Sempiternos: El Jinete

Capítulo 1: El Santuario

**Nota; Decidi estrenar la novela media hora antes para que puedan disfrutar de dos capitulos adicionales, por ser estreno seran tres capitulos; pasen un eselente halloween y disfruten de la historia, nos vemos dentro de dos semanas, el día 8 de noviembre**

Los pequeños golpes repiqueteaban en la madera cubierta por alfombra en tonos vino y negro, trato de calmarse pero los nervios le estaban controlando, Sigurd le aseguro que todo estaría bien y que solo debía confiar en si misma pero comenzaba a pensar si no sería una mala idea salir por la ventana, después de todo, estaban en el primer piso, solo que no quería que le vieran salir huyendo como una cobarde, su madre había tratado de darle ánimos y confianza desde la noche anterior pero ya no confiaba en sí misma.

“Lo mejor opción será salir de aquí antes de que Sigurd venga” pensó antes de ponerse en pie,  trato de alejarse lo más que pudo del pasillo cuando escucho una voz, sabía que había perdido la oportunidad.

— Tiamat — Se giró para saludarle resignada

— Sigurd, pensé que algo había ocurrido y que quizá sería mejor venir otro día

— Tonterías, entra te están esperando — Maldijo por lo bajo molesta ¿Por qué le hizo caso a su madre en primer lugar? Era un Santuario, la posibilidad de ser aceptada era nula y Sigurd lo noto

—Yo…

—No le hubiera hablado a tu madre de esta oportunidad si no confiara en ti, vamos, entra, no les agradan las personas que les hacen esperar

—Bien —Antes de traspasar la puerta tomo una fuerte bocanada de aire y lo siguió a través de un pasillo oscuro gracias a la madera de los estantes, tenía la pequeña esperanza de poder ver parte de la biblioteca pero solo habían figuras extrañas para los humanos pero conocidas para ella, estaban en el códex, pagina 576 Armas astrales

Le pareció peculiar que las armas estuvieran en la entrada, pensó que estarían cerca de los libros, eran a ellos los que tenían que proteger, agradeció que el suelo estuviera cubierto por alfombra, daba sensación de calidez y evitaba que sus zapatos hicieran ruido cuando caminaban. Giraron hacia la izquierda en un arco repleto de armas, ahí la luz comenzó a aparecer por las ventanas cubiertas con una delgada cortina en color blanco y otras cortinas permanecían abiertas por encima de color café, cuatro metros más y el hombre abrió la puerta de madera la cual emitió un ligero ruido.

Tras a puerta se encontraban tres sillas, en medio una mujer y a su izquierda un hombre coreano a la derecha una silla vacía, la de Sigurd, la mujer levanto la vista para después pasar su cabello castaño detrás del hombro, sus ojos azules le observaron de pies a cabeza para después enarcar sus cejas café claro como su cabello, era intimidante, su nariz y rostro afilado imponían respeto.

El hombre a su lado era de procedencia asiática, coreano, cabello oscuro, ojos de color negro, rostro ovalado y labios pequeños, él se mantuvo escribiendo, detrás del rostro pálido de la mujer vio algo moverse, un hombre de cabello oscuro salió detrás suyo, joven, mayor que ella pero no pudo descifrar si era lo mismo con el hombre asiático, salió detrás de un estante, la habitación estaba repleta de libros, la mayor responsabilidad de quienes lograban acceder al Santuario.

El joven no levanto la vista en ningún momento, solo se limitó a caminar hacia la izquierda con un libro abierto en las manos y después subir unas escaleras que le llevaban a un balcón que rodeaba toda la habitación, tomo asiento en una mesa al lado de un ventanal, parecía no prestar atención o quizá solo les ignoraba.

Alguien carraspeo y volvió la vista para concentrarse en ellos, la entrevista era importante, Sigurd camino hasta tomar asiento a paso tranquilo con las manos en los bolsillos de su pantalón con la comisura de sus labios elevada discretamente, como si pensase en algo divertido y personal.

—Tiamat, Sigurd asegura que eres la indicada, que cumples con el perfil que se busca para este santuario, queremos pensar que no pecas de falsa modestia

—Así es señora, tengo conocimiento amplio sobre la protección de cada libro

— ¿Aunque haya crecido lejos de este mundo?

—Siempre eh tenido talento para las letras

—Con tener talento no basta señorita ¿Podría decirnos algo más para que esta entrevista no termine en este momento?

—Es cierto que no pase mi infancia en esto, no crecí conociendo a un escriban pero conozco cada código existente, cada conjuro y cada letanía mejor que cualquiera que lo haya estudiado en el templo

—Me comentaron que no estuvo mucho tiempo ahí

—El agua de luna jamás debe estar expuesta a la tierra australiana, eso con un poco de conocimiento y dos dedos de frente se daría cuenta que está cometiendo un error —La mujer parecía asombrada ante la impetuosidad de la joven

— ¿Y qué dice sobre el mar de estrellas? Casi se desborda y destroza los libros y sabe que es una falta imperdonable que amerita la muerte

—El mar de estrellas está compuesto por crill, marsopianitury, margon y retral, sus componentes estaban dañando el contenedor por no tener la suficiencia cerebral… —Sigurd carraspeo —No cuidaron el tanque

—Ereškigal comienzo a pensar que buscas un defecto en Tiamat para no recibirla



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En el texto hay: guerras romance, criaturas fantasticas, magia castillos

Editado: 06.07.2023

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