Selene
Estoy frente a un vampiro moreno de ojos claros y sombríos fornido, alto, vestido elegantemente de un traje negro hecho a la medida a través de lo cual se nota una musculatura definida estoy segura debe ser un príncipe más. Camina imponente fijando su mirada depredadora en mí, está rodeado mujeres vampirezas denoto por lo pálido de su piel todas con vestidos tan reveladores exhibiendo sus curvas sin ningún problema podrías confundirlas fácilmente con modelos de pasarela todas son muy bellas y saben que lo que tienen.
— ¿Pero que tenemos aquí?¿Quién eres tú? — dijo tratando de sonar seductor seguro tendría un gran efecto en otras mujeres pero yo sé frente a quien estoy; da un paso hacia mí y yo retrocedo al entender sus intensiones y verlo relamerse los labios. — Un bocadillo de bienvenida quizas. — continúa mientras sonríe diabólicamente.
Desearía saber donde estan todos y por qué Klaus se fué dejándome sola en un sitio infestado de vampiros. Las mujeres me miran como si fuera algo insignificante y ya me acostumbré a ese tipo de miradas llenas de la superioridad que creen tener.
Sostengo sus miradas desafiantes recordando quien soy: una bruja poderosa volví de la muerte con un propósito no les temía antes y no les temo ahora.
— ¿Que criatura tan interesante tenemos aquí? — musita el vampiro mirándome fascinado y no se necesita ser un genio para entender que él tambien puede leer mi mente.
Parece interesado en decir algo más pero una voz interrumpe la batalla de miradas entre ambos.
— Bienvenido Avalon. — aparece Lee y vuelvo a respirar tranquila no deseo conflictos con vampiros por el momento si deseo cumplir mi misión. El hombre al que ahora conozco su nombre no deja de mirarme y me siento incómoda.
— Los invitados de Rusbell son intocables para todos. — reitera el vampiro asiático llamando su atención y alejándolo de mí unos pasos.
— Ya veo, es una pena. — dice Avalon mirándome de una forma que me hace sentir como si fuera la presa que no le dejan probar rompe el contacto visual y se enfoca en el vampiro a su lado. — ¿Donde están los demás Lee?
— Sígueme llevamos horas esperándote Lestat aún no aparece. — ambos hombres se marchan del lugar seguidos de todas las mujeres quienes me miran molestas y se van contorneando sus caderas estoy segura que intentan llamar la atención del otro vampiro pero éste no sucumbe a sus encantos, bien por Lee eso hace que me agrade.
Escucho cosas romperse de nuevo en dirección contraria por donde los príncipes se marcharon y es extraño que a ellos no les interese teniendo sus sentidos tan agudizados quizás no sea algo de su interés. Me dirijo al lugar a un par de metros dentro de éste enorme castillo iba a tocar pero me doy cuenta que detras de la puerta se escuchan risas y gemidos me queda claro que aquí no hay nadie que necesite ayuda me sonrojo al escuchar a esas voces gemir, gritar y pedir más sin ningún pudor.
Pensar que hace horas era yo la que rogaba por más a mi vampiro hace que me avergüenze si llegaron a escucharme como yo a ellos. El bochorno es tal que decido marcharme pero en ese instante la puerta se abre para dejar salir a una vampira quien sale empujando un carrito de alimentos segundos que me dejan ver lo que adentro sucede: unos vampiros follando con mujeres y bebiendo.
Uno de ellos bebe directamente del cuello de una chica hay otras dos en el suelo, bastante pálidas apenas se mueven y temo lo peor lo cual a ellos les tiene sin cuidado
No sé donde está Klaus juro que lo patearé donde más le duela ya no poseo mi fuego, lo sacrifiqué hace seis años y dudo que mis otros hechizos sean tan poderosos en contra de los vampiros reales además necesito sus gemas. Corro en dirección contraria tratando de evitarlos pero llego a un camino sin salida donde todas las puertas estan bajo llave y debo regresar lo cual logro sin menores contratiempos decido que es mejor si me encierro en la habitación donde estaba dormida a esperar a que aparezca Klaus o los demás.
Veo el relog antiguo en la pared de la habitación son las 3:30 am han pasado un par de horas desde que salí a buscar a Klaus me empiezo a exasperar nadie aparece por mí nadie viene a buscarme no puedo darme el lujo de perder el tiempo por lo que salgo decidida quizás si busco a Lee me diga donde están los míos soy una tonta debí preguntarle antes.
Afortunadamente nadie se atraviesa es mi camino no se cuantas horas faltan para el amanecer que es el tiempo que ellos descansarán y yo me sentiré más segura. Llego a un salon principal y escucho voces entre ellas las del príncipe que busco abro la puerta y pronto cinco pares de ojos se posan en mí por sus ropas sé quienes son ellos; Rusbell y Lée se encuentran lo cual me alivia, tambien están el moreno de hace rato y los tipos folladores.
— Disculpen no deseaba interrumpirles. — trato de der cordial y educada mientras paseo los ojos por todo el lugar.
Se encuentran sentados en una mesa larga y ovalada de madera con cierta distancia los unos de los otros, además los tipos de hace rato beben lo que parece licor; conozco la razón por la cual están aquí reunidos y es que los necesitamos más que nunca.
— ¿Y ésta quien es? otra de tus invitadas o es comida. — dice un rubio de greñas largas con cara de Ángel pero pésimo carácter y falta de modales que me mira de arriba abajo mientras hace una mueca.
— Ella es Selene la bruja que hizo posible nuestro tratado de paz. — musita Rusbell mientras yo muestro una sonrisa forzada para quitarle hierro al asunto y evitar decirle unas cuantas cosas al princeso rubio.
— No se si recuerdo mal pero ella había muerto ¿no? — dice otro bebiéndo de una copa con sonrisa burlesca de cabello oscuro largo hasta los hombros, en cierta forma es muy apuesto no lo niego de hecho todos lo son pero no son de mi agrado y menos por la forma en que me miran.
Todos estan vestidos de negro resuman elegancia, poder, belleza, letalidad no hay que ser un genio para saber que estoy ante los príncipes eternos otro vampiro llega es muy atractivo pero su mirada gélida puede cambiar incluso el ambiente un poder parecido al de Hades pero no tan fuerte como la de ése dios.