Capítulo 2

Luego de sepultar a unos cuantos ese día decidieron ocultarse mientras se recuperaban, Bratt sabía que Víctor estaría ocupado con la manada del Amazonas la más grande de américa del sur, por lo que se enfocó en ayudarles lo más que pudo a los sobrevivientes pero aun así no podían confiarse de permanecer en esas tierras, cada minuto contaba y debían moverse rápido.

No encontró señales de vida en Luna Nueva le dolió por todas las familias que vivían a quienes el conoció tan brevemente el humano entendió que se trataba de licantropos pacíficos no de las bestias asesinas que los fundadores siempre les decían.
Había estado tan equivocado al juzgarlos por ello por eso ahora se dedicaba a los pocos lobos de la manada del alfa Ethan con ahínco, no tenía idea de que haría después pero era imperativo apoyarles antes qie Víctor notara que su droga dejaba vivos a los inmunes.

Entre esos lobos en cuestión muchos no quisieron irse de la manada sin embargo los drones que los cazadores usaban podían escanear fuentes de calor dado a la temperatura de los lobos era mayor a la un humano común serían detectados con facilidad y así dar alerta en caso de encontrar vida. Bratt ya había hecho un trabajo especial hackeando todo pero con Víctor no podía estar seguro por algo era el líder de los cazadores; Cassy les mostró a los sobrevivientes la cueva donde alguna vez se ocultó con Bree en caso de que necesitaran un escondite si presentían el peligro inmimente, eran inmunes a la droga pero no al ataque de los suyos.

Siendo tan pocos podían caber en ese lugar, otros se quedaron en la cabaña de James a terminar de recuperarse y esperar a su alfa, tenían fe en Ethan.
Otro grupo se fue con Bratt a la ciudad, especialmente se llevaron a Sonya que estaba muy grave la pierna estaba de color negro y un desagradable olor emanaba de su pierna  las altas fiebres no la habían dejado recobrar la conciencia y si perdían más tiempo Sonya moriría.
Ivy y Cassy confiaron en Bratt para llevarla a un hospital humano a que la atendieran lo mas pronto posible, él se encargó de inventar una historia creíble del porqué de su estado.
Nuevamente Sol se separó de su madre quien la dejó al cuidado de otras familias de lobos que quedaron ocultas cerca de la cueva donde conoció a aquella niña pelirroja que ahora estaba enterrada al lado de sus hijos trató de contener el llanto para infundarle valor a la pequeña y alejarse de ahí denuevo, no fue fácil dejar a Sol pero se hicieron una promesa, Cassy le dijo volvería a casa con papá y la niña esperaría el regreso de ambos.
La omega no tenía idea si llegaría a cumplirlo pero los cazadores tenían a James y no se quedaría con los brazos cruzados iba a recuperar a su compañero y padre de la niña que dejaba en manos de los sobrevivientes.

Algunos lobos se separaron en el camino, tenían familia viviendo en la ciudad y debian alertarlos, vivir entre humanos les salvaba la vida a algunos pocos pero era cuestión de tiempo para que Víctor los encontrara. Bratt de fué con las tres mujeres rumbo a la ciudad donde despues de una cirugía de emergencia determinaron que Ivy se quedaría con Sonya en el hospital mientras Cassy y Bratt se quedaron en su pequeño departamento éste incluso le presentó a sus dos hermanas. A Cassy le urgía ir donde estaba James pero eso no era posible no mientras estaban atacando manadas no podía entrar a las filas de lobos con el humano sería ponerse un blanco en la frente y ambos moririan.

Ella le rogó a Bratt que la dejara entrar en el ejército se infiltraría para llegar a su esposo pero el humano le negó por ser algo muy arriesgado además ella no era inmune a la droga ahora los nuevos componentes eran agresivos si volvía a entrar a su sistema estaría bajo sus efectos por tiempo indeterminado aun con todas esas razones no era suficientes para ella no se daría por vencida necesitaba recuperar a su esposo.

Tres días después Sonya finalmente despertaba la odisea por salvarle la vida había llegado a su fin. No sabía dónde estaba no escuchaba nada pero estaba en una cama sentía el inconfundible olor a hospital, ruidos en la lejanía, su cuerpo adolorido como si hubiese sido arrollada por un camión, el ardor en su garganta necesitada de beber algo de agua y algo más... el olor de su compañero cerca eso la hizo abrir los ojos de golpe y sentarse asustada. Encontró al humano dormido en una silla al lado de ella, cuidandola o era su prisionera no estaba segura que intensiones eran las de ese tipo pero era él, su olor.

Lo sintió hace tiempo en el hotel de Damon pero se negó a conocerlo y ahora estaba frente a ella tenía rostro, era joven y apuesto, pero no cambiaba el hecho que era humano y ella no quería conocerlo además ¿Como la encontró? ¿Por qué estaba aquí? su mente era un caos tratando de recordar los sucesos que la llevaron ahí.

Bratt despertó de su letargo sin que la loba lo hubiese alertado, la miró con profunda pena estaba tan pálida, llena de moretones por todo el cuerpo, con razguños en los brazos y en su bonito rostro. El humano se sentía responsable por todo el daño causado mientras ella parecía asustada de su presencia al apretar las sábanas con fuerza mientras sus ojos lo escrutaban Bratt sabía que probablemente era el monstruo al que le temía y que los lobos tenían todo el derecho de despreciarlo por todo lo que habían hecho en sus tierras el daño era irreparable.

— No voy a lastimarte. — le dijo aunque causó el efecto opuesto Sonya intentó ponerse de pié para huir fue entonces que se dió cuenta de algo, frunció el ceño
apartó las sábanas rápidamente y miró su pierna izquierda amputada por debajo de su rodilla.

Gritó de asombro, de pánico, de dolor, de los miles de sentimientos que la embargaban en ese momento. Empezó a llorar desconsoladamente al verse ahí con una pierna menos no sólo significaba que no volvería a caminar, sino que no se transformaría en una loba nunca más nunca podría correr libremente. Le habían dañado de la peor manera y ella hubiera preferido la muerte a eso.