Segundas Oportunidades

Capítulo 11: Anna

La película termina así que tomo mi celular para ver la hora.

¡No puede ser!

Me levanto rápido del sofá lamentándolo profundamente. Estaba muy cómoda ahí sentada con mis pies sobre Kerdyn mientras él los masajeaba.

Repito: muy cómoda.

Pero al ver la hora esa comodidad se me va de las manos como si nunca hubiese existido.

–Son casi las dos de la mañana, ya debo regresar a casa. _Digo sobresaltada.

Una culpa gigante me consume al pensar en Tomy. Sé que está en buenas manos, incluso Rafa es la persona en la que más confío para cuidar de Tomy —y para todo en realidad— pero no puedo evitar sentir este nudo en el pecho al darme cuenta que son las dos de la mañana y en toda la noche, desde que vi a Kerdyn, me olvidé de mi hijo casi por completo.

A decir verdad es la primera vez que paso tanto tiempo sin Tomy en mi cabeza ya que siempre, en cada en cada paso que doy, él es la única persona constante en mis pensamientos. En cualquier momento del día pienso en qué que le voy a cocinar de cena o en lo que vamos a comer para desayunar, en como le estará yendo en la guardería y muchas otras cosas, esas que se supone que las madres piensan, así que sí, me siento fatal por haberme olvidado de él durante estas horas.

–Si quieres puedes quedarte en una de las habitaciones de huéspedes. _Sugiere Kerdyn. –Es muy tarde para que conduzcas.

A pesar de que la invitación es muy tentadora, sobre todo recordando cuantas veces nos quedamos a dormir en la casa y cama del otro, debo negarme. Nuestras vidas han cambiando, no somos los mismos de hace unos años, al menos yo no. Ahora tengo a alguien en casa esperando por mi.

Me alarmo un poco cuando pienso que Kerdyn pueda insistir para que me quede, de ninguna manera podría aceptar y en este momento no quiero darle explicaciones del porqué.

–Gracias Kerdyn, pero debo regresar a casa. _Digo rápidamente.

–De acuerdo, dame un minuto para ir al baño y luego te acompaño a la portería. _Asiento con la cabeza aliviada al ver que no insistió sobre ese asunto.

Lo veo dirigirse al pasillo que lleva al baño con mi mirada fija en su espalda y nalgas. Kerdyn tiene una espalda gigante que luce musculosa debajo de la camisa y su trasero se ve increíble.

Para evitar pensar en el asombroso cuerpo de Kerdyn me vuelvo a sentar en el sofá y me pongo a revisar el celular mientras lo espero.

Tengo siete WhatsApp's de Rafa, tres de Becca y varios de cuatro clientes y antiguos proveedores.

Decido revisar los de Becca primero ya que son menos.

 

Becca 🌺

Hasta ahorita me desocupé del restaurante.
No te vi después de la reunión. ¿Qué pasó con
Kerdyn?
21:30 pm.


¿Anna?
21:38 p.m.


¿Has hablado con Kerdyn? ¡Necesito respuestas!
Contesta apenas puedas.
21:40 p.m.

 

Decido contestarle rápidamente.

 

Sí, hablé con él. 😐 Fuimos a tomar un café
y me invitó a cenar. Ahorita estoy en su
departamento.
Mañana te cuento todo, igual supongo que
ahorita estás dormida.
¡Buenas noches!
01:12 a.m.

 

Ya me imagino la charla que vamos a tener, incluso creo que necesitaremos algo de comer mientras hablamos, algo así como chocolates y helado.

Voy al chat con Rafa y leo sus mensajes.

 

Rafa 🙉

Todo bien. 👍
21:13 p.m.

Comiendo hamburguesa. 😋
21:47 p.m.

Vamos para mi departamento. Avísame
cuando te desocupes.
22:51 p.m.

Viendo Paw patrol. 🐶🐕
El enano dice que no tiene sueño.
23:39 p.m.

Anna, el enano se quedó dormido en el sofá.
23:55 p.m.

Tranquila, ya lo pasé para mi cama y lo arropé. 😉
23:56 p.m.

Avísame cuando vengas. Llámame por si acaso estoy dormido. 😴😴
23:59 p.m.

 


Oh, mi bebé, con tal de ver un rato sus caricaturas aguanta el sueño y se hace el fuerte, pero siempre termina rindiéndose y cae dormido.

Estoy a punto de contestarle a Rafa cuando un sonido de música justo en frente mío me sobresalta.

Kerdyn dejó su celular en la mesita del centro y eso es lo que suena. Por curiosidad me fijo en la pantalla de su celular y veo que es una llamada entrante de un número desconocido.

¿Quién lo estará llamando que está hora?

¿La señorita Larson tal vez?

Me obligo a ignorarlo cuando deja de sonar, pero casi inmediatamente vuelve a entrar la llamada.

¿Qué hago? ¿Contesto o lo vuelvo a ignorar?

Pero es de madrugada, las llamadas a esta hora suelen ser por algo urgente...
Pensando en eso decido avisarle a Kerdyn.

–¡Kerdyn, tu celular está sonando con una llamada entrante! _Grito desde donde estoy, esperando que me escuche y me diga qué hacer antes que la llamada se corte de nuevo.

–¡Contesta, por favor! _Grita de vuelta.

Hago como me indica. Tomo su celular y rápidamente acepto la llamada.

–¿Bueno? _Contesto dudosa. Es raro contestar las llamadas de alguien más.

Del otro lado de la línea hay un silencio sepulcral, no se escucha ni la respiración de la persona. Recordando que esta es la típica escena de innumerables películas de terror, me da un escalofrío y se me pone la piel de gallina.

–¿Bueno? ¿Hola? _Digo nuevamente al no recibir respuesta.

–¿Kerdyn? _Pregunta una voz dulce en tono dudoso.

–Si, este es su celular, pero ahorita está en el baño. Si quieres llama... _No termino de decirle porque me interrumpe con gritos.




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