THAIS
El viento recorría mi cara a través de la ventana del aula, estaba sentada en la parte de atrás con mi vista hacia el exterior, sintiendo el golpeteo de mis dedos en la mesa, la voz de mi maestro sonaba lejana y en mi mente solo estaba la imagen de aquel chico con el que me había encontrado el día anterior, su calidez quedó grabada en lo más profundo de mí, el inolvidable sentimiento del momento en que lo conocí se arraigaba a mi corazón, quería -no- necesitaba verlo de nuevo.
Señorita Rousselle, conteste la pregunta.
La voz del maestro me sacó de mis pensamientos.
Con gusto – me levanté – Para lograr que el agua se mueva a nuestra disposición primero tenemos que sentirla, y para eso lo más importante es tener una mente calmada.
Aún distraída, eso no me impedía escuchar lo que habían dicho.
Muy bien, deberían aprender de ella – dijo – Aunque no prestó atención supo responder.
El profesor me miró orgulloso, pero con un toque de decepción, yo solo lo miré indiferente y me senté de nuevo.
...
El tiempo paso y sin darme cuenta me encontraba en el comedor, tenía la leve esperanza de encontrarme con él nuevamente, después de todo este era el momento perfecto, aunque no podamos vernos al estar en clases distintas, cuando es tiempo de comer todos se reúnen en el mismo lugar.
Neri estaba contándome sobre sus vacaciones, pero apenas logre prestar atención, mis ojos solo buscaban con euforia a un chico, mis hermanos se unieron a nosotras en la mesa y comenzaron a charlar conmigo, a ellos no podía ignorarlos así que por un momento deje la búsqueda.
Tas, recuerda nuestra reunión de hoy, no vuelvas a llegar tarde.
Cass me miró seriamente, ayer debido a mi raro encuentro llegué tarde a mis prácticas y mi padre se enfureció.
Lo sé Cass, no tienes que recordármelo, el error que cometí no volverá a suceder.
Vamos Cassi, no seas tan dura con nuestra Duselle.
Cly lo rodeo por los hombros con su brazo, solo el me llamaba de esa manera. Cuando era pequeña sin querer me asusté por una Medusa y congele a Cass, aunque aún no tenía el poder de controlar el agua, podía congelar lo que sea, debido a ese incidente Cly me llama Duselle: la combinación de nuestro apellido “Rousselle” con “Duse” de medusa, le dio tanta gracia ver mi cara cuando me llamó así, por lo tanto, el apodo se quedó.
Cly, no me llames así en público por favor.
De acuerdo, Duselle.
Suspire y negué con la cabeza, era obvio que no me haría caso.
Continuamos discutiendo, o, mejor dicho, jugando como niños, me estaba divirtiendo, ya que hace rato no me sentía tan relajada, y entre todas las carcajadas mis ojos se posaron en la entrada del comedor. Era él, por fin lo volví a ver, mi corazón se detuvo en cuanto lo ví y sin darme cuenta estaba caminando hacia él.
KYREN
Mi mente reproducía la misma escena una y otra vez, el sentimiento de ese momento permaneció en mi interior, esa chica, necesitaba volver a verla.
Kyren, ¿En qué piensas?
La voz de Sul me sacó de mis pensamientos.
Nada, solo me distraje un momento.
Será mejor que prestes atención, este maestro es estricto.
De acuerdo.
Hice mi mayor esfuerzo para poner atención, pero no lograba concentrarme, su rostro seguía apareciendo en mi mente todo el tiempo, realmente espero verla otra vez.
...
Cuando caí en cuenta ya era momento de un descanso, decidí comer por fuera en una cafetería cercana, no me gustaba ir al comedor debido a la atención no deseada que recibía, pero cuando llegué, esta estaba cerrada. Sul me pidió que fuera al comedor con él, así que sin más opciones fui.
Al llegar al lugar note que había demasiadas personas para mi gusto, iba a irme, pero a lo lejos note a aquella chica que no salía de mi cabeza, ella también me observo y cuando nuestras miradas se cruzaron note que se acercaba a mí, mis pies se movieron solos hacia ella en respuesta, no podía evitarlo.
THAIS Y KYREN
Sus cuerpos se movían lentamente, cada paso que daban los acercaba más, ambas respiraciones se volvían difíciles de controlar entra mayor era la cercanía.
Hola, que gusto verte de nuevo.
Habló la chica con un tono casi un poco frío haciendo que el chico pensara por un momento si era sarcasmo.
Si, es un verdadero gusto.
Sonrió con nerviosismo.
Me llamo Thais.
Extendió su mano volviéndose a presentar adecuadamente.
Kyren.
Dudoso correspondió el saludo.
Ambos apretaron sus manos sin soltarse, y por unos segundos, en ese instante una rara magia apareció sobre estas provocando que sus corazones se detuvieran por un segundo.
Buena pelea la de ayer, admito que me impresiono tu fuerza.
La chica corto el momento de tensión y soltó su mano.
Tú no te quedas atrás.
Sonrió genuinamente.
Que puedo decir, nací para el combate.
Respondió orgullosamente y con un toque juguetón.
Emm, disculpa… ¿Me puedes dar tu número?
Rayos, no sé qué pasa conmigo. Pensó para sí mismo desconcertado por lo que acababa de hacer.
Por supuesto, de echo te iba a decir lo mismo… Sonara cursi y raro, pero te siento familiar.
Oh por Dios, ¿Eso salió de mi boca? No sé porque actuó de esta manera. Se cuestionó por dentro.
En realidad, me pasa lo mismo, si quieres... podemos encontrarnos por la tarde para hablar.
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Editado: 15.11.2025