Saskia se había quedado todo el día pensativa sobre lo que había dicho Blair con tanta neutralidad
«—Nada. Sabía que algún día volverían los vampiros a Louisville.»
Sin embargo no pudo tener mucho tiempo para penserlo, Blair simplemente colocó la música en la radio, llegó al aquelarre y los hizo entrar a un aula donde se retiro sin añadir más.
Aula donde le corresponde enseñar a la profesora Warren, quien hablaba con una gran sonrisa, alegre de tener que dar uno de sus temas favoritos.
Sin embargo, no se daba cuenta de que los nuevos estudiantes, los mellizos Hewitt, miraban con una gran mueca a todos sin ser capaz de entender lo que estaban hablando.
—Entonces realizamos un rearview si nos lanzan un fulgur. —Habló un chico, tomando apuntes en su cuadernillo.
Cole miró como escribían y se estresó internamente. ¿Qué escribía? Sus apuntes aun estaban en blanco.
—¿Qué? —Soltó Saskia, girando a ver a Chloe.
Chloe le puso su mejor sonrisa —a pesar de estar cansada de tener que explicarles absolutamente todo—, y les explicó.
—Si reciben un rayo, deben hacer el conjuro de viceversa. —Tradujo. —Actúa como un espejo, desvía a su destinatario.
—¿Y cuál es el conjuro de viceversa?—Cole se llevó ambas manos a la cabeza.
Chloe los miró, luchando internamente para no poner los ojos en blanco, frustrada.
—Chicos, lo acaban de explicar.
Saskia dejó caer la cabeza en el pupitre y cerró sus ojos, cansada.
Que asco de estudio
—Quiero llorar e irme a casa. —Bufó haciendo morritos. Siempre le pasaba, si algo no le salía le invadían las ganas de llorar hasta que luego de unas cuantas lágrimas se digne a volver a intentarlo.
Cole, igual de frustrado, puso su peor cara mirando a la profesora. Como si por mirarla mal desaparezca en el aire. «Muy maduro» pensó Chloe mirándolo con una ceja enarcada.
—¿Señorita Hewitt? —Pregunta la profesora, mirándola cómo tenía la cabeza sobre el pupitre. Saskia levanta la cabeza y la mira, sin ocultar su mal humor. —¿Está entendiendo la clase?
—No. Joder, no. No entiendo.
—Explicaré de nuevo...
Bla, bla, bla, Saskia siguió sin entender.
Miró su reloj y su estómago rugió, eran las dos de la tarde y aún así no había tenido tiempo para irse y comer algo, ni siquiera recuerda de haber visto antes una máquina expendedora o alguna cafetería.
Siguió así media más hasta que no resistió más, estaba apunto de pedirle a la profesora ir al baño como excusa e ir a buscar alguna comida chatarra para comer, pero se detiene al ver como la profesora sonríe y mira su reloj.
—Bueno chicos. Es todo por hoy.
Saskia salta de su silla, guarda su libreta en su bolso al igual que Cole a su lado, guarda todo en suma velocidad y prácticamente salen corriendo del aula.
—¿Se quedarán a la próxima clase? —Chloe termina de guardar sus cosas y alza su cabeza, hace una mueca al ver que los Hewitt ya habían salido corriendo. —Al parecer no.
Saskia y Cole vieron que el ascensor estaba lleno por lo cual fueron a por las escaleras, donde comenzaron a bajar rápidamente.
—¿Has hablado con el tío? —Preguntó Saskia.
—No me ha mandado mensaje. Supuse que esta ocupado con el auto. Luego hazme acordar que lo llame.
—Vale.
Siguieron bajando las escaleras hasta llegar a la tercer planta, soltaron un suspiro rendidos.
—Mejor esperemos el ascensor.
Se acercaron a las grandes puertas cerradas, Saskia iba a tocar el botón pero se interrumpió al ver como un chico lo hacía, sus manos chocaron y el chico sonrió avergonzado.
—Lo siento. —Se disculpó.
—No, descuida, la culpa fue mía.
Cole puso los ojos en blanco al escucharlos.
Saskia tocó el botón y miró con los labios apretados al chico frente a ella. Tenia el cabello alborotado y un poco corto, sus ojos grisáceos hacia un contorno bonito con su rostro, y sus labios de trazos finos curvaban una tímida sonrisa.
—Soy Keith Nazarhet.
—Saskia Hewitt.
—Si, los he visto en la fiesta. Estabas preciosa, ó sea ahora lo estás, bueno debes estarlo siempre pero ese no es el punto.
—Gracias Keith. —Respondió ella, notando su clara timidez.
—¿Iban a almorzar?
Cole miró hacia otro lado, con los ojos en blanco y poniendo cara de pocos amigos, sin ni siquiera dignarse a presentarse.
—Claro.
—Oh, yo igual. ¿Quieres que te invite a...
—No, gracias. —Le responde Cole, mirándolo mal. Keith nota su presencia y lo mira. —Llevaré yo a comer a mi hermanita.
—Oh, bueno, les puedo recomendar comer la hamb...
—No, gracias. —Le vuelve a interrumpir. —Es vegana.
«¿soy vegana?» se preguntó internamente Saskia
—¡También soy vegano, que genial! ¡Saskia, puedo recomendarte la hamburguesa de poroto! O sino pide el menú vegano que trae seitan.
—Grac...
—¿Saskia ya te llamo tu novio? —Preguntó Cole, mirandola con una sonrisa maliciosa. —Tu novio, el mafioso. —Pronuncia lo último lentamente.
—Yo no...
—¿Si? ¿te ha llamado? —Vuelve a interrumpirla.—Que bueno. Es mi chico favorito. —Se gira y mira a Keith —Es super tóxico y celoso, mejor aléjate de ella porque oí que tiene armas y anda en tráfico de personas.
Saskia puso los ojos en blanco ante el intento de susto al pobre chico.
Cole generalmente no solía ser celoso pero si protector, sabía perfectamente que tenía una hermana que solía elegir a los chicos bastante mal por lo cual era su deber como hermano mellizo cuidarla de posibles sospechosos de idiotas
Las puertas del ancensor se abren y los mellizos entran, Keith iba a entrar sin embargo Cole presiona el botón.
—Que pena. Está lleno.
—Pero si son dos...
—Pídele a tu líder que haga abracadabra y los ascensores sean más grandes.
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Editado: 13.11.2020