Adam
Miro a mis hijos, estoy sentado frente a ellos en mi despacho, mi mirada pasa de uno a otro mientras ellos solo me miran con sus preciosos ojos grandes y verdes
—Y entonces? ¿No recibo respuesta? — pregunto y ellos permanecen en silencio— cuál de los tres le cortó el cabello a la niñera?
—No entiendo por qué tanto lío papá —comenta Aiden, el "mayor", mayor por dos minutos, pero él se lo toma en serio
—Por qué tanto lío? — enarco una ceja—es la quinta niñera que se va corriendo en este mes, la chica amaba su cabello, incluso tenía seguidores en sus redes por él
— Era horrible— chilla Ainhoa, mi preciosa pequeña
—Se lo merecía —expresa Adrien con mirada fría, este se parece a mí
—Por qué Adrien?
— Era muy tonta, se creía bonita y le dijo a Ainhoa que se peinara porque su cabello estaba feo, nadie ofende a nuestra hermana— agrega y él y su hermano asienten, yo miro a Ainhoa, es verdad, a mi hija no hay quien le toque su cabello, siempre lo lleva suelto y rebelde, pero es precioso así como está.
— Hijos, no pueden seguir así, las niñeras se van o acaban en algún hospital por culpa de ustedes— ellos reprimen una sonrisa— buscaré a otra
—No papá — chillan los tres al mismo tiempo
— No necesitamos una niñera, somos grandes— expresa Aiden
—Tienen cuatro años— Digo enarcando una ceja, cuatro años, pero son bastante inteligentes
—Suficiente para nosotros, podemos quedarnos solos en casa con los guardias y los cocineros— menciona Ainhoa
— La última vez que eso pasó, parte de mis cocineros y guardias pidieron la renuncia y casi queman la casa— explico mientras me pongo de pie, debo buscar una niñera que los soporte por más de una semana, la que más duró fue eso.
—Papá — mi hija me acaricia el rostro cuando me agacho frente a ellos— Si buscas a otra, saldrá corriendo—Añade sacándome una sonrisa
— Descuida, le aclararé a la otra que tu cabello no se toca—Me pongo de pie —Vamos, pueden salir a jugar y por la tarde vamos a por helados
— Si—gritan Aiden y Ainhoa mientras que Adrien permanece con la cabeza gacha, yo lo detengo antes de salir
—qué sucede hijo?— Me pongo a su altura
— Fui yo quien cortó su cabello papá — responde dando un suspiro—pero no me arrepiento, era una mujer mala y fea—reprimo la risa
—Bien, que no vuelva a suceder —los veo a los tres alejarse y salir al patio a jugar, estoy seguro de que esto lo hicieron entre los tres, pero siempre Adrien dice que es él.
— Lauren—Digo a una de mis cocineras— Puedes vigilar a mis hijos, debo salir
— Si señor—Dice sonriendo, ella es la empleada que más tiempo lleva en la casa y mis hijos la adoran, es a la única que no le han hecho alguna maldad, bueno, le cambiaron la sal por azúcar, pero eso no cuenta, ¿verdad?
Subo a mi auto y conduzco hacia uno de mis restaurantes "A. Sanz". Soy Chef y tengo una cadena de restaurantes, restaurantes por toda España, pero yo mismo solo me encargo de uno aquí en Madrid.
— Ya se fue esa niñera también verdad?— pregunta mi hermano sonriendo en cuanto me ve entrar
—Si Iván, ya se fue y sin cabello— Ambos comenzamos a reír
— Te conseguiré una, conozco a la indicada— Dice pensativo
—a si? No saldrá corriendo
—te aseguro que no hermano
—pues háblale rápido, necesito una ya y más ahora que tendré que viajar pronto
—Bien—él se queda callado unos segundos, luego me mira—por qué no vamos a algún club? Pasas los días trabajando
—Tengo que estar aquí
—hermano, tienes cocineros estupendos, no tienes que vigilar este restaurante todo el tiempo, eres el dueño, ya olvidaste?
—Lo sé, pero
— Pero qué? Desde que tus hijos nacieron solo has estado en casa y aquí o en algún otro restaurante, Adam, hace cuánto no estás con una mujer?
—Mi vida sexual no te incumbe Iván — Digo sonriendo porque sé que tiene razón
—Necesitas olvidar ya a tu esposa y buscarte una novia
—Es imposible olvidar a Bianca, la odio tanto, me duele que mis hijos no tengan madre— comento lleno de rabia— y lo peor es que ellos son demasiados inteligentes y saben que ella los abandonó
—por eso, debes buscarle una madre, ya tienes 30 años Adam y eres millonario, puedes retirarte y dejar los restaurantes con sus encargados
—Me gusta mi trabajo, cuando vengo aquí y creo algún plato me siento feliz y libre, sin estrés alguno...Y tú deberías trabajar más — agrego señalándolo
—Oh no, yo estoy bien con la herencia de papá
— herencia que se te va a acabar si sigues sin trabajar, bebiendo, jugando y con mujeres por ahí Iván
—Ya deja el sermón para tus hijos, ya tengo un plan donde ganaré dinero— expresa antes de ponerse de pie— Ahora me iré, te conseguiré esa superniñera.
— Más te vale, oye, no quieres cuidarlos tú? Te pagaré bien
— No, me gusta mi cabello— responde riéndose y lo veo salir del restaurante.
—Cómo vamos chicos?—pregunto entrando a la cocina
— De maravilla— responde Kim, ella es una gran chef y sé que puede manejar esto sola, pero adoro mi trabajo, me pongo a preparar algunas de las cosas antes de abrir el restaurante, pero dejo que sea ella quien de las órdenes en la cocina.
***
— Bueno, yo me voy— anuncio dejando mi delantal
— Adam—Kim llega a donde estoy — No quieres tomar algo luego?
— Hoy les prometí a los niños ir a comprar helados
—A entiendo —Dice dibujando una sonrisa, Kim es preciosa, pero
—Quieres venir? A ellos les gustará, creo— pregunto algo dudoso
—pero es que aún no termino
—ellos saben lo que hacen—Digo señalando con la cabeza al equipo— te veo fuera.
Kim sube al auto y conduzco hasta la casa, donde mis hijos ya me esperan sonriendo pegados al portón, yo sonrío al verlos, ellos son toda mi vida, Aiden y Adrien son como dos gotas de agua que confunden a todo menos a mí, ellos se parecen bastante a mí aunque en el carácter Aiden es más parecido a su madre al igual que Ainhoa, todos tienen los ojos verdes como ella, la maldita que nos abandonó y se largó porque según ella era aún muy joven para hacerse cargo de tres niños y quería disfrutar la vida un poco más.
—Ella será la nueva niñera?—pregunta mi hija mirando a Kim atentamente cuando suben todos al auto
—No, ella es una amiga— respondo y por el espejo veo que los tres intercambian miradas
—Y por qué viene con nosotros? — pregunta Adrien con su mal humor
— Porque es una amiga
—Solo amiga?— Dice Aiden y puedo ver a Kim sonreír levemente
—Sí, solo amiga—los tres vuelven a cruzar miradas para luego no hablar más en todo el camino.
Llegamos al parque al que ellos les gusta venir y enseguida van corriendo hacia donde venden los helados, Kim y yo caminamos detrás de ellos
—son preciosos
—y rebeldes —Ella sonríe
—A esa edad todos los niños son así Adam— Lo dudo.. Dice mi conciencia
— Adam hermano — Gael viene a nosotros sonriendo, es mi mejor amigo
—Gael a ti quería verte — digo y luego miro a Kim- Me esperas un segundo? — Ella asiente y luego me alejo con Gael
—qué sucede? Supe que estuviste en mi casa como loco
—Sí, hace dos noches me enviaron una nota amenazante y sabes que mi padre tenía muchos enemigos
—Crees que sea en serio la nota? Qué decía?
— Qué cobrará los pecados del padre con los hijos— respondo mirando a mi amigo y también detective—y la nota tenía sangre
—tu padre hacía muchos negocios ilegales, dañó a muchos, luego paso a por la nota y si recibes algo más búscame enseguida
— Lo haré, no temo por mi Gael—comento mirando a mis hijos que discuten por helados con alguien, yo sonrío — Debo ir o matarán a alguien— Gael asiente sonriendo.