Selcouth

19

—¡Estoy bien! —Gritó exasperada mientras movía las manos en el aire. 

Cole la Ignoró completamente. 

—No puedes levantarte de la cama. Has reposo por hoy. 

—Pero si estoy bien. —Insistió. 

—No. No lo estás. Has convulsionado. Has sufrido mucho dolor. Si no fuese porque Blair te quitó el dolor gracias a la unión hubieses muerto. Así que acuéstate y quédate ahí. 

Saskia suspiró pesadamente y apoyo su espalda entre los almohadones, cansada. Era extraño, había sentido tanto dolor que la había desmayado pero ahora, no sentía absolutamente nada. 

—Tienes lápiz labial en los labios. ¿Casi muero y tú te has besado con alguien mientras? 

Cole la miró divertido. 

—Puede que en tu ausencia haya hablado con Karteen. —Movió las manos en el aire, pensativo. —Y puede que también nos hayamos reconciliado. 

—Oh. Eso explica el porqué esta aquí. ¿Y Austin? 

—Sinceramente no creo que pueda perdonarlo después de lo que nos hizo. Pero se ha comportado bien hoy, se ha preocupado mucho por ti y realmente nos quiere de regreso como una... Familia. 

—¿Mamá y papá no han venido? 

—Lo siento, Saskia. 

—No pasa nada. —Le sonrió. —Estamos bien. Solo necesito que tu estés conmigo. 

—Siempre estaremos juntos. 

Le sonrió con dulzura. 

—Yo... He visto... 

—Una nueva generación. —La interrumpió. —Lo nombraste repetidas veces antes de desmayarte, lo sé. 

—¿Sabes que significa? 

—Blair ha explicado algo. Poco. Al parecer tenemos la capacidad de poder crear un aquelarre. Una nueva generación de brujas. 

—¿Qué significaría una nueva generación de brujas? 

—No lo sé, sinceramente. —Respondió. —Pero por lo que tengo entendido, Blair tiene la generación de brujos más poderosos en su aquelarre y nuestro aquelarre sería algo evolucionado a ello. 

—¿Cómo conseguir personas mejores que el aquelarre de Blair? 

—Creo que no se trata de conseguir. Se trata de convertir. 

Saskia puso su mayor cara de estupefacción mirándolo disgustada. No le gustaba la idea. De hecho, le parecía un horror. ¿Convertir brujos? No. Algo debía de estar mal. 

—Supongo que Austin tiene las respuestas que necesitamos. —Cole añadió tras ver su clara confusión. —Él quiere hablar contigo. 

—Que venga. —Se encogió de hombros, como si tener que decirlo fuese innecesario. 

—Bueno, luego de lo que has pasado será mejor no abrumarte. Decidimos verte uno por persona. Básicamente Blair vigila que ninguno de los dos se abalance sobre ti. Uno parece más alterado que el otro. 

—¿Karteen alterada? 

—Ni te lo imaginas. —Se comenzó a reírse. —Yo... Me gustaría decirte algo. Será mejor que te lo diga yo. 

—¿Qué? 

—Al meterte en el recuerdo del libro sin conexión dañaste la barrera. No puedes volver a hacerlo. Nunca. 

Saskia suspiró pesadamente y apartó la mirada. De pronto se vio abrumada con su propia culpa. ¿Cómo pudo ser tan tonta de olvidar que debe estar enlazada? Echó su cabeza hacia atrás y cerró sus ojos. 

Lo único que podía utilizar en el mundo mágico y ahora ya no puede hacerlo. 

Lo único que la hacía sentirse conectada a sus padres, ya no puede volverla a conectar. 

—¿Cómo tocaré a alguien? —Le susurra apartando la mirada. 

—No lo sé pero sí Blair. 

Saskia asintió con la cabeza lentamente. Sentía un nudo en la garganta que la hacía ponerse nerviosa y apenada. 

—No te pongas mal. —Le susurró. —Encontraremos la solución. 

Asintió con la cabeza pero no contestó. 

Cole no permitió que su hermana siga abrumándose y apenándose con sus pensamientos. 

—¿Sabes qué? —Intentó animarla. —Creo que nuestra madre tendrá una solución. Podemos hablar con Austin  y luego contactarnos. 

Eso alegró visiblemente a Saskia, cosa que hizo que relajara a Cole 

—¿Tú crees? 

—¡Claro! —Exclamó.—Estoy seguro que encontraremos la solución. Pero ahora debo irme, Blair vigila que los dos se mantengan al margen y no te invadan pero si pasa mucho tiempo no dudo que Karteen se ponga insoportable queriéndote ver. 

Saskia asiente con la cabeza firmemente, más animada. Cole se puso de pie y salió de la habitación cerrando la puerta. Era agradable tenerlo a él para siempre animarla porque pese a que ella era muy fácil de animar, su hermano siempre se toma el tiempo para estar para ella. 

Sin embargo, cuando creyó que era Karteen quién abrió la puerta aparece la cabellera castaña clara de Austin. 

Guarda silencio, sin saber mucho que decir, Austin se sienta en la silla a lado de su cama, donde anteriormente estaba su hermano sentado. Al tenerlo cerca pudo verlo con más detenimiento, definitivamente es parecido a Cole, tanto por sus ojos como por el color claro de su cabello. Su nariz y mandíbula tienen trazos finos y delicados, es guapo. 

—Me tenías preocupado. —Confesó él, juntando las manos apoyando los codos sobre sus piernas, inclinándose ligeramente hacia adelante. —Estaba muy preocupado. 

—Perdón. —Se disculpó sin saber mucho que responder. 

—¿Por qué has hecho eso? 

—Quería respuestas. 

—Karteen me dijo que tienes un problema con tu ansiedad. No dejas que las preguntas no tengan respuestas. Lo quieres saber todo. 

—Debe ser triste que te tengan que contar como es la personalidad de tu propia hermana.—Jugó con sus manos sujetando el borde de la cálida manta que la cubría por encima de las sábanas. 

—Sí lo es. Espero poder conocerlos por mi propia persona y espero poder recibir su perdón. 

—Nunca e sido rencorosa, ni tampoco soy de juzgar. Solo estuve desilusionada pero lo superaré. Supongo que tuvieron sus motivos. Huían aunque de una persona muerta y un aquelarre que ha cambiado. 

—No creo que el aquelarre haya cambiado mucho. —Opinó, inclinando la cabeza a un costado para ver la completa reacción de Saskia quien solo miraba sus manos jugando con la manta. 

—¿Por qué no crees en Blair? 

—Más allá de Blair, no creo en los aquelarres. Nuestra familia no cree en uniones de brujos. 

—¿Por qué? 

—No todos los líderes son malos, no me malinterpretes. Pero sufrimos el problema de tener a Xainne de en nuestro aquelarre. Él sobreexplotaba a nuestros padres, les quitaba la magia si ellos no hacían lo que él quería y los ponía constantemente en peligro. 

—Entonces se han ido. 

—Quisieron hacerlo por las buenas. Llevarnos a todos. Pero él amenazó con que les quitaría toda su magia y también le haría algo al embarazo de mi madre. Donde ustedes estaban creciendo. Tuvieron que planear con tiempo, contactar a Karteen y convencerla, cosa que resultó muy difícil. Tuvieron que esperar años, pacientemente, el momento indicado. Todo tenía que salir bien. 

—Y lo salió. 

—Sí. Pero no pudimos llevárnoslos a ustedes. En mi mente de niño entendí que si mis padres decían que ustedes iban a estar bien por su cuenta, lo iban a estar. Cuando crecí fui entendiendo y esperé cada día con ansias salir y encontrarlos. Pero menudo desastre que cuando pude hacerlo ustedes ya estaban unidos a un aquelarre. 

—¿Tú ya no? 

Austin suspiró y mostró su hombro, quitándose un poco la ropa para ponerla de costado y dejar ver la marca en su hombro. Al cual era exactamente igual a todas. 

—Seguimos permaneciendo al aquelarre, solo que el líder no puede sentirnos. 

—¿Cómo lo lograron? 

—Somos Hewitt. Somos poderosos brujos. 

Asintió con la cabeza lentamente, no muy convencida. 

—¿Por qué no han vuelto nuestros padres? 

—No lo sé. Aun no creen que Xainne esté muerto. Yo no le temo a Xainne, ni a su hijo adoptivo; Blair. Pero ellos le tienen pánico. Han sido torturados, Saskia. Están asustados. 

—Blair no es igual a Xainne. A él le preocupan mucho las personas de su aquelarre. Es amable. Amargado pero bueno. 

—Te quiere. 

—De hacerlo lo hace, de poder hacerlo no. 

—Karteen ha dado un discurso de edades. 

—¿Ventajoso o desventajoso? 

—Creo que ventajoso. Fue extraño. No quisiera que él te hiciese daño. 

—Lo hizo cuando Karteen le cobró el favor. —Admitió. —Pero a él no le tengo miedo. 

—¿Le tienes miedo a alguien? 

—Le tengo miedo a muchas cosas. Pero mi miedo más profundo fue perder a Cole. Siempre fui consiente que Paul es nuestro tutor, es muy amable y agradable pero... Solo es nuestro tío. No sabia como cuidarlos, cuando cumplimos quince años nos dejó vivir solos en nuestro departamento con ciertas reglas y fue ahí cuando supe... Que pase lo que pase, tenga a quien tenga, viva donde viva, no puedo estar sin él. 

—Estar solos los hizo más unidos que nunca. —Concluyó. 

—Supongo. 

—Yo prometo ayudarles en lo que pueda. Solo pídanme algo y lo haré. Siempre me tendrán. 

—Cole no confía en ti. Procura ganar su confianza y tendremos una conversación de hermandad.  

Él sonríe, y pudo presenciar como tiene hoyuelos, al igual que ella. 

—¡APÚRATE ANIMAL! —Gritó con fuerza Karteen golpeando la puerta. 

—Dios, que mujer insop... 

—¡Son vampiro, te estoy escuchando! —Gritó de vuelta. 

Austin pone los ojos en blanco. 

—¿Cómo pueden soportarla? 

—¿Harás preguntas idiotas o saldrás de una vez?—Volvió a gritar. 

Austin imite un chillido irritado mientras se pone de pie. 

—Estaré en el salón. Al parecer tienes una nueva amiguita que... 

Karteen abre la puerta. 

—Ya, ya, no te irás a la guerra; no te despidas tanto. 

Austin le pone mala cara y le sonríe a Saskia para luego salir de la habitación. Karteen pasa rápidamente y se sienta en la silla a su lado. 

—Dios, soy una ansiosa, no podía esperar más. Estoy segura que me deben de odiar todos pues Blair iba antes que yo pero no lo soportaba. ¿Cómo te sientes? 

—Estoy bien. Supe que te arreglaste con mi hermano. 

—¿Y contigo? ¿Amigas? 

—Amigas.—Respondió. 

—Menos mal. Es que últimamente son muy cercana a ustedes, ya estaba pensando en que hacer. Incluso iba a pedir consejos. ¿Te lo imaginas? 

—¿En serio? 

—Claro. Había llamado a Hunter para pedirle un consejo pero el pobre se empezó a quejar de su tobillo y lo tan inútil que ahora es. Lo cual es sorprendente. Ese chico es tan inútil que llega a asustarme. El punto es que me ha dado pena y terminé yo aconsejándole. 

Comenzó a reírse, Karteen la miró divertida. 

—Por suerte mi hermano está muy encantado contigo y yo no soy rencorosa. Que suerte tienes. —Bromeó. 

—¿Suerte? Me encariñé con dos brujos desastrosos. En serio cuando supe lo que te había pasado estaba lista para patear algunos traseros pero cuando me dijeron que fue por el libro fue impotente. Digo, ¿Cómo podría patearle el trasero a un libro? Aunque con mi suerte el libro me electrocuta o yo que sé. 

—Fue un acto torpe y tonto, lo sé. 

Suspira, mirándole como si le hubiese sacado una tercer cabeza. 

—Hunter me ha llamado. Me ha dicho que luego te visita, que ahora con la pierna coja no puede.  

—Cuando encuentre mi teléfono lo llamaré.—Aseguró de inmediato.—¿Tú como estas? 

—Perfecta. —Responde con una sonrisa superficial. 

—Realmente. ¿Cómo estás? 

—Eres tú la que estuvo atrapada por cinco minutos en el tiempo - espacio, cariño. 

—En realidad para mi contaron como segundos. 

—Y para Cole cinco minutos de convulsión. Pobre trauma tendrá. 

—No desvíes la conversación. ¿Cómo estás? 

—Abrumada, supongo. —Respondió, dubitativa.—Nunca creí que iba a ser capaz de querer a alguien. 

—También te queremos, Karteen. 

Karteen se sorprendió y no supo muy bien el por qué. Era claro que lo que sentía por ellos era mutuo, un cariño amistoso bastante agradable y confiable. Sin embargo escucharlo le resultaba... satisfactorio. 

Enderezó su espalda, mirándole con una sonrisa. 

—Vaya. Tanto he molestado para al final no saber que decir. Solo quiero que vuelvas a la normalidad, Saskia. 

—Volveré seguramente mañana. Cole no me dejará moverme de la cama hoy. 

—Seguramente. Blair tampoco creo que colabore mucho. Está preocupado. 

—Me gustaría verlo. 

—Claro.—Hace un ademán para ponerse de pie sin embargo se detiene. —¿Puedo darte un consejo? 

—Claro. 

—Se lo he dicho antes a Blair, y ahora te lo diré a ti. La edad no clasifica tu madures, ni tampoco tu limite. Tengo ochenta años y Cole dieciseis y eso no es un problema. 

—En realidad la moralidad y la justicia policial lo cree un delito. 

—Cariño, estamos en un mundo mítico. Lo que creías antes ya no está. Aquí no importa la policía, un juez, lo moral o inmoral, aquí importa sobrevivir a las razas míticas pero también vivir. No vivirás nunca feliz si no consigues un amor o una amistad al cual basarte. No importa lo demás. 

—¿Blair que ha opinado al respeto? 

—Puso su cara inexpresiva pero sé que mis palabras le han llegado a ese amargado corazón. —Le guiñó el ojo. 

Se puso de pie felizmente para caminar hacia la puerta donde la abre y sale. Saskia suspira mirando el techo y cierra sus ojos. Casi quiere sonreír, Karteen dándole consejos. ¿Quién lo diría? 

La puerta vuelve a abrirse, nota que aparece Blair. Parece cansado y un poco tenso. Saskia pone su mejor sonrisa cuando se acerca. 

—Tanto tiempo. —Bromea. 

Sonríe a boca cerrada sentándose en la silla. 

—Sí, parece mucho tiempo. ¿Cómo te sientes? 

—Abrumada, confundida, dolida y asustada. —Suspiró.—Creo que no poder utilizar mi poder es bastante... aterrador. 

—Podremos conseguir una solución. —Afirma. —No creo que éste sea el fin de tu poder, Saskia. 

—Cole me ha dicho lo mismo. 

—Me has preocupado. Bueno... Le has preocupado a todos. 

—Lamento eso. No fue mi intención. 

—No te disculpes. Estas bien y eso es lo que importa. Yo... Creí que habías roto la barrera y me había preocupado. 

—Dañaré muchas personas si rompo la barrera ¿No? 

—Más allá de romper la barrera, te perderíamos. Cuando se rompe la barrera te perderás en el tiempo, detendrás el tiempo y todo se iría al demonio. Perderíamos la noción de todo. 

—En resumen arruinaría todo, mucho. 

—En resumen, sí. Pero lo importante es que todo está bien. 

—Sí. Lo está. 

—Yo... Después de que te hayas unido al aquelarre quise decirte algo que no hubo una oportunidad correcta... 

—¿Qué? 

—Te aprecio. 

Saskia alzó las cejas. Definitivamente no se esperaba eso. 

—Te aprecio. Más de lo que debería. —Murmuró. —Y sé que... Está mal. Así que seré tu amigo hasta que cumplas los dieciocho años. Te esperaré. 

Saskia sonrió. No supo si por la ternura que le ocasionaba o por incredulidad. Ladeo la cabeza mirándolo, estupefacta. 

—¿Es una broma? 

—Ojalá. 

Saskia entonces se ríe, echando su cabeza hacia atrás. 

—¿Es gracioso? —Se indignó Blair. 

—Oh Dios, ¿Dónde queda tu perfecta reputación, Van Ewen? —Se burló. —Enamorado esperando por dos años a una bruja sin magia. 

—Suena peor cuando lo dices. —Admitió, dubitativo. 

Saskia niega con la cabeza sin despegar una sonrisa de su boca. 

—También te aprecio, Blair. Pero no creo que sea justo que me esperes. Podemos rencontrarnos en dos años. 

—¿Y si en dos años apareces con un esposo y tres hijos? 

—¿Tres hijos en dos años? Vaya. No perdería el tiempo. 

—Aunque lo dudo. Teniendo un hermano tan conspiranoico como lo tienes seguramente te aparte de todos los hombres a tiempo. 

—Cole no es así. 

—Austin sí. 

Saskia borró su sonrisa poco a poco. Sin embargo cuando se dio cuenta que lo hacía rápidamente vuelve a sonreír radiante. 

—¿Cómo te cae? 

—Me odia por mi padrastro, pero solo puedo ver a un chico asustado y con traumas del pasado. Me quiere juzgar por algo que no he hecho y nunca lo haría. 

—Xainne era un asquerosa persona. —Masculló.—¡Atormento a mis padres! 

—Bueno, no puedo decir lo mismo. Me ha tratado genial siempre. Fue mi ejemplo a seguir. 

—Pero... Ha abusado de su poder de líder. 

—Lo sé. Simplemente me rescató de un orfanato. Yo no era nadie antes, Saskia. Él me dio todo. No podría nunca hablar mal de su persona. 

Saskia no contestó. Opinaba completamente diferente, definitivamente pero no quería entrar en un debate con ello, no valía la pena. Blair quería mantener a su única figura familiar como algo positivo. Porque después de todo el infierno que vivió; Xainne fue lo único más parecido al cariño y apoyo familiar que recibió. 

—No entiendo porqué mis padres no vuelven de una maldita vez a Louisville. ¿Tanto miedo da tu aquelarre? 

—Pienso lo mismo. Nuestro aquelarre es poderoso pero silencioso. No llamamos mucho la atención, nos concentramos en proteger a los humanos en nuestra zona y aprender a vivir con ellos. 

—¿Cómo pudieron matarlo los cazadores? Es que debe ser imposible. Todos dicen que Xainne se obsesionó con la magia ajena, ¿Y no tuvo la suficiente para defenderse? 

—Los cazadores son sorprendentes con sus habilidades al atacar, Saskia. 

—¿Qué es lo que tiene un cazador de especial a un humano? 

Blair suspira, pero no por pesadez o cansancio de tener que explicarle algo, de hecho lo hace con mucha tranquilidad pensando bien en que métodos de palabras utilizar. Era consiente que debía de explicarle todo lo nuevo a sus brujos con dudas sin embargo tras los últimos años ya casi había perdido la práctica pues no tenía brujos nuevos y los únicos eran los mellizos caóticos al cual casualmente solía descubrir ciertas cosas por sus malas decisiones y no por sentarse a escuchar. 

—Hace mucho tiempo antes de crearnos cayeron doscientos ángeles liderados por un ángel que quisieron atacar al falso Dios. Dios lo permitió por supuesto y los condenó a vivir en la tierra junto a sus humanos, seres favoritos de Dios con la condición que de al estar tanto tiempo en la tierra junto a seres con humanidad podrían volver a ser como ellos. Sentir. Empatizar. Akikel al venir a la tierra decidió hacer las cosas bien, decidió ofrecerle a Dios un ser mas evolucionado que podría ser para defendernos entre nosotros. 

—La magia. 

—Así es. Es por eso que nuestra función es proteger a los humanos. No por Dios, sino por Akikel. Obedecemos únicamente sus ordenes. 

—¿Está vivo? 

—Todos los ángeles caídos viven, están condenados a la inmortalidad. Aunque se arranquen el corazón de igual forma están vivos. Lo curioso es que uno de esos ángeles creó otra raza, conocida como los cazadores, ellos principalmente trataban de mantener a todas las razas al margen para que la raza del falso Dios no sufra ningún peligro. 

—¿Pero para eso no estaban ustedes? Digo, nosotros. 

—Claro. Nosotros nos encargamos de que los humanos estén bien y los cazadores de asesinar a quien no esté cumpliendo su deber. Matan demonios que se hacen ver, vampiros que llaman la atención, licántropos que no pueden controlar su transformación, brujos con aires de superioridad... Nos controlan. 

—Pero Gave me atacó sin haber hecho nada. 

—Gave solo quería presumir que ha asesinado a un Hewitt. Aunque no lo parezca la cabeza de ustedes dos es más valiosa que la cabeza de todo mi aquelarre. 

—¿Y por qué han atacado a Chloe y Samantha? 

—Samantha dañó a un humano. 

—Pero le has quitado la magia. 

—Sí, y es por eso que prefiero quitarle la magia antes de matarla. Pero los cazadores no lo sabían, así que fueron a matarla. Chloe solo se interpuso en su camino. Llegué a tiempo para salvarlas. 

—Debe ser difícil ser líder. 

—Se complicó mi trabajo en cuanto los conocí a ustedes, descuida. —Bromeó. 

Saskia lo miró divertida y negó con la cabeza, casi riéndose. 

—Agradece que aún estamos un poco sorprendidos porque sino de otra forma estaríamos haciendo más caos. 

—Lo sé. Los mantendré haciendo cosas para que no vuelvan a hacerme quedar como un pollo. 

Comenzó a reírse de tan solo recordarlo. Blair le puso mala cara pero no pudo evitar también sonreír al fin de cuentas al verla tan alegre. Fue inevitable. 

—¿Cómo podré tocar a alguien? 

—Ya puedes tocar. 

Saskia frunció sus cejas y estiró su mano para tocarlo, efectivamente apoyó su mano sobre la suya, dudando y notó que aunque lo tocaba de igual forma seguía estando ahí. 

—Te he quitado la magia cuando te desmayaste para poder transportarte sin problema. 

—Así que oficialmente soy una simple mortal. 

—Sí. Pero no debes decírselo a nadie. Ni siquiera a Cole o Karteen. 

—No le mentiré a mi hermano. —Frunció sus cejas, horrorizada. 

—No quiero que la noticia llegue por accidente a manos equivocadas, Saskia. Cole entenderá que es por tu propio bien. Antes podías defenderte con tus poderes, hacer algo, pero ahora no tienes magia ni siquiera para pronunciar algo en nuestro idioma. 

—Que horror. 

—Sí. Que horror. —Admitió.—Pero no te preocupes, permanecerás en el aquelarre o aquí, donde gustes, de igual forma estaré a disposición para protegerte. 

—¿Le dices eso a todas las brujas de tu aquelarre? 

Blair la miró fijamente a los ojos. 

—Sí. Pero eres la única al cual si me afectaría no llegar a salvarte. 

Saskia sonrió sintiendo sus mejillas arder. Lo notorio era que pase lo que pase, Blair siempre la hacía sonreír como enamorada. 

—Así qué fuimos creados para proteger humanos... —Murmuró pensativa. 

—Sí. Efectivamente. Bueno, al menos la primer generación, luego creo que todos nosotros fuimos obligados a cumplirlo. 

—¿Que hubieses sido si Xainne no te hubiera encontrado? 

—Probablemente viva en el orfanato hasta que cumpla la mayoría de edad, trabaje miserablemente para alimentarme en el día y algunos días ni siquiera logre comer. La vida de un solitario e inadaptado chico huérfano. 

—Suena triste. 

—Pero realista. ¿Qué tendrías tú? 

—Una familia. —Respondió Saskia, pese que era una contestación algo triste ella sonreía como si nada. —Siempre he querido ir con mis padres y Cole a un partido de futbol americano. Como las familiares estructuradas normales. 

—¿Jamás has ido a un partido? 

—No. Mis esperanzas de solo ir con Cole se afectaron cuando él odió estar sentado viendo algo  que dura unas cuantas horas. Es un perezoso cuando se lo propone. 

—Podríamos ir. 

—¿Te gusta el fútbol americano? —Dejó notar su sorpresa. 

—No. Pero me gusta tu compañía. Y si dura más horas mejor. 

Volvió a sentir las mejillas arder y bajó la cabeza mirando sus manos mientras que él la miraba con una sonrisa extraña. Más allá de sonreír con ternura le sonría con... Cariño. Aprecio. 

—¿Tu has ido a un partido? 

—De niño. Con Xainne. Había comido tantas palomitas que me tuvo que curar el dolor de estómago luego. 

—¿Tienes muchos recuerdos felices? 

—No tantos. Pero tampoco tengo tan malos. Karteen borró la mayoría, solo quedaron los suficientes para recordar como era antes. 

—Xainne pudo haber destruido a mi familia pero salvó la tuya. 

—Siempre estaré agradecido por eso. —Admitió. —Aunque su muerte me haya tomado por desprevenido. 

—¿Cazadores? 

—Sí. Una emboscada. 

—Si Xainne era tan poderoso gracias a tener magia ajena y obsesionarse con ella, ¿Cómo pudo ser derribado? 

Blair no contesta, la queda mirando con curiosidad. 

—Mis padres no quieren volver y lo único que los alejaba era su existencia. Ellos pudieron fingir su muerte, Xainne también pudo haberlo hecho. ¿No? 

—Lo dudo. Xainne se apegaba tanto al aquelarre que era imposible de alejarlo, no perdería el poder de los brujos más poderosos de Louisville por huir. 

—¿Y si no lo hizo por voluntad propia? 

Blair echó su cuerpo hacia atrás pensativo mientras la miraba excéntrico. 

—Karteen dijo que los cazadores tienen en el centro brujos capturados que utilizan para protegerse. —Murmuró más para si mismo. Aunque la miraba a ella Saskia sintió que su mirada estaba perdida, vagando en sus pensamientos. 

—Blair... ¿Xainne puede estar vivo? —Le preguntó en un susurro. 

Blair pestañeo, como si reaccionara de pronto y se puso de pie, haciendo que la silla retrocediera rechinando. 

—Joder. Mierda. Mierda. ¡Mierda! 

Saskia sintió una pesada y brusca desesperación correr por su cuerpo cuando vio su reacción. 

—¿Estas bien? —Preguntó preocupada. 

Blair notó su alteración y también recordó que ella no podría sentirse mal, no después de lo sucedido. 

—¡No te preocupes! —Exclamó. 

No supo si tomarlo con preocupación,  consuelo —como Blair quería expresarse—, o como una amenaza. 

—Pero... 

—¡Mantente bien! 

—¡Entonces no me grites, animal! ¡No me alteres! 

—¡Te quiero tranquilizar! 

—¡Asco tus métodos de tranquilizar! 

—¡Mierda! 

—¿Qué tanto gritos? —Austin entró a la habitación. 

—¡Apártate! —Karteen puso una mano en su cara y se la hundió hasta que salga de su camino y así poder ver que sucedía. 

Cole no tardo también en aparecer. Rápidamente se acercó a su hermana, procurando que esté a salvo. 

—¿Qué...? 

—Necesito que me ayuden. —Blair respiró con dificultad. —Necesito que realmente me ayuden. 

—Claro. ¿A qué? 

Todos esperaban ansiosos que Blair contestara. Menos Saskia que ya se imaginaba lo que diría y sinceramente no le gustaba ni un poco la idea. 

—Tenemos que rescatar a mi padre. 

—No sabía que el amor hacia idiota a las personas. —Murmuró Karteen, pensativa. Se giró hacia Cole. —¿Yo seré igual de idiota? Si quiero ir a por mi familia por favor golpéame la cabeza. Fuerte. 

—¡Esta vivo! 

—Espera, ¿Tu padre o Xainne? 

—Xainne es mi único padre. —Tensó la mandíbula. 

—¿X-Xainne está vivo? —Austin susurró, comenzando a temblar. —No... No, no puede ser. 

—Por eso nuestros padres no vuelven. —Cole miró a Saskia, quien se había quedado congelada en su lugar. 

—No podemos volver a sacar al líder lunático. —Karteen parece sorprendida de ser ella quien tenga la coherencia en la conversación. 

—No es un lunático. ¡Es mi padre! 

—¡Amenazó con asesinar a los mellizos y a mi, si nuestros padres no lo obedecían! —Austin muestra autoridad. 

Blair tensa sus labios. Su padre podría ser un monstruo pero después de todo él lo recordaba con una persona armoniosa y tranquila. Y sumamente cariñosa. No podía evitar recordar las veces que él lloraba por sus ojos amarillos y las veces que él lo consolaba. O cuando tenía pesadillas y despertaba gritando desgarrando sus cuerdas vocales y él lo abrazaba y mecía hasta dormirlo. No podía creer que habían tantos hermosos recuerdos y después estén los recuerdos de los demás, agrios, tristes y traumáticos por la presencia de alguien que había hecho que su vida cambiara. 

—Yo iré. 

La voz suena tan fina, delicada y calmada que a todos le tomo de sorpresa. Blair se gira a verla, por una extraña razón no se sintió sorprendido. 

Algo en él le decía que Saskia iba a apoyarlo, pese a las malas decisiones que se tomaran en el camino. 

—Entonces yo iré. —Cole de inmediato se apunta. 

Karteen los queda mirando hasta que suspira y mueve sus manos en el aire. 

—Vale, entonces también yo. 

Miraron a Austin que se había quedado pálido hiperventilando con exageración. Al sentir que todos lo miran alza la cabeza y dice lentamente: 

—Soltaran a un monstruo y volverá a acabar con todos. —Mascullo, lento y claro. —No seré participe de esto. 

—¿A que le tienes tanto miedo? —Saskia frunció sus cejas. —Ha estado mucho tiempo allí capturado. Quizá ha cambiado. 

—No dejaré que lo liberes. —Mascullo, ignorando a Saskia y mirando a Blair. 

Blair le sonríe con gracia. 

—Entonces detenme. 

Austin se pone en posición de combate y Blair le sonríe con ironía, preparado. 

—Venga, Inténtalo. —Lo alienta. 

—Eh chicos...—Saskia los llama lentamente. 

Antes que pueda reaccionar o pensar, ve como Austin alza sus manos y un humo blanco sale de ellas, mantiene una bola de humo en sus manos y luego los extiende hacia adelante con fuerza, apuntando a Blair quien con mucha facilidad bloquea su cuerpo creando un salvaguardas. 

Austin presiona sus labios mientras que Blair le sonríe con diversión y con un simple chasquido de dedos el salvaguardas se rompe. 

No tiene mucho que procesar ya que Austin se agacha y toca el piso donde las maderas comenzaron a salirse hasta llegar en dirección a Blair quien rápidamente alza sus brazos y una bola roja sale de sus manos haciendo que impactara contra Austin. 

Austin siente como la bola de magia impacta contra su pecho y lo hace volar por los aires hasta impactar contra la pared a sus espaldas. Se cae, al suelo al impactar y tensa sus músculos. 

Saskia entonces se puso de pie disimuladamente. Cole y Karteen estaban muy entretenidos viendo la pelea como para darse cuenta de ello. 

—Vamos, Austin. Es inútil que intentes derribarme.—Blair suspira, cansado. 

Austin no se rinde. Aún en el suelo levanta su brazo en el aire y lo mueve con fuerza hacia la izquierda. Blair nota que todo lo que estaba en la repisa se alza en el aire, ignorando a la gravedad y acto seguido huelan con fuerza contra él. Blair logra esquivar todos con dificultad. 

—Deténganse. —Pidió Saskia, de pie viendo como poco a poco los dos destruían su dormitorio. —Basta... 

Blair, enfadado gira su mano como si fuese una perilla y luego hace el movimiento contra su pecho, acto seguido la puerta se cierra y le da en la cabeza de Austin. 

Este ni siquiera que queja, se pone de pie y hace sonar su cuello. 

—Ventus. 

Blair vuela hacia atrás, su espalda choca contra la pared y cae como una bolsa de patatas. Saskia gime retrocediendo viendo como Blair quedó aturdido. 

—Impetro lost 

Blair parpadea con fuerza, confuso mientras mira sus manos que sujetaba de su cuerpo para que no se impactara contra el suelo. 

—Trucos del Sabbat. —Dice con dificultad. —¿No sabes jugar limpio eh? 

—Eso no es justo, Austin. —Interviene Cole. 

—Rumpitur. 

Al instante su cuerpo se curva hacia atrás y libera un gemido entre sus labios. Sabía que le estaba haciendo, implantarle una ilusión de que sus huesos se rompen. 

Con una mano, como pudo, levantó algo invisible al aire, como si se tratara de levantar un muro y efectivamente un campo de fuerza lo rodeó haciendo que el efecto se le fuera de su mecanismo. 

Se puso de pie y miró a Austin con advertencia. 

Saskia notó qué Blair había puesto un campo de fuerzas inconsciente, sin pensarlo mucho, pero aún así notó que su mente le había jugado en contra dado que ella también fue rodeada en éste, como si fuese a ser atacada. 

Ella no supo cómo sentirse. Pero, al pensar que Blair sin darse cuenta no sólo se protegió a él —que estaba siendo atacado —, sino que también la protegió a ella hizo que algo cálido de sintiera en su pecho. 

—Chicos, ya es suficiente. —Habló, aunque estaba temblando. 

—No dejaré que liberes a ése monstruo. —Austin le dice con claridad a Blair. 

Blair parpadea y sus ojos se vuelven amarillos en cuestión de segundos pero esta vez ya ni siquiera se limita a ocultarlos. 

Rompe la barrera y camina lentamente hacia Austin, con paso firme y decidido y sus ojos a pesar de brillar doradamente no tenía ningún tipo de brillo que mostrará que es un ser viviente. Solo estaba... Abrumado por la ira. 

Austin se tensó comenzando a conjurar cosas que a pesar de que si le había molestado, Blair no se detuvo hasta llegar a él. 

Con fuerza lo sujeta de su camisa para estamparlo contra la pared, tiró de su camisa para acercarlo y Austin notó que se le cortaba la respiración gracias a ello. 

—Escucha y préstame atención, brujo. No se quien te has creído que eres para intentar ordenarme o detenerme, pero no lo lograrás. Así que piensa bien en lo que haces porque después de todo eres parte de mi aquelarre antiguo así que yo soy tu líder. Obedéceme. 

—Ahí esta... —Masculla con rencor. —Ahí veo más como te pareces a Xainne. 

—Jamás haría lo que Xainne les hizo. —Respondió. —Pero si sigues metiéndote en mi camino te haré cosas peores a lo que mi padre te ha hecho. 

—No existe algo peor. 

—Haré que exista. —Le aseguró. 

Austin le sonríe con ironía, alza su mano y le coloca la mano en su pecho donde unas tiras de electricidad comienzan a hacerse notorias. 

Blair no lo suelta, se mantiene firme aunque el dolor de la electricidad recorrerle era fatal. Austin aprieta sus dientes a tal punto de le dolía la mandíbula, sin embargo, resistía transmitiéndole la electricidad. 

—¡Basta ya! —Gritó Saskia. 

Blair por su parte casi quiso gritar. No pensaba en dejarlo de sujetar pero la idea de hacerlo y retorcerse del dolor era tentadora. Presionó sus manos en el agarre de la camisa de Austin ahorcándolo más cosa que hizo que Austin aumentará la intensidad. 

Saskia sintió una ira recorrerle por el cuerpo. Jamás había sentido una mezcla tan embriagadora de emociones. Por un momento no quería detenernos sino que quería golpearlos por no hacerlo. 

Un ligero dolor de cabeza se pronunció en su mente al mismo tiempo que se sintió impotente. Los dedos de sus manos temblaron cuando con un escalofrío le recorrió centrándose en su nuca. 

Y entonces, con grandes pasos caminó hacia ellos. 

Sujeto a Blair con una mano y lo empujó, Blair se apartó y no por la fuerza de Saskia sino por su presencia en la pelea. 

Cuando sostuvo de la mano de Austin para evitar que pudiese volver a electrocutar a Blair, notó que Austin aún no había detenido las descargas eléctricas pero aún así ella estaba perfectamente. 

No sentía absolutamente nada pero aún así vio lo sus brazos se ponían pálidos y rayos claros salían del agarre entre ellos. 

Austin tiró de su mano para evitar llegar a dañarla sin embargo ella le rodeó la muñeca con su mano y le sujeto fuerte, con las cejas bien fruncidas. 

—¿Saskia? —Cole la llama. 

Saskia pestañea y se aparta de él, como si su persona le asustara. Hubo unos segundos de silencio puro donde todos la habían incrédulos y estupefactos. 

—¿Mi poder no funciona contigo? —Preguntó en un susurro casi inaudible. 

—Mi hipnosis tampoco funciona con ella. —Karteen añadió, igual de absorbida por la sorpresa. 

Saskia volvió a pestañear, asustada y meneó su cabeza para decir: 

—Yo... Solo... —Negó con la cabeza lentamente. —Planeemos un plan. 

Austin la miró con decepción hasta que se giró y se retiró tan rápido como había llegado. 

Todos guardaron silencio, mirando como se había ido tras la puerta hasta que despabilaron escuchando aplausos divertidos de Karteen: 

—¿Y bien? —Lleva ambas manos a la cintura. —¿A quien debemos matar para llegar al lunático? 

Blair, Cole y Saskia le ponen mala cara pero ella sonríe emocionada. 

 




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