Selcouth

2

Bueno, podían suceder dos cosas.

Podrían devorar a toda la comida que haya —Si es que hay—, o podían atacar a toda la bebida alcohólica.

Nunca se rechaza ninguna de esas opciones.

Cole miraba a su hermano sentado en su cama, no tenía mucha preparación se puso en traje que le prestó —o mejor dicho que le robó —, a su tío. Era relativamente sencillo vestirse para asistir a esas galas.

En cambio, Saskia llorisqueaba y corría por toda la habitación sin decidirse que utilizar, estaban llegando tarde, había pasado toda la tarde intentando decidirse para utilizar un vestido pero cada vez ella estaba indecisa.

—Ese me gusta. —Apuntó con el dedo el vestido colgado en la puerta del armario.

—No se si quiero ir a una fiesta familiar con un vestido que muestra gran cantidad de mis tetas.

—Tienes razón pero en algún momento se darán cuenta que eres una perra.

Saskia le tira un vestido en la cara y el estalla a carcajadas.

—Bueno somos brujos, eso significa que debes usar un vestido negro.

—El estereotipo de bruja también tiene un sombrero ancho con una pluma, y no llevaré eso.

—¿No te pondrás una nariz falsa de bruja? De esas puntiagudas que tiene verrugas, lunares y manchas.

—¿Crees que los demás tengan así sus narices?—Suspiró e inclino la cabeza mirando fijamente a su hermano. —Bueno, tú tienes una nariz medio deforme.

—Vístete y cállate, mejor.

La fulminó con la mirada y ella sonrió triunfante. Miró un vestido de terciopelo negro largo, llegaba hasta a arrastrarse un poco y tenía un gran corte en la pierna derecha donde se la podía ver completamente, era un vestido moderno pero al ser negro y tan seductor también tenía mezclas de ser algo gótico.

Luego miró el blanco, definitivamente dudaba de cual usar. El vestido blanco era igual de largo, también tenía un corte en la pierna pero no tenía mangas; tenía un hermoso escote corazón.

Inclinó la cabeza pensativa y luego cogió el blanco.

Cole aplaudió en su lugar viendo como por fin se decidía en un vestido.

Luego de una hora más, donde discutieron todo el rato su tío Paul y Cole ayudando con la inseguridad de Saskia, finalmente se metieron en el auto donde él condujo en silencio.

No quería decir nada y ellos tampoco lo presionaron, sin embargo, les dio curiosidad el verlo sudando; su frente contaba con una ligera capa de sudor, se llevaba un mechón de su cabello hacia atrás —a pesar de que tenía gel y ningún mechón desobediente—. Y por supuesto miraba de a ratos a sus sobrinos.

Saskia desde el asiento trasero no aguantó más la curiosidad y le preguntó.

—¿Por qué estas tan nervioso?

Su tío, con una mano en el volante y otra acomodándose la corbata la mira por el espejo retrovisor.

—Bueno, todo el aquelarre quiere conocer a la generación de los Hewitt.

—Eres taaaaaaaan tierno. —Bromeó Cole, en el asiento copiloto. Pasando una mano por sus hombros.

—Y ustedes unos insoportables. —Se movió en su lugar incómodo. —Déjenme, estoy conduciendo.

—¿En serio? —Se ríe Cole, moviendo el volante bruscamente.

El auto se desvía del camino y Paul golpea con fuerza a Cole haciéndolo reír, vuelve a tomar el volante con fuerza en sus manos y el auto vuelve a la carretera.

—¡Podemos chocar! ¡Que imprudente! —Gritó. —¡Pero por amor a Satán!

Saskia acercó su rostro en el espacio que hay entre los asientos.

—¿Desde cuando alabas a Satanás?

—Gracias a él le ángel caído Akikel nos creó. —Los miró con mala cara. —También deben de alabarlo.

—¿Entonces Satanás y Akikel cuidan de los brujos? —Preguntó Saskia. Él aceptó.

Saskia y Cole se miraron mutuamente, con el fantasma de una sonrisa maliciosa y traviesa. No hacía falta decirse alguna palabra para que ellos sepan que pensaban en lo mismo. Tenían una unión melliza tan poderosa que incluso tenían las mismas travesuras pensadas.

Paul los miró horrorizado y asustado por lo que sea que se les haya ocurrido hacer.

Saskia rápidamente le tapa los ojos a su pobre tío mientras que Cole juega a mover el volante bruscamente.

—¿¡Qué creen que hacen!? ¡¡Chocaremos!!

—Que aparezca Satán y Akikel a iluminar el coche. —Saskia sonríe traviesa

—¡¡Así no funciona!! ¡Destápenme los ojos o…

Demasiado tarde. Cole movió muy rápido el volante y antes que pudiera volver a moverlo el auto chocó contra árbol y todos se batieron.

Saskia por jugar a cubrirle los ojos no presto atención alrededor, por lo cual al chocar ella cayó al espacio de los pies, intentó poner sus manos para cubrir su cuerpo a la caída pero se enredó con el vestido y cayó dándose la cara contra el suelo.

Cole por otro lado, llevaba el cinturón puesto aunque no sirvió de mucho dado que por estar jugando, al chocar, se dio la cabeza contra el vidrio de su ventanilla y estaba un poco aturdido.

Su tío Paul casi no podía respirar dado a la gran bolsa de aire que había liberado el volante.

—¡LOS ODIO! —Gritó enfadado.

—Joder. —Saskia se levantó y se sentó en el asiento. Tocó su nariz que estaba sangrando dado el golpe. —Akikel y Satan se morirían de hambre si fueran guardaespaldas.

—Mejor bajemos del coche.—Murmuró aún aturdido su mellizo.

Saskia abrió la puerta y sin mirar donde estaban bajó, al instante sintió sus zapatos embarrarse con lodo, y miró horrorizada como el auto estaba justo debajo de una zanja llena de agua, lodo y estiércol de caballo.

Se giró a advertirle a los demás pero demasiado tarde, Cole había bajado como estaba muy aturdido al sentir el lodo en sus piernas quiso saltar pero se tropezó y cayó completamente en la mezcla de lodo y estiércol.

Saskia comenzó a reírse a carcajadas pero se detuvo al escuchar un “crack” en su zapato, su tacón había roto y ella cayó justo alado de su hermano.




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