Segundas Oportunidades

Capitulo 8: Anna

Sobre mi cama tengo dos conjuntos de ropa. No sé por cuál decidirme. Los observo fijamente esperando que la elección llegue a mi, pero lo que me llega es el sonido del timbre.

Salgo de mi habitación y de camino a la puerta veo a Tomy en la sala con los ojos pegados al televisor viendo Bob esponja. Abro la puerta y dejo entrar a Rafa.

–Llegas tarde. _Reclamo. Le dije que a las siete estuviera aquí, son las 7:20 p.m.

–Lo sé. Tráfico. _Es su única explicación.

Se sienta a la par de Tomy y se pone a ver la caricatura. Me paro a su lado y me cruzo de brazos. Alza la vista y sus ojos brillan con diversión, entre cierro los ojos desafiándolo a seguir con su teatro.

–Está bien, está bien. _Suelta una carcajada, se levanta y me abraza. –Solo quería molestarte. Vamos, te ayudaré a arreglarte. _Me empuja hacia mi cuarto mientras resoplo de indignación.

Él sabía perfectamente el estado en el que iba a estar y se atrevió a venir tarde y entrar al departamento para luego sentarse tranquilamente como si nada estuviera pasando.

–Eres muy malo. _Afirmo con un puchero.

–Lo sé. _Me lanza sonrisa sabionda. Ve la ropa en mi cama y hace una mueca. –Dime que esas no son tus opciones para ir a la cena 

–Sí, lo son. ¿Qué tienen de malo? _Pregunto extrañada.

–Anna, este vestido color vino lo usaste para la boda de la tía abuela de tu asistente, Lucy. _Alza el vestido y lo arruga en una bola para luego tirarlo al suelo. –Nunca te lo volviste a poner porque es muy largo y flojo, lo sabes. Y esto, ¿en serio? _Levanta mis jeans negros con roturas por toda la pierna izquierda y una camisa de botones color papaya. –¿Acaso quieres que Kerdyn crea que te volviste monja o algo similar? _Pregunta con una ceja alzada.

–¡Mis opciones no tienen nada de malo! _Exclamo indignada.

–Claro que no. Son perfectas para ir a la iglesia o a alguna reunión en la guardería de Tomy y hacerte pasar por una señora de 80 años... _Se voltea y analiza lo que llevo puesto. –Incluso esa enagua y blusa que tienes puestas irían mejor para esta cena.

–Bieeeeeen ¿entonces qué sugieres que use? _Resoplo resignada. Frota sus manos y va hacia mi armario, busca entre toda la ropa y sale con el rostro victorioso.

–Este es el indicado. _En sus manos sostiene un vestido de mangas largas color azul con negro. En su mayoría es puro encaje, pero tiene un forro color piel que tapa lo necesario y hace lucir el vestido de una forma maravillosa. Recuerdo que compré el vestido hace unos meses y solo lo usé una vez. –Este vestido es hermoso y con tus tacones negros, esos que tienen una sola fajita te verás, bueno... ¿para qué te digo? Anda, póntelo. _Me entrega el vestido y sale de mi recámara.

Cuando termino de mudarme y ponerme los zapatos, me miro en el espejo y efectivamente, me veo genial.

El vestido me llega a la mitad del muslo, se ajusta perfecto a mi figura resaltando mi cintura, los zapatos hacen que mis piernas luzcan largas... ahora recuerdo porqué compré el vestido.

Rafa entra de nuevo cuando le indico que ya me mudé y suelta un silbido al verme.

–¡Qué buena elección hice! _Se felicita a él mismo. Sonrío negando con la cabeza ante su ego.

Recojo mi cabello para sujetarlo con una pinza, me había hecho unas ondas sueltas, tenía pensado llevarlo medio recogido, pero Rafa me detiene y me dice que suelto se me ve mejor así que lo dejo suelto.

Me maquillo con tonos tierra y nudes para que lo que resalte sea el vestido y cuando estoy lista vamos a la sala para despedirme de Tomy.

–Bueno bebé, te quedas con Tito Rafa y te portas bien ¿de acuerdo? _Me acerco a él y lo abrazo.

–Si mami, tranquila. _Me devuelve el abrazo.

‐¿Qué van a hacer? _Le pregunto a Rafa. –¿Se van a quedar aquí?

–No lo sé. ¿Qué quiere hacer enano? ¿Vamos a cenar afuera, vamos a mi departamento o nos quedamos aquí? _Le consulta a Tomy.

–¿Podemos cenas hamburguesa? _Cuestiona Tomy. Los dos me vuelven a ver porque saben que no le permito a Tomy comer mucha comida rápida.

–Está bien, vayan. _Les digo. Los dos festejan y chocan las manos. –Bueno Rafa, te aviso cuando venga de camino para que traigas a Tomy. _Anuncio sonriendo.

–De acuerdo y anda, vete ya que se te va a hacer tarde. _Me da un beso en la mejilla y me agacho a la altura de Tomy para abrazarlo y darle besos.

–Te veo ahora cariño, te amo.

–Te amo mami. _Susurra.

 

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Llego al restaurante faltando diez minutos para las ocho.

"Me pregunto si Kerdyn ya habrá llegado" pienso.

Entro al restaurante y pregunto por Kerdyn, me dicen que no ha llegado así que pido una mesa para dos, pero me dicen que no hay disponibles por lo que me brindan una para cuatro personas al fondo del salón. 

Me gusta el lugar, se siente la privacidad y elegancia. Las paredes son de un color gris nacarado, pisos de madera oscura y mesas negras. Todo el lugar está decorado con luces tenues, las cuales dan una aire romántico.

Me siento y pido un vaso con agua mientras espero a Kerdyn. Siento nervios en todo el cuerpo, pero trato de tranquilizarme, después de todo es Kerdyn, el que fue mi mejor amigo.




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