Selcouth

5

Saskia retrocedió un paso, alarmada por su aparición, Hunter no se inmutaba en que ella esté hablando por teléfono para mirarla fijamente con más intensidad de la que le gustaría.

—¿Saskia? —Exclamó Blair —¡Saskia! ¿Dónde estás?

—Nowhere Bar —Susurró ella, lentamente.

Hunter miró su al rededor y suspiró, esperando que Saskia colgara el teléfono. Saskia tras decirle la dirección colgó y dejó el celular presionandolo con fuerza en su mano, mirando a Hunter como si fuese un depredador.

—Lamento interrumpir tu llamado, solo quería estar tiempo a solas contigo. —Le dijo con suma tranquilidad. —¿Estás bien? Pareces alterada.

—Me has dado un susto apareciendo así. —Le contestó, a la defensiva.

—Oh. No fue mi intención, no quise hacer ruido porque hablabas por teléfono.

—¿Qué haces aquí?

Él frunció las cejas, incrédulo.

—Crei que era una señal. Me has coqueteando al entregar el cóctel y luego has salido al callejón. —Movió las manos en el aire.

Saskia liberó todo el aire en los pulmones.

—¿Creíste que íbamos a echar un polvo en... Un callejón?

—O al menos un beso. —Se encoge de hombros.

—Que iluso.

Pasó por su lado y entró al bar de nuevo, ligeramente más calmada mientras se dirigió hacia la barra. Saludó a Claudia con la mano, indicándole que ya había vuelto y se acercó a su hermano.

—Debemos irnos.

—¿Iremos? Es viernes, si nos vamos el jefe se enfadará.

—Ya explicaré en camino, joder, vamosnos.

Saskia palidece al ver que en la mesa de Hunter habían al menos cinco hombres junto a él, todos robustos, altos y musculosos conversando entre ellos.

—Creo que ahora hay todo un grupo de cazadores. —Susurró.

—¿Qué? —Cole la miró sorprendido.

—Estoy asustandome, asique o nos vamos ahora o me voy sola.

Cole se quita el delantal y la mira horrorizado

—¿Serias capaz de dejarme, maldita?

—Instinto de supervivencia ¿Ok?

Cole pone los ojos en blanco y ambos caminan hacia la salida, luego verían que explicación darle al jefe.

Al estar cerca de la salida, uno de los hombres sujeta del brazo a Saskia deteniéndola. Saskia suelta un respingo ante el contacto sin embargo, el señor, no parece tener intensión de soltarla a pesar de estar en público.

—Déjala, Gave. —Hunter le dice. —Ya la examiné, no parece tener marca.

El tal Gave la escanea con la mirada

—¿Por qué no te sientas con nosotros, bonita? —Ignora totalmente a Hunter

—Déjenme. —Jaló de su brazo. Pero sólo logró que la presionara aún más.

—Vamos, Gave, no es bruja. —Hunter insiste.

—Oye, dejala. —Cole jala a Saskia.

Se sintió como un oso de peluche al cual ambos jalan de sus brazos en distinta dirección.

—¿Por qué? Apestan a brujos. Díganme, ¿son brujos sin aquelarre? ¿No saben qué los brujos sin aquelarre no sobreviven mucho?

—¡Dejala! —Comenzaron a llamar la atención, algunos clientes estaban por girar a verlos.

Saskia se tensa en cuanto siente una mano colocarse en su espalda baja, y acto seguido alguien se posiciona a su lado. Ambos miran con asombro como Karteen aparece, con su revoltoso cabello y una sonrisa le da una rápida mirada a todos.

— siempre apareces y arruinas la fiesta. —Gave suspira, rendido.

—Vamos, Gave. No me hagas pedirlo. —Sonó divertida.

Él suspiró y soltó a Saskia sin dudarlo dos veces, mira con recelo a la castaña mientras se cruza de brazos.

—¿Sabes que no podrás interrumpir nuestro trabajo siempre, no?

—¿Debo recordarte cuantos favores me debes? —Se llevó ambas manos a la cintura, frunciendo las cejas.

Gave hizo un mohín

—Sabes que mi trabajo es matarlos.

—No son brujos. —Miente con clara facilidad. —Tienen ancestros brujos pero no son capaces de hacer magia. Su generación ya es débil.

—¿Y qué eres ahora? ¿Defensora de humanos?

—Solo recuerdo como hacer tu trabajo, Gave. —Inclino la cabeza aún costado mirándolo bien —No pueden dañar humanos. Es el pacto. ¿No?

Todos se miraron entre sí. Le habían creído completamente que los mellizos no eran brujos, pues ella siempre tenía respuestas rápidas y engañosas que resultaban ser sumamente engañosas. Y por supuesto, ninguno de ellos pensaba o esperaba que Karteen les estuviera mintiendo.

—Venga, vayamosnos. —Karteen les da una mirada a los mellizos, quien la entienden al instante y caminan con rapidez hacia la salida.

Al salir reciben el aire fresco de la madrugada y sonríen aliviados, Karteen reclame sus labios mirando a las calles.

—¿Qué haces aquí? —Le pregunta sorprendida

—Es viernes por la noche, pensaba en tomar algo, divertirme, salirme con la mía pero no, al parecer primero de pedirme un trago debo salvarlos de cazadores.

—Ellos te conocen. —Cole alzó ambas cejas.—Dijiste que eras nueva, que no conocías a nadie en Louisville.

—Corrección: no conozco ningún humano en Louisville.

—¿Y conoces cazadores?

Se encogió de hombros, despreocupada.

—Tengo muchos contactos. —Guardó ambas manos en los bolsillos de su chaqueta. —¿y ustedes qué? ¿No iban a hacer nada? Si siguen con esos instintos de supervivencia no durarán mucho en lo mítico ¿Eh?

—Nuestro líder viene en camino. —Saskia puntualiza.

—Si, bueno, si hubieran esperado a vuestro líder Gave ya los hubiera matado. —Alza ambas cejas—Que asco de supervivencia tienen. ¿No son brujos? Podían haberse puesto a decir algunos conjuritos. Yo que sé, quitarle la vista, darle dolores de cabeza, quitarle la dignidad, bueno tampoco es como si tuviera mucha.

—¡Pero si somos nuevos! —Exclamó Saskia, llevando ambas manos a su cabeza —¡Apenas sabemos mantenernos parados!

—Lo noté. —Murmura.

—Espera. —Cole achino sus ojos, mirándola con desconfianza. —¿Eres vampiro?

—Por supuesto. —Lleva una mano a su pecho, muy digna.




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