Ethan
Selene se marchó con Klaus hace unas horas a buscar la gema que le falta, Lee y yo nos pusimos en marcha esperaba dejar de ser un espectador y lograr algo ésta vez.
— ¿Estas bien? — pregunto el vampiro que me acompaña ya que parece ser el único agradable de los príncipes reales.
Era la pregunta que todos me hacían, Klaus, Rusbell o Selene y la respuesta era la misma yo estaba al borde del precipicio moviéndome como un zombie impulsado solo por mi deseo de venganza.
— Dime como es que un vampiro conoce algo que mi propia raza no. — respondí sin deseos de hablar de mí o de lo que estaba sintiendo.
Lee no dijo nada, siguió con sus ojos en el camino mientras yo esperaba con paciencia su respuesta.
— Deberías comer algo antes de que lleguemos estoy seguro que apenas haz logrado dormir y no te alimentas bien desde hace tiempo.
— No lo necesito.
— Ethan.
— Dije que no necesito comer Lee, responde mi pregunta.
— Lo haré si comes primero. — dijo e hice una mueca de disgusto parecía no querer ceder.
— Es absurdo allá hay lobos siendo esclavizados, no podemos perder el tiempo en cosas sin importancia.
— Que tu estés fuerte y sano es importante eres el único alfa vivo que queda, la droga no les afecta por eso Víctor al darse cuenta los empezó a cazar primero y estando débil sin comer o dormir no vas a servir de nada allá afuera solo lograrás que te maten y entonces quienes lo liberaran.
No pude refutar sus palabras pero mi estómago se negaba a aceptar comidas o las devolvía y no era nada agradable.
— Será mejor que ésta noche descancemos mañana temprano podremos ir. — dijo Lee sin intensiones de olvidar el asunto.
— No es necesario podemos llegar hoy. — refute su idea.
— Mañana.
— Cada minuto que perdemos más gente muere Lee es que no lo entiendes, si te preocupa que no sirva para la misión dormiré un par de horas en el camino.
— Ethan.
— Tu no tienes idea de lo que he perdido, aún tengo la sangre de Tyler en mis manos no me digas que una comida o una siesta borrarán lo que está sucediendo allá afuera.
— No está a discusión chico pasaremos la noche en un hotel antes de terminar nuestro viaje. No me hables de perder seres queridos te aseguro que ser antiguo puede ser una maldición por la cantidad de personas que ví morir; ayer perdimos a Abimeleck y aunque te cueste creerlo era un buen tipo, uno de los siete no sabes el deseo que tengo de vengarlo pero debo hacerlo de manera inteligente y tu igual soy el único que puede decirte como hacer el despertar y si no estas fuerte en cuerpo y pensamiento no serviras de nada allá afuera. Te guste o no estoy a cargo hasta que seas capaz de valerte por tí mismo allá afuera entiendes.
Guarde silencio ante cada una de sus palabras, no era un vampiro como los otros estaba claro no discutí con el asiático asentí en respuesta y me dejé guiar a pesar de que no deseaba perder el tiempo.
Al cabo de una hora ya estabamos en un lugar donde para mi sorpresa vampiros nos recibieron, vampiros de Lee debo asumir todos eran orientales, subimos hasta una de las mejores habitaciones, no me detuve a ver nisiquiera el nombre del hotel, solo seguí al vampiro.
Entre a la habitación después de Lee y una mujer detrás de nosotros el resto quedó afuera apostados en la puerta, me sorprendió encontrar unas bandejas de comida esperando la cual fue señalada por el príncipe no dije nada, obedecí la muda orden y tome asiento para probar algo después de casi 72 horas con el estómago vacío era un platillo de carne con verduras y puré nada extravagante no sabía cuanta hambre tenía hasta que el olor llego a mis fosas nasales, mi estómago gruñó y procedí a comer con rapidez.
Lee se sentó en un sillón y una vampira de rasgos finos se colocó de rodillas ante el vampiro, hubiera esperado cualquier cosa menos lo que ví.
La mujer en cuestión estando en una pose sumisa hizo a un lado su cabello y dejó desnudo su cuello y hombro derecho para ser mordida por el príncipe oriental lo cual hizo y yo quedé mudo.
Nunca supe de un vampiro mordiendo a otro para alimentarse, eso era una locura, sin embargo al encontrarme con la mirada de Lee volví a mi comida y revise las otras bandejas no era asunto mío lo que él hacía, escuché el jadeo de la mujer al ser mordida y lo mucho de la gustaba que su amo lo hiciera, estaba algo incómodo entonces tomé de la segunda bandeja un estofado que olía delicioso me esperaba una porción de pastel pero lo dejé para después lo iba a comer luego era mejor atiborrarse de comida que ver a un antiguo alimentarse de una de los suyos.
— Es suficiente Ethan, vomitarás si sigues comiendo así. — dijo Lee no me dí cuenta que ya estaba de pie junto a la puerta. Unos tipos entraron a retirar las bandejas con rapidez nisiquiera pude probar el pastel de chocolate y me lamenté por ello.
Accedí a sus palabras algo decepcionado en el fondo, si tenía hambre después de todo y ahora con el estómago lleno me sentía un poco mejor.
— Deberías tomar un baño, hay un asunto que debo atender volveré en una hora. Te enviaré un poco de ropa para que te cambies está bien.
Volví a asentir todos se marcharon, excepto por una mujer del servicio que me trajo una muda limpia y tal como Lee dijo yo obedecí como un cachorro.
El baño lujoso me esperaba mi reflejo era de pena literalmente aún tenía la sangre de mi hermano en la ropa, me había crecido la barba no recordaba la última vez que me habia afeitado, tenía todo lo necesario aquí para hacerlo asi que lo hice, luego me quite toda la ropa para entrar bajo la ducha el agua me supo a gloria llevándose todo por el drenaje y a mi cuerpo a un estado de relajación que me hizo desear estar en una cama Lee tenía razón yo necesitaba ésto tan sólo para despejarme un poco.
Empecé a secarme el cabello y ver la muda, estaría bien no sabía como ellos dieron con mi talla pero no estaba para perder el tiempo con esos detalles escuche tocaban la puerta cuando terminaba de ajustarme los pantalones, descalzo me presuré a vestirme con la camisa salí ya con mi ropa limpia cuando tocaron la puerta por segunda vez.