Sempiternos: El Jinete

Capítulo 11: Dorian

No quiso permanecer un segundo más en el comedor, en los últimos minutos comió lo más rápido que pudo y salió del lugar esperando no ser vista por las visitas, a su amiga le tomaría un poco más de tiempo regresar y por cobarde que pudiese parecer no quería verle, Dorian le había lastimado mucho en el pasado, parte de su credibilidad en su mundo se perdió gracias a que el comunico todo lo que en voto de confianza decidió decirle, le abrió su corazón y le había fallado, no quería tenerle cerca, no importaba si tenía 24 años no quería afrontarlo.

Solo existía un lugar al que Dorian no iría y era su habitación sabía que era aspirante a Escriba y daría con ella fácilmente si decidía regresar a estudiar y prefirió refugiarse cobardemente entre aquellas cuatro paredes.

*****

Génesis se estrelló de frente contra Egberto cuya vista se mantenía divisando los alrededores del Santuario, a la joven le pareció extraño que nunca saliera del sitio ni siquiera para tomar aire pero sabía entender que no todos eran igual de quejumbrosos que ella, este al notar su presencia se giró para brindarle una cálida sonrisa la cual correspondió.

Se disculpó con el hombre y continuo con su camino, la reunión se había expandido más de lo que se imaginó y para esa hora Dorian ya debía estar en cualquier parte del Santuario, en un inicio considero ir tras su padre para evitar que el joven fuer en busca de su amiga pero cambio de parecer, lo mejor era ir con su amiga y si el aparecía le daría apoyo para afrontar un fantasma del pasado.

Tiamat era muchas cosas pero la seguridad no era una de ellas, fingía serlo para no verse inferior pero el miedo siempre terminaba por bloquearle, era insegura y sin apoyo podría cometer un error al estar en presencia del visitante era seguro que Dorian iría en su búsqueda por la muerte de su madre, incluso pensó que asistiría al sepulcro pero no fue así ¿Qué pretendía?

Después de pasar el laberinto de escaleras y corredores logro llegar hasta la habitación de su amiga a la cual llamo con tres toques en la puerta, pasaron varios minutos antes de que la madera cediera dejando ver a la joven detrás de esta, parecía preocupada al ver quien era le dejo entrar y volvió a bloquear el acceso, Génesis al verle en un estado tan vulnerable no pudo hacer más que abrazarle, su amiga no estaba pasando por un buen momento para recibir más presión por parte de su ex novio, Tiamat lucia pálida y cansada y supo que estuvo estudiando, molesta le obligo a meterse bajo las cobijas y descansar un poco, la joven no estaba en condiciones de estudiar y menos de investigar, hablaría con su padre sobre la posibilidad de encerrarle bajo llave, a menos había desayunado.

Mientras la chica de cabello oscuro dormía tranquilamente ella decidió estudiar un poco, ocupo el escritorio de su amiga para acomodar todos sus apuntes y algunas notas sueltas, pensó que al guardar todo de prisa no había cerrado bien el tintero pero para su fortuna no fue así, de lo contrario habría pasado varias horas restregando la tela en su intento por salvarla.

Paso alrededor de media hora de silencio antes de que llamaran a la puerta, preocupada de que el ruido despertara a Tiamat se puso de pie rápidamente para detenerlo, del otro lado de la puerta se encontraba Egberto, estaba sorprendida, el no solía buscar a la gente, solo a ella y era para preguntar por Sigurd.

Al cuestionar el porqué de su presencia recibió una no grata noticia, Sigurd estaba buscando a su amiga y bien sabia quien acompañaba a su padre, al cuestionarle sobre sus dudas este las confirmo, Génesis molesta miro a su amiga descansando sobre la cama, por primera vez tenía una expresión tranquila y serena, en sus sueños estaba a salvo, no podía permitir que Dorian arruinase su paz, cerró la puerta con cuidado detrás suyo y le pidió a Egberto que le llevase hasta su padre.

Pensó que estarían en la oficina pero permanecían en el comedor charlando sobre el Santuario de México, al ingresar carraspeo un poco, cuando todos volvieron la vista ella dio las gracias a Egberto y este se marchó, Dorian había cambiado, siempre fue atractivo pero parecía especialmente presentable aquel día y estaba segura que el motivo era Tiamat.

—Gen ¿Dónde está Ti?

—Lamento informarte que no se encuentra en estado para bajar —Sigurd parecía pensativo pero después sus facciones cambaron a unas más serenas

—Es comprensible, después de todo lo que ocurrió es mejor que descanse —Génesis pudo sentir la mirada de Dorian sobre ella, curioso, en cambio ella le lanzo una mirada asesina para después volver la vista hacia su padre

—Si me disculpan, tengo trabajo que hacer —Hizo una reverencia en despedida y salió del lugar, mientras caminaba por los corredores pudo sentirse observada, rodo los ojos molesta, sabía que Dorian no se daría por vencido tan fácilmente y la llana respuesta del cansancio de su amiga no era suficiente para alejarle

Serpenteo entre los corredores mientras el joven le seguía a la distancia y ella fingía no darse cuenta, opto por ir hacia el invernadero y continuar con sus prácticas mientras rezaba a todos los dioses que Tiamat no se despertara y saliera en su búsqueda; Dorian contaba con gran paciencia puesto que espero cerca de cuarenta minutos antes de cansarse y dejarle sola entre las plantas, ella no quiso confiar y espero veinte minutos más  para comprobar que se había marchado y que el riesgo al menos por ese día se había ido, estaba molesta, ni ella ni su amiga habían comido y si el continuaba ahí entonces no podría levarle alimento a la joven.



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En el texto hay: guerras romance, criaturas fantasticas, magia castillos

Editado: 06.07.2023

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