CAPITULO 6

Narra Jayden:

Ya pasó una semana desde que ocurrió lo de la amenaza a todos en la escuela para que no tocarán a mi pequeña mate y desde que la conocí, sé que algunos son humanos pero otros son lobos, puede que algunos no sean de mi manada, pero tienen que respetar las reglas en mi territorio, mas sabiendo quien soy y como soy, nadie se atrevería a desafiar al alpha de la manada mas fuerte en todo el mundo, todos nos tienen miedo por el simple hecho de que podemos acabar con una manada en menos de una hora.

Ahora mismo me encontraba esperando a mi amada mate en el estacionamiento del Instituto. Estaba tan distraído en mis pensamientos que no me di cuenta de que ella había llegado con ese tipo que estaba con ella en el bosque la primera vez que la vi, lo quería matar, no quiero que nadie mas se acerque a ella y menos si ese alguien es ese tipo quien esta loco por ella y eso es mas que obvio, no lo quiero cerca de ella, no quiero ni verlo que es diferente, pero no puedo hacer nada, porque el dijo que su padre no la queria en el bosque, eso quiere decir que deben ser familia de alguna manera.

Fui con ella para poder separarla de ese imbécil que no me cae para nada bien, cuando se dio la vuelta ella me sonrió, era la sonrisa más hermosa que había visto y era sólo MÍA, me di cuenta de que el idiota ese le estaba hablando pero ella no le ponía mucha atención gracias a que me estaba mirando a mi, el al parecer no se dio cuenta de ello ya que continuo hablándole como un idiota. Me acerque aun mas para que se diera cuenta de que a ella no le importaba nada de lo que el decía y que yo era quien tenia su atención. Sé que soy un idiota al reclamarla cuando ella no sabe nada de esto, pero vale la pena ser así.

-Hola, Julie, ¿como estas?- le pregunté con la sonrisa más falsa que tenía, no me gusta mucho la presencia de ese tipo junto a ella.

-Hola, Jay, estoy bien y¿ tu?- hasta ahora me percaté de que tenía unos frenos que le quedaban muy bien, se veía más hermosa de lo normal.

-¿Jay? Supongo que eres el chico por el cual mi querida hermanita sonríe a todas horas, eres ese que le robas suspiros y hasta sus pensamientos- dijo el tipo ese con algo de desprecio a los efectos que tenía hacía mi querida Julia hacia mi.- Aléjate de ella, si no quieres guerra o sí no quieres salir herido.

-Casian, ¿de que demonios estas hablando?, deja de amenazar a Jayden o le diré a tu padre que me estás molestando- la cara de ese tal Casian era todo un poema, con sólo una mira de amenaza de parte de Mi chica este estaba comiendo de la Palma de su mano, así hasta yo estaría lamiendo el suelo por donde camina.

-Déjalo pequeña, el sólo intenta asustarme, así son los hermanos mayores, yo soy igual con mi hermanita- le dije para tranquilizarla, ya que se estaba enojando, y era cierto, los lobos somos muy celosos con nuestras hembras y mas si tienen que ver con la familia o nuestras Lunas... en el caso de este idiota es solo porque esta enamorado de ella, pero ella de el no y eso me reconforta mucho... tanto así que hasta me dan ganas de reírme en su cara.

Al ver que ya se había tranquilizado un poco la tomé por los hombros y la abrace por detrás, note que estaba tensa cuando la abrace, se relajó al instante, como si mi tacto sobre ella fuera un calmante que aliviaba sus males. La cara de Casian fue todo un poema al ver como Julia se tranquilizaba con mi tacto, y los celos eran mas que evidentes en sus ojos, ella me prefiere a mi antes que a su propio hermano, y eso es algo que también le molesta a ese idiota, pero a mi no, a mi me hace muy feliz.

-¿Qué le pasa a tu hermano, por qué se pone celoso de que estés conmigo?- tenía que preguntarle, ese tipo no me cae bien... creo que eso ya lo había dicho... pero es que entiéndanme, soy muy celoso. 

-Él no es mi hermano, es mi hermanastro, que es muy diferente- me dijo con molestia y burla al mismo tiempo, el hecho de que no sean hermanos es peor para mi, puede enamorarse de el, pero se que no lo hará porque sus sentimientos me pertenecen a mi.

-Si, pero te ve como si fueran más que sólo hermanastros, ¿que no puede sólo aceptar que ya eres mayor y puedes tomar tus decisiones?- le dije ya irritado, no soporto que ese tipo la mire y se crea su dueño, ella es MÍA de mi propiedad.

-No sé ni porque te enojas, tu y yo somos sólo amigos, nada más, ¿sabes que?, cuando se te pase tu enojó me buscas. Adiós, Jay.

Y con esas palabras se fue y me dejó con la palabra en la boca, me frustra el no tenerla conmigo, en mi casa, ella es la única que me puede hacer enojar y al mismo tiempo es la única que me tranquiliza. El que este enojada conmigo hace que me sienta culpable... y es que lo soy, soy culpable de ser celoso y posesivo con mi Luna.

Estoy perdido por esa niña humana, y muy pronto la voy a tener conmigo, atrapada a mi lado.