Narrador Omnisciente.
Víctor disfrutó de la vista en Luna Nueva desde un lugar privilegiado y con ayuda de toda la tecnología que Erick había instalado fue testigo como la droga les hacía perder el raciocinio a tal punto que algunos asesinaron a sus propia sangre sin detenerse por su propio mandato liderados por James.
Fue placentero el pánico, la zozobra y la inútil esperanza que los lobos depositaron en su alfa, envió a sus propios asesinos detrás de aquellos que intentaron escapar no habría piedad con ninguno de ellos.
Una vez las nubes de gases disminuyeron y el silencio inquietante se hizo presente Víctor caminó entre los muertos buscando a alguien en específico, nunca fue su enemigo pero era aliado de Ethan y por eso debía morir, necesitaba confirmar la caída del alfa Damon; él personalmente contempló su cadáver lleno de sangre y dos cuerpos encima supuso que eran de los suyos y que murió peleando intentando entender porque su gente lo había traicionado, sus caras estupefacción no tenían precio con eso Víctor se sintió satisfecho.
Ya tenían su nueva flota de lobos soldados nada les detendría excepto el ver su maravillosa obra en la siguiente manada; su caravana de autos marcharon a luna hechizada a ver con sus propios ojos la muerte del alfa que más odiaba aquel muchacho que lo derrotó con solo 17 años hace tiempo al llegarán esas tierras confirmó con deleite la caída de su beta Ian y otras muertes de muchos del círculo íntimo del alfa entre ellos su compañera Bree quien estaba tendida en medio de la calle afectada por el veneno; siendo hibrida no tenía la más mínima oportunidad de sobrevivir, la luna de Ethan ya no estaba eso garantizaba el deceso del alfa tarde o temprano a pesar de no encontrar su cuerpo.
Esa era la victoria absoluta para el cazador, los alfas estaban exterminados y nadie impediría sus planes ahora, la droga era rápida, letal y sus resultados una maravilla los había exterminado a todos, nada más lejos de la verdad aun así subió a su vehículo sin mirar atrás sintiendo el regocijo de su triunfo saboreando el placer de su venganza y salivando por los siguientes objetivos mientras emprendía la marcha donde estaba su escondite.
El nivel de toxicidad era peligroso para Víctor aún con su traje especial no podía arriesgarse a permanecer demasiado tiempo dentro de esos terrenos una vez hecho el ataque sus ropas protectoras serían insuficientes, una vez vio el desastre que hizo su veneno se marchó sin mirar atrás convencido que todo estaba hecho.
No habían palabras para describir lo que había ocurrido en ése lugar si alguna de ellas siquiera existiera para definirlo sería: Desolador.
El hermoso bosque verde ahora estaba en silencio con una quietud aterradora la cual el manto de la noche cubría ocultando el desagradable olor a sangre, muerte y miseria que Víctor había dejado en él; los numerosos cuerpos tendidos en el suelo tiñendo de rojo la tierra era el resultado final de su victoria mientras blancos copos de nieve salpicaban el cielo.
En el ataque habían muerto hombres, mujeres, ancianos y niños por igual la macabra imagen de las manadas de Luna Nueva y Luna hechizada parecían salidas de una película de terror o un apocalipsis. Ambas tierras estaban contaminadas con los componentes de la droga aquellos que soportaron el veneno fueron esclavizados y obligados a dar el golpe final a su misma gente y cualquier otra persona que se aventurara a entrar a dichos territorios estaría condenada a morir tal cual lo hicieron sus habitantes.
Horas más tardes del ataque en Luna Hechizada una pequeña loba empezó a moverse, arrastrándose por el suelo. Ivy estaba herida pero consiente la habían dado por muerta en medio del caos pues se quedó quieta sin moverse mientras el grupo de lobos desgarraba la garganta a los afectados por el gas de modo que cuando ya no pudo luchar más se quedó inmóvil intentando controlar su respiración y el latir desbocado de su corazón de ésa manera pudo sobrevivir.
Fingiendo y esperando que toda esa pesadilla terminara pronto; la loba tenía muchas heridas en todo el cuerpo le dolía incluso respirar pero era licántropa y sanaban con rapidez cuando apenas pudo ponerse de pie su instinto le instaba a correr pero su vocación de enfermera pudo más, empezó a buscar sobrevivientes, buscó el pulso en los más cercanos comprobando con pena que la mayoría se había ido para siempre sus padres no estaban lo que significaba que eran parte del "ejército asesino" como ella le llamaba a los miles que se fueron de su manada siguiendo órdenes de los cazadores. La pequeña lobita casi se arrastró hasta cada uno de los cuerpos tendidos en el suelo buscando signos vitales, alguna cosa, lo que sea para mantener la esperanza. En medio del dolor y el llanto miró a tantos amigos y compañeros en el suelo también niños, muchos niños muertos y en algunos casos sus madres con ellos. Se ahogaba en el lodo de la miseria viendo la crueldad del hombre en su peor faceta rogaba internamente que Klaus hubiese salvado a Ethan no estaba segura si su alfa sobreviviría a un rechazo estando ya emparejados, pensar en Bree la hizo llorar de nuevo, lo hacía bajito conteniendo los sollozos por miedo a ser escuchada por los enemigos aunque por dentro quería gritar hasta desgarrarse el alma.
Las primeras veinticuatro horas fueron difíciles, cuando apenas pudo caminar sin dificultad siguió buscando a más como ella, algunos quejidos de dolor le ayudaron a guiarse afortunadamente habían sobrevivientes algunos hombres y mujeres con vida, apenas eran unas decenas personas pero cada vida que salvara contaba los llevó a todos de vuelta al hospital donde podría ayudarlos; apenas vendó sus heridas de mayor importancia y siguió la búsqueda, los que se encontraron en mejores condiciones colocaron a los muertos ordenados afuera del hospital y trajeron el cuerpo de Bree a una camilla donde la cubrieron con una sábana blanca, había tanto trabajo que hacer que no tenían tiempo de lamentarse, permanecían atentos a cualquier ruido con el miedo de ser atacados en cualquier momento.