Sempiternos: El Jinete

capítulo 25: Dolor en el alma

Tiamat paso el resto de la tarde e a sala A-g estudiando mientras esperaba al regreso de su amigo lo que le tomo más tiempo del que imagino pero dio gracias de verlo y lo único que pudo hacer fue abrazarlo fuertemente y el sin comprender por qué simplemente guardo silencio y respondió protegiéndola con sus brazos y besando la coronilla de su cabeza.

—Confió en que te encuentras mejor  o me veré en la obligación de buscar a Génesis para que cargue ese té

—Estoy bien, gracias por estar conmigo —Respondió observando su taza sobre la mesa

Después de aquella bienvenida tan extraña Dorian tuvo que llevarla a la cocina para prepararle un té y calmarla, se sintió mejor al ver que aunque lloraba no entro en pánico, estaba simplemente sentada en silencio llorando pero no lo suficiente para que el pudiese descubrir que ocurría.

—Siempre será así —Ella respondió con una ligera sonrisa

—Gen tiene algunas teorías y comienzo a pensar que no está alucinando, no cuando descubro cada vez más cosas sobre mi padre que me desconciertan, te juro que algunas veces quisiera pensar que no estamos hablando de la misma persona

—Te entiendo, no es fácil la situación y tampoco te diré que debes mantenerte fuerte porque sería estúpido de mi parte pero si te puedo decir que tienes todo el derecho a caerte, a querer rendirte, de igual forma tienes que continuar porque no tienes otra alternativa

—Me gusta que seas sincero conmigo, al menos es una cuerda entre el escape y la realidad

—Muchas veces el escape puede ser mucho más cruel que la realidad pero no tenemos otra alternativa ¿Puedo preguntar qué ocurrió?

—Un pequeño problema con el Guardián, se molestó porque de alguna forma trata de evitar ver el tema y preferí pasar la responsabilidad a alguien más y como podrás deducir eso no le gusto en absoluto y hace algunas horas tuvo un encuentro con Sigurd

— ¿Pueden culparte? Estas asustada y no te culpo, estaría igual si me encontrase en tus zapatos

—El Guardián no piensa lo mismo

—El Guardián no ha vivido lo que tú, recuerda que nadie más puede juzgar tu pasado o tus acciones y solo tú conoces tus huellas, es completamente normal que estés evadiendo esa responsabilidad

—Te juro que no sé qué hare cuando yo tenga que afrontarme a el

—Me gustaría saber a quién te refieres porque sé que ambos pesan demasiado en tu vida —Ella dio otro trago a su bebida

—Digo el para engañarme pero realmente me refiero a los dos, Sigurd dijo que no debemos temer pero te juro que estoy aterrada de tan solo imaginarme… —Apoyo su frente sobre su mano y se froto los ojos, Dorian no respondió pero supo que comprendía todo a la perfección — En fin… ¿Cómo estuvo tu reunión con la Guardiana?

—Más complicada de lo que te imaginas, esa chica no habla tan fácilmente y menos con lo que hemos pasado en los últimos días, es como si se estuviese ocultando de mí

—No te preocupes, comprendo, quizá sea mejor que dejes el plan para que solo te enfoques en tu vida privada, realmente no deseo meterte en problemas con ella, es muy obvio que te aprecia demasiado —Estrecho su manos sobre la mesa

—Esto lo hago como una deuda de moral por todo lo que te hice sufrir, permíteme pagarla por favor, solo así mi alma estará tranquila

—No soy quien para decirte que hacer, cualquier cosa que decidas la respetare —Dorian no cuestiono más acerca de Allerick pero sabía que la mente de su ex novia siempre se encontraba con aquel viejo amigo, entre aquellas viejas y amarillentas hojas

Mientras Ambos amigos conversaban en la soledad y a la luz de las velas Génesis y Sorin continuaban buscando entre los libros con la esperanza de encontrar algo nuevo aunque hasta ese momento no habían tenido suerte o eso pensaba Génesis porque lo que sea que hubiese hecho el señor Eamon era demasiado confuso, lo suficiente para intentar cruzar el mar sin ningún navío. Sigurd ingreso en la sala interrumpiendo el silencio y llamando la atención de ambos jóvenes.

— ¿Está todo bien papá? Luces un poco pálido

—Descubrí algo sobre Eamon y Ti o bueno, eso creo, para ello necesito hablar con ella ¿Dónde está?

—No lo sé, quizá buscando información o estudiando —No sabía que responder, como todos sabían el Santuario era un templo de vida gigante y encontrar a alguien siempre era difícil si no se tenía alguna remota idea de la localización

—Tengo que ir por ella, debe saberlo o podría poner su vida en riesgo

—Espera ¿Qué estás diciendo Papá? Cálmate por favor, explícame de que estas hablando ¿Cómo que la vida de Ti podría estar en riesgo?

—Estoy calmado pero de igual forma necesito hablar primero con ella, enserio es muy importante

—Señor, sabe que lo respeto mucho pero realmente creo que no es capaz de darse cuenta que en realidad no está calmado, por el contrario, tome asiento por favor

—No están entendiendo nada, yo mismo iré sala por sala hasta encontrarla —Al darse la vuelta se llevó un gran susto puesto que Egberto se encontraba detrás suyo mirándoles como si viese una partida de locos



#12469 en Fantasía
#2614 en Magia
#17817 en Otros
#2251 en Aventura

En el texto hay: guerras romance, criaturas fantasticas, magia castillos

Editado: 06.07.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.