Segundos

Vacío

La palabra amor no tenía ningún significado para mí.

Hasta que lo vi.

Todas las palabras que un día me dijo mi madre cobraron sentido, para ese entonces pensaba que ese sentimiento era un signo de debilidad. La mayoría de mi manada han perdido a sus parejas y se han visto consumidos en el vacío que dejan cuando se ama. Nuestros enemigos lo ven como una ventaja, y es que así es… el amar a alguien es nuestra debilidad.

El amor viene de la mano con el dolor, sin dolor creo que el amor en la vida sería algo aburrido… pero en estos momentos desearía que fuera aburrida y no haya dolor.

Unos segundos es lo que basta para que todo cambie, sea el principio de algo, o el final de alguien como en mi caso que sucedió este último.

En unos simples segundos me quitaron mi mundo, esos insignificantes segundos vasto para verlo ensangrentado en mis brazos, esos malditos segundos que se me escaparon bastaron para quitarle el aliento a la otra parte de mi alma, a ese alguien especial o como en mi mundo los llamamos, mates… lo había perdido todo, lo perdí a él.

No podía evitar mirar sus ojos que dejaron de brillar

—Oye humano… despierta por favor —pronuncio con algo de dificultad sin poder retener mis lágrimas.

Pronto cae la lluvia, como si de alguna manera el cielo sintiera mi dolor mezclándose con el líquido carmesí de mi mate.

Este humano… mi humano dio su vida por salvarme y yo… yo no pude hacer nada.

Antes que de que todo esto sucediera, le prometí que lo protegería, que estaríamos juntos sin importarme el hecho de que sea humano. Tendríamos una vida juntos.

Un vació se instala dentro de mi y me es suficiente para que el dolor que siento sea reemplazado por el odio, por la sed insaciable de sangre que pide mi parte animal y no me importa acabar con todos los humanos que me rodean, no les importó acabar con uno de los suyos para acabar conmigo, me quitaron lo único humano que me quedaba… y ahora yo pienso quitarles sus asquerosas vidas.

Me basta unos instantes para convertirme en mi lado animal, una loba gris. Con un gruñido gutural les hago saber que seré yo su verdugo y cielos… puedo sentir el miedo que emanan estos humanos y admito que me fascina.

—¡Maldita demonio vuelve del infierno del que saliste! —grita el humano de ojos verdes.

¿Demonio? Tal vez sí, esta noche seré eso y más.

Con mi velocidad, él es el primero en morir, y lo mismo hago con todos, muerdo y desgarro cada parte de ellos, gritos, suplicas es lo que escucho, pero hago oídos sordos acabando finalmente con todos, pronto el bosque queda en silencio. La rabia que tenía disminuyó, con cada vida que quite, pero no me arrepiento de ello.

Veo a mi mate y me despido con un aullido.

 

 

 

 

 

 

 

 



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En el texto hay: mate, muerte, licántropo

Editado: 03.05.2020

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