de tu incumbencia. _Mi sangre se calienta cada vez más y sé que en cualquier momento voy a explotar de la peor manera.

–Por favor Kerdyn, te recuerdo que estuve presente en esa reunión y vi todo desde que entramos en esa sala de juntas hasta que salimos. Prácticamente podía ver corazones salir entre la señorita Dempsey y tú._Pronuncia esto último con sarcasmo e ironía.

–No te hagas historias ficticias donde no las hay Amanda. Anna y yo teníamos años sin vernos, obviamente fue algo emotivo, pero no es como lo pintas, así que te pido de antemano que no te hagas o crees ideas que no son ni mucho menos que envenenes la cabeza de Wendolyn con esto. Yo voy a contarle acerca de mis amigos porque a diferencia de lo que crees no tengo nada que ocultarle así que no quiero hablar más del tema. _Concluyo furioso. Estoy cansado de Amanda, siempre se está metiendo en lo que no le importa.

Cuando estamos frente a su hotel ella baja sin decir una sola palabra y cierra la puerta del taxi con un golpe seco.

–Lo siento por eso señor. _Le digo el taxista cerrando los ojos con frustración.

–No pasa nada. _Sonríe y se encoje de hombros. Supongo que ha visto muchas discusiones similares o peores y ya no se sorprende.

Le doy mi dirección y se pone en marcha. Cuando llegamos le pago veinte dólares por el viaje y entro a mi edificio. Rápidamente llego mi departamento y comienzo desnudarme para ducharme.

Cuando son las 6:30 p.m. pienso en apagar el televisor e ir a prepararme para la cena con Anna. Voy de camino para hacerlo cuando escucho una llamada entrante en mi celular, me devuelvo a la sala ya que lo dejé sobre el sofá, lo tomo y veo que es Wendolyn quien me llama.

–Hola bebé. _Saluda apenas contesto.

–Hola Wen. ¿Cómo estás? _Pregunto mientras me dirijo a mi habitación.

–Extrañándote. _Susurra en voz melosa. –Te llamé por eso mismo, porque te extraño y como tú no me llamas...

–Amor... sabes que estado muy ocupado, por eso sólo te he estado enviando mensajes el día de hoy. _La verdad es que he pospuesto la llamada porque sé que debo contarle lo de Anna, pero no sé cómo se lo va a tomar, Wendolyn es muy celosa y se altera rápido, probablemente ni siquiera me va a dejar explicarle bien las cosas.

–Si claro, ya me imagino lo ocupado que estuviste en la reunión de hoy... _Su voz cargada de odio e inseguridad me da un alto indicio de hacia donde va esta conversación. 

–Amanda te contó ¿no es así? _Respiro hondo y cuestiono aún sabiendo la respuesta.

–Pues claro que me lo dijo ¿qué esperabas? ella sabía que tú no ibas a ser sincero conmigo y decírmelo así que tuvo que hacerlo ella. Explícame Kerdyn ¿quién es esa señorita Dempsey? ¿cómo la conoces? Amanda me dijo que te encerraste con ella en su oficina ¡por casi una hora! ¿qué hacían? _Sólo la escucho pegar alaridos y preguntar sin parar mientras dentro de mí siento una furia imparable.




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