Alana
Damon no volvió a mirarme desde el día en que me apresó no supe cuales eran sus planes trataba de ignorarme aunque sí le afectaba mi presencia no podría pecar de ilusa y creer que albergaba sentimientos profundos por mí, no eso era simple odio lo que habitaba en él los escuché hablar al resto, lo mucho que la cabaña olía a mí, les escuche preguntar quien era yo todos querían saber ¿Por qué la humana seguía respirando? ¿Por qué simplemente no me mataban? ¿Que razones podrían vincularme a los lobos? sin embargo el alfa no brindó mas explicaciones diciendo que era SU presa y que decidiría mi destino después.
Sus hombres lo aceptaron y no hubo más preguntas al respecto pero la frialdad con la que hablaba era aterradora, la forma en que miraba a todos infundía respeto; los lobos se movilizaron al día siguiente viajé a ciegas sin saber cuales eran los motivos por la cual lo hacíamos no parecían huir del enemigo o de Víctor, pero yo era una prisionera mis necesidades o preguntas no importaban sus miradas de desagrado hablaban por si solos yo era una cazadora perteneciente al grupo de humanos que los estaba matando nunca creerían en mi inocencia por ello no me molesté en defenderme o decir nada más.
Me moría de frío, de cansancio, de hambre pero no lo demostré intenté ser fuerte a pesar de todo nos movimos hasta que el alfa encontró una casa amplia para todos ellos sin levantar sospechas. Sus hombres no lo pensaron dos veces y entraron asesinando a los humanos que habitaban ahí incluyendo a los sirvientes ví con terror la nueva faceta de Damon nuestras vidas no le importaban en lo absoluto, escuché los gritos y las súplicas pero ellos no se detuvieron, cada día más lobos se nos unían y fue entonces que lo entendí que el alfa estaba reuniendo un ejército para ir a la guerra.
Tiraron los cuerpos como si se tratara de basura a una bodega y me encerraron junto con los cadáveres era un mensaje de lo que me ocurriría, lo que ellos estaban dispuestos a hacer conmigo, no supe de Damon después de eso lo ví caminar con sus ropas manchadas de sangre evidenciando su participación en las masacres pero su rostro era inexpresivo ya nada le afectaba y lo que pasara conmigo tampoco.
Su indiferencia dañaba más no era una santa pero tampoco merecía ser tratada de ésta manera, no era culpable de lo que los cazadores les hicieron. Controle el impulso de vomitar al ver los cuerpos tan dañados no teníamos oportunidad en una pelea contra ellos eran más fuertes, más ágiles y para colmo si deseaban transformar partes de su cuerpo lo hacían con sus manos al hacerlas garras filosas que cortaban nuestra carne como si fuera un cuchillo en la mantequilla.
¿Donde estaba el Damon que conocí y del cual me enamore?
El hombre de allá afuera era frío, calculador y un asesino implacable me dolía profundamente todo lo que había pasado eran personas comunes y corrientes, gente inocente la que recibía la furia de los lobos, dudaba cuantos días me quedaban antes de ser también un cadaver pero iba a luchar. Busque en mi bota y suspire de alivio al encontrar la navaja ahí todavía al menos era algo con que defenderme de mis atacantes que por suerte desde que fui apresada no me ponían mucha atención. En la penumbra de esa bodega desate mis manos y me aleje de los pobres desdichados buscando salidas alternativas no iba a dejarme morir iba a pelear hasta el último aliento de ser necesario se lo debía a mi padre que se sacrificó, por mi hermano y por mí, se lo debía a Noah que se controlaba como vampiro para protegerme a pesar de no desearlo yo iba a pelear por seguir viva por volver a él y por vengarnos de Víctor.
Estuve atenta a la puerta, yo no era importante para ellos al cabo de unas horas el olor de los cuerpos era desagradable empezaban a descomponerse y a darme arcadas pero yo no iba a darme por vencida habían muchos hombres lobo a mi alrededor planeando no se qué en éstas tierras debía ponerme en contacto con Noah y el alfa Ethan era necesario que saliera de aquí lo más pronto posible; ni siquiera se habían dignado a traerme algo para comer o beber aunque sea una vez al día lo hacían era para mantenerme viva aunque no fuerte.
Eran ilusos si pensaban que iba a caer desmayada por ello, mi entrenamiemto militar me hizo aprender a vivir con lo mínimo y ahorrar energía para sobrevivir en casos extremos si no me movía mucho era porque estaba esperando el momento oportuno. Cuando estuve lista me quité la chaqueta a pesar que tenía frío ésta me estorbaba la bodega a penas tenía una pequeña ventana cerrada que daba al jardín y estaba oculta por la maleza o almenos eso esperaba.
Coloqué los cuerpos contra la puerta de entrada sería apenas un pequeño obstáculo para ellos pero podría darme algo de ventaja traté de no vomitar al tocarlos después de pasar horas escondida en un rincón intentando ignorarlos cuando las llaves de un auto cayeron del saco de uno de ellos casi lloré de alegría no lo pensé dos veces y las tomé.
Una Alana sumisa esperando a ser rescatada esa no era yo, recordé a mi amiga Cristal no iba a dejarme vencer ella no sacrificó su vida para que me dé por vencida ahora.
Rompí la ventana mientras aullaban a la luna o quien sabe a que pero eso evitó me escucharan afortunadamente nadie pareció notarlo y esperé a que se fueran a dormir si es que lo hacían ya habían pasado quizás doce desde que llegamos o más pero aún faltaba mucho para el amanecer, tome mi navaja trepe por la ventana asegurandome que no había ningún vidrio roto que pudiera dañarme me atasqué un poco por lo estrecha que era pero logré pasar apartando la maleza y escondiéndome en los arbustos llegué al otro lado de la casa.
Cual película de suspenso notaba el frío indolente del otro lado mi corazón latia a mil por hora y tenía miedo de ser descubierta me arrastré unos metros para no ser vista por las ventanas y encontré unos vehículos afuera.
Eran de lujo denotando lo rico y poderosos que eran sus dueños pero yo sólo necesitaba salir de ahí lo más pronto posible.
Corrí hasta los autos con las llaves en manos debía descubrir a cual le pertenecía eran tres y empecé a buscar cual era el indicado sin embargo la llave no funcionó en ninguno pero no me desanimé al menos la navaja en mis manos sería util en el ejército nos entrenaban para éste tipo de cosas sobre todo para sobrevivir y era lo que yo iba a hacer.