Narra Julia:
Estaba en el aeropuerto mas famoso e importante de mi país, República Dominicana, esperando mi vuelo con mi padre y mis dos hermanos, eran las 4:15 am cuando por fin lo abordamos. Cuando el avión despegó eran las 4:45 am. No habían pasado ni 10 minutos y ya quería bajar de ese infierno que se usa para volar de un país a otro, me estaba aburriendo mucho y para el colmo de mis males no podía dormir gracias al cabernicola y su hermanita querida, me estaban haciendo imposible el viaje. Las peores tres horas con cuarenta y cinco minutos de mi vida.
Llegamos al aeropuerto de visto a las 7:50 am en mi país, 6:50 am en USA y ya quería matar a mi hermano mayor por estar fastidiando durante todo el maldito viaje, Casian puede llegar a ser un verdadero dolor en el culo cuando quiere, y no uno muy lindo, no, puede llegar a hacer que mi humor sea pésimo, hace que quiera matarlo a el y a todo aquel que se acerque a mi... aveces me veo a mi misma arrancando su cabeza o su corazón, se que suena sádico, pero es que el me provoca pensar en esas cosas.
Ya por fin estaba recibiendo mi equipaje cuando de repente se me acerca un joven muy atractivo, se veía bien, parecía uno de esos modelos de revistas para ropa interior, aunque honestamente solo me llamaba la atención con solo mirar y nada mas. No es que este interesada en el ni nada por el estilo... pero el tipo estaba como quería... ¿ya dije que parecía modelo de revista? Porque si no lo hice, lo dire, es un papasito, un bombonaso.
-Disculpa, ¿me podrías dar la maleta negra que está junto a la rosada?- me pregunto aquel chico extraño.
-C-claro, no hay p-problema- si, si, lo sé, tengo problemas de comunicación, soy la hija menor de un hombre que ni siquiera es mi padre biológico, pero eso es otra historia.- Aquí t-tienes.
-Me llamo Marco, ¿Cómo te llamas pequeña?- eso es algo que me dejó un poco extrañada, ¿para qué quería saber mi nombre?
-M-me llamo....
-Julia- me interrumpió mi querido hermano mayor Casian (lo digo sarcásticamente)- Ya vamos que papá nos espera.
-S-si, ya voy- digo algo nerviosa, ya estaba por dar un nombre falso, pero este zopenco me lo arruinó. -Adiós Marco. Fue un gusto conocerte.
-Al menos me das tu número, tal vez podamos mantener el contacto.
-L-lo siento-to, no puedo-le digo, ya que no tenía un teléfono activo en este país.- M-me tengo que ir, a-adios.
-¿Por qué demonios hablabas con ese tipo?,- pregunto el una vez llegue a su lado- sabes que no puedes hablar con todo el mundo, Julia, eres lo más preciado para mi y lo sabes, no lo vuelvas a hacer, no te quiero perder como ya perdí a nuestra madre- dijo un muy preocupado Casian en un susurro, yo sólo asentí avergonzada.
Al salir el frío del invierno me atrapó e hizo que temblara un poco, Casian sé dio cuenta ya que se quitó su chaqueta y me la puso en los hombros, rode los ojos por ese acto estúpido, yo estaba bien, el también debía necesitarla y hacia este tipo de idioteces que me daban ganas de pegarle por hacerlas.
-Casian, no tienes que hacer esto, a ti también te debe de dar frío, no quiero que te enfermes por mi culpa- dije algo preocupada por su salud, eso es lo que mas odio de mi, me preocupo por cualquier cosa.
-No te preocupes, con que tu no te enfermes, me basta y sobra- dijo dándome un beso en la frente.
Casian era un idiota, pero también era lindo y tierno conmigo, ya que dice que me tiene que cuidar y proteger de todo y de todos, es como si no quisiera que ninguna otra persona se acercara a mi y eso lo hacia muy incomodo, algún día tendrá que dejar que las demás personas se acerquen, tengo que hacer nuevos amigos de alguna manera y no los podre hacer si nadie se acerca a hablar conmigo.
Llegamos a la casa y me quede sorprendida al verla, era una casa enorme muy hermosa, mi padre debe tener mucho dinero como para tener esta casa y darse todo tipos de lujos... de que hablo, por lo que sé el es uno de los hombres mas importantes de este país y de muchos otros, es muy respetado por todos sus negocios alrededor del mundo, él es el segundo hombre mas importante tanto a nivel nacional como a nivel mundial, o por lo menos eso es lo que él me ha dicho.
-¿Te gusta la casa?- me dice al oído, yo solo me limito a asentir con la cabeza.
-Me encanta, es preciosa... me gustaría que mamá estuviera aquí y también la viera- me duele que ella se haya ido antes de su tiempo, pero el destino es así, es cruel con las personas buenas y muy amable con las personas malas, pero ella me decía que por algo suceden las cosas, nada pasa por casualidad.
Entramos a la casa para poder descansar un rato, yo estaba que moría del sueño, necesitaba dormir por lo menos un año entero, pero ciertos hermanos que tengo no me dejaran, sera como tener alarmas permanentes en tus oídos, alarmas a las que quiero romper si no me dejan en paz.
-Julia, ven para que conozcas tu habitación- me llamo mi padre.
Él no es mi padre biológico, solo era el esposo de mi madre, llevaban muchos años de casados, aunque para mi tenían menos... el tiempo pasa rápido, desde que yo tenia nueve años, desde ese entonces yo le llamo papá, no tengo su apellido, tengo el de mi padre verdadero y el de mi madre, pero del hombre que me engendro no se nada, él solo aparecía y me decía que quería que estuviera a su lado para luego desaparecer nuevamente, él solo me ilusionaba y luego se iba dejando un gran vacío en mi, era lo que él solía hacer... yo ya perdí las esperanzas de volver a verlo y la verdad es que no me interesa.