Selene

Capítulo 14

Klaus

Las últimas horas han sido un infierno no teníamos tiempo que perder abandonamos la fortaleza con rapidez pronto las autoridades llegarian al lugar y todo se convertiría en un circo mediático, los humanos exigirían respuestas la vida de muchos de los suyos y de hombres lobos eran el saldo que dejó la noche sin mencionar el artefacto que hizo desaparecer a los vampiros.
La muerte de Abimeleck era lo que necesitaron los príncipes vampiros para reaccionar y participar en la guerra que se avecina; fueron ellos los que nos llevaron a las afueras de la ciudad para arreglar unos asuntos antes de partir detrás de Víctor.

Selene y yo ayudamos a Ethan a enterrar a su hermano ademas de intentar que no saltara sobre Angellus, quien también asesinó a los lobos que estaban petrificados por el poder de mi mujer; impulsado por la ira, la pérdida de su amigo y el odio que siente por los lobos fue el catalizador para el desastre.
Tomamos los restos de Tyler y lo trajimos a la mansión con nosotros nadie se atrevió a decir nada ya eran demasiadas pérdidas por un día. Enterramos al hermano del alfa bajo un árbol en silencio y en medio de todo éste caos esperábamos que fuera lo último antes de acabar con Víctor.

Temo por Ethan su mente está perdiéndose en la oscuridad sin su luna un alfa pierde el control y más uno que no deja de perder a sus seres amados: sus padres, su manada, su mujer y ahora su hermano. Cada muerte ha sido un golpe duro para Ethan y siento que también una parte de él muere con ellos puedo decir que a pesar de todo el que se mantenga en pie demuestra lo fuerte que puede llegar a ser.
Selene se mantiene a su lado ambos lloraron sobre la tumba de Tyler una vez finalizamos de enterrarlo podría jurar que el sol se ocultó por completo hoy debido a todos los últimos acontecimientos.

Darius llevó al resto adentro no sin antes darnos indicaciones por ello dejamos que los príncipes se reunieran y arreglaran sus asuntos tienen el dinero y poder suficiente para llevarnos a todos detrás de Víctor pues al final demostró que es más fuerte que ellos, cosa que les dió en el ego.
El convertido de Agatha también murió anoche y será una pena decirle ésto a su hermana Noah a pesar de ser un vampiro neófito controló sus instintos lo hacía por Alana y era algo digno de admirar sólo quería protegerla.

Contemplo de lejos a Ethan arrodillado en la tierra y a Selene darle un beso en la cabeza antes de venir a mi encuentro la conozco y sé que está pensando una y mil maneras de resolver todo éste conflicto, ya no puede alterar el tiempo Víctor siempre volvería a hacer más daño, no descarto la posibilidad que ésa fuera la consecuencia de usar la piedra cinco años atrás no la dejaría morir de nuevo de ésa manera tan dolorosa nuestra mejor opción es quitarle la piedra al humano reunirlas todas y destruírlas pero tampoco sabemos como hacerlo para ayudarla a completar su misión.

Viene a mis brazos su naríz esta roja y sus ojos hinchados por el llanto apoya su cabeza en mi pecho y solloza.

— A cuantos más perderemos antes de acabar con Víctor. — dice mientras su rostro está escondido por su cabello, acaricio su cabeza intentando reconfortarla.

— Es algo que no puedo responder. — Admití con pena, pues algo me decía que se venían más muertes.

— Están acabando con todos y lo peor es que yo sigo estancada sin saber que voy a hacer para ayudarlos.

Me niego a dejarla cargar con culpas que no soy suyas, todo lo que pasa ahora es responsabilidad de Víctor y de los humanos a su cargo fueron los cazadores no ella y además jugaron con ventaja como la gema estabamos a ciegas sin saber porque nuestro enemigo era tan fuerte.

— Creo que necesitas descansar te exiges demasiado tu misión es destruir las gemas, la nuestra matar a Víctor.

— Todo por estar perdiendo el tiempo si todos esos vampiros idiotas me hubieran escuchado.

No pudo terminar de decirlo pues el carraspeo de uno de ellos nos hizo voltear. Lee no parecía molesto por sus palabras pero igual su rostro era de seriedad.

— Ha llegado la hora, vengan conmigo. — intercambiamos miradas Selene y yo a la vez que dejamos al alfa detrás de nosotros siguiendo al príncipe asiático.

— Él debe venir también. — señalo a Ethan. — Es alguien importante para lo que se viene no tendremos éxito sin un alfa de nuestro lado si queremos evitar más muertes.

No sabía a que se refería pero intuía que era algo que no iba a gustarme todo mi ser lo presentía. No tuvimos que ir por Ethan, él ya estaba a nuestro lado después de lo que dijo Lee lo había escuchado llegar a pesar de mostrarse tranquilo todos sabíamos la tempestad que llevaba en su interior, menos Selene que intentó tomarle la mano en un gesto cariñoso pero que el alfa evitó.

No dije nada no quería preocupar a Selene aunque yo mismo no deseaba su muerte era un buen chico después de todo y me había encariñado con él pero estaba muy mal, su salud mental pendía de un hilo. Atravesamos toda la casa estilo victoriana de esas enormes haciendas en las afueras de la ciudad, contaba con caballerizas, arboledas bien cuidadas y mucha privacidad todo el territorio estaba protegido por guardias a lo largo y ancho de la propiedad. Habíamos viajado horas en vehículos blindados y nadie se había alimentado, nisiquiera Selene ella estaba preocupada por Perséfone pero siendo humana dudaba mucho que Víctor le hiciera daño en cuanto a Jessie no quería pensar que planes retorcidos tenía para la rubia.

Caminamos por el lujoso sitio hasta llegar al salon principal en ningún momento solté la mano de Selene tenía miedo por primera vez sentía que una fuerza invisible la apartaría de mi lado nuevamente y yo no estaba preparado para ello no despues de todo lo que compartimos.

Lo primero que ví al llegar era al resto de príncipes algunos sirvientes iban y venían por todo el lugar atendiendo a sus amos Darius permanecía de pie, Angellus y Avalon estaban sentados, Lee caminó hasta situarse al lado de mi líder todos vestidos de traje negro y corbata no parecían antiguos vampiros sino un grupo de jóvenes empresarios, ninguno pasaba los 40 años de edad; noté que Rusbell me daba la espalda sentía la tensión que emanaba y el rechazo a mi presencia nunca me trató de ésa manera nuestra relación siempre fué fraternal.




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