Semi-Diosa

CAPITULO 4

Narra Jayden:

Iba muy tranquilo dando un paseo en mi forma lobuna por mis tierras, quería salir solo, sin tener que casar a los que querían invadir mi manada, quería sentirme libre por un momento de las responsabilidades de ser alpha de una manada, todo estaba tranquilo hasta que un delicioso aroma a fresas y flores silvestres se metió por mis fosas nasales. Corrí hasta este delicioso aroma que me llamaba tan desesperadamente, que me estaba volviendo loco y mi lobo Arthur me pedía a gritos que corriera mas rápido hasta el.

Cuando llego hasta donde esta ese delicioso aroma, me detengo y veo que hay una chica llorando, al escuchar su llanto, mi corazón se detiene, siento unas ganas inmensas de ir hacia donde ella esta y abrazarla, acariciar su cabello y decirle que no llore, que yo estoy aquí para lo que ella necesite y que todo lo que ella quiera yo se lo dare, en verdad necesitaba que dejara de llorar, sus lagrimas me hacían sentir un idiota por no hacer nada, me sentía culpable por ellas, es como si yo mismo la hubiera hecho llorar y no supiera como calmarla.

Cuando veo que por fin deja de llorar, después de un buen rato, y se levanta de la roca en la que estaba sentada doy un paso hacia ella pero una rama que estaba justo delante de mi me delata, ella se da la vuelta hacia mi, veo que se va acercando, pero justo en el momento en el que esta a punto de llegar hasta donde estoy, llega otro lobo de otra manada en su forma humana, las ganas de ir y cuidar a mi hermosa Luna son muy grandes, quiero gritarle que no se acerque que ella es MIA y de nadie mas, no quiero que él la toque, quiero que la suelte, que la deje encontrarme.

-Julia, ¿que demonios te pasa? No sabes que es peligroso venir sola al bosque, esta prohibido, y mucho mas esta zona que no esta entre los limites de nuestra casa, ¿acaso quieres morir?- le dice el tipo ese a mi Luna, que ahora se que se llama Julia. Su nombre es tan hermoso como lo es ella.

-Bueno ¿y a ti que te importa lo que yo haga o deje de hacer? Ese es mi maldito problema no tuyo- le dijo ya estando furiosa, para ser honesto, ella se veía muy enojada con aquel sujeto y se veía hermosa defendiéndose.

-Me importa porque eres muy importante para nuestro padre, a él le recuerdas mucho a tu madre y también me importa porque te amo- le dijo este chico.

Al escuchar esas palabras salí de mi escondite y le gruñí para que se alejara de ella, nadie podía decirle que la amaba, solo yo, yo soy el único que le puede decir lo hermosa que es, lo importante que ella es, me da rabia que este sujeto venga y le diga en mi cara que la ama, me da rabia que se haga el interesante hablando de estupideces como esas solo porque si, pero lo que mas rabia me da es que ella no me pueda entender en mi forma lobuna.

- Aléjate de ella- le dije por el enlace que tenemos los lobos, incluso con los de otra manada.

- Ella no es de este lugar, y ya nos vamos para que no existan conflictos entre nuestra gente- dijo el idiota ese, como que yo lo dejare llevársela así porque si.

Antes de que yo pudiera decir algo mas o que tan siquiera ella pudiera sacar la duda de su cabeza preguntando lo que sea que quiera preguntar, el imbécil ya la tenia como costal de papas sobre su hombro, cuando quise ir tras ellos, se escucho el aullido de mi beta y mejor amigo, Carl. Salí corriendo hacia donde se encontraba ya que podría ser una emergencia de la manada, pero quería ir detrás de mi luna. La decisión mas difícil que pude tomar, la manada antes que todo, luego me encargo de buscar a la futura madre de mis cachorros.
 

Cuando ya había llegado, él me dijo que me esperaba en mi oficina, para poder hablar con mas calma sobre algunos asuntos que no sé para que quiere mi opinion si ya sabe que con sus cosas no tengo nada que ver, este idiota solo me esta impidiendo que vaya a por mi mujer y me las va a pagar por ello. Me siento tan frustrado que quiero golpear algo o a alguien y ya sé a quien quiero golpear.

-Habla ahora que no tengo todo el tiempo- le dije algo apresurado y frustrado, no iba a alcanzar a mi luna y al imbécil que se la llevo.

-Tu padre quiere que vaya a la escuela- me dice sin rodeos, si, así es él, va directo al grano y sin dar tantas vueltas.

-Bien, si tu lo deseas sabes que tienes mi apoyo, pero que no se te vayan a olvidar los asuntos pendientes que tenemos- le digo estando serio, quería matarlo.

-La cosa es que no solo yo voy a ir, tu también- cuando me dijo esto me quede mirando lo seriamente con cara de pocos amigos, no me gusta que tomen decisiones sobre mi sin mi permiso.

-Yo no voy a ir a ese infierno en el que están esas personas que se quieren comer el mundo solo porque creen que lo saben todo- le digo con la voz algo mas alta de lo normal. La frustración de todo me tenia mal, primero mi luna y ahora esto.

-¿Eres idiota o te haces?- me dice Arthur algo molesto con lo que acabo de decir.

-Yo no tengo porque soportar a esos sábelo todo que se creen la ultima Coca-Cola del desierto- le digo aun enojado a mi lobo.

-¿Entonces no quieres estar con nuestra mate Julia?- eso si que no se me paso por la cabeza.

Después de haber reflexionado las palabras de Arthur, me doy cuenta de que tiene razón y que es probable que mi hermosa mate este estudiando en ese infierno que le llaman escuela, por lo que mas me conviene a mi de que vaya sin protesta alguna, pero si ella no esta ahí no regresare a ese lugar nunca mas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.