Sempiternos: El Jinete

Capítulo 38: Los Jinetes

Sigurd conocía uno de los secretos del príncipe pero incluso el no imaginaba que tuviese familia, no daba el aspecto de tener esa clase de familia, la familia por la que se da la propia vida y la única vez que le vio arriesgando más de lo que debía fue por la propia Tiamat, extrañaba a su amigo pero en esos momentos agradeció que estuviese muerto o seguramente ya hubiese terminado aquella amistad por tantas imprudencias y problemas causados por sus actos.

Tiamat estaba más que mal mental y físicamente, la idea de asesinar a todo un universo ya no le agradaba tanto como imagino más todas las problemáticas acumuladas.

—Lo mejor será que me responsabilice por mis actos

— ¿Qué tontería dices?

—Sera mejor que La Sociedad termine por hacer valer la ley conmigo así tendré más oportunidad de ayudar a Allerick

— ¿Y qué me dices de todo el trabajo que has hecho por descubrir tu pasado?

—Ya no me importa nada, un hijo y una esposa necesitan que Allerick regrese, eso es mucho más importante que yo, déjame hacer esto, es la única alternativa que tengo para protegerlos

—Ti, no te dejare hacerlo ¿Cómo pretendes proteger su mundo cuando ya extrajiste energía de este?

—Para que viviera, si, fue para que viviera mi amigo de la infancia y el único que me comprendía pero ahora es más grave, debo mantenerlo con vida a toda costa por su familia, yo eh sufrido por perder a mis padres, con secretos y como hayan sido pero eran mis padres y ahora estoy sola, no permitiré que ese hijo o hijos pasen por lo mismo que yo, tengo que proteger su mundo a como dé lugar pero sin condenarlos a ustedes

—En primero lugar no estás sola, me tienes a mí, no seré tu padre de sangre pero no tienes idea de cuánto te quiero, cuanto te amo, te vi nacer, eh visto tu crecimiento a lo largo de los años y ese lazo tan fuerte con Gen, para eres su hermana y mi hija así que no vuelvas a decir algo así, en segunda, tenemos que hacer algo con Tomam no olvides eso y solo no podre

—Por favor, eres el Guardián más poderoso

—No para lo que hizo… bueno, no tuve la fuerza suficiente para evitar que cruzasen y solo tú puedes ayudarme, eres la única capaz de controlar un sempiterno a ese nivel, la única que puede extraer a alguien e incluso ingresar, e plan se mantiene. La diferencia es que lo adelantamos — Tiamat en shock por su respuesta no tuvo oportunidad de responder porque chispas comenzaron a emanar de la llama cuya vela se encontraba sobre el escritorio

Allerick camino a paso apresurado hasta este y comenzó a mirar con atención el objeto para después mostrar una evidente preocupación en su rostro.

— tengo que ir a la Antártida

— ¿Qué ocurre? No estoy entendiendo nada

— Quédate aquí y espera a i regreso y no me toques libros que ya sabes no debes, no aun

— Oye pero… —  Atravesó el fuego sin darle oportunidad de continuar —Enserio odio cuando haces eso

Molesta observo la llama de la vela apagada, corto el mensaje para que ella no continuase leyéndolo, considero ir tras el pero sabía que así como marchaban las cosas terminaría por dar más problemas que soluciones tal y como las recientes ocasiones, poco tardo antes de que Allerick llamase a la puerta para preguntar que estaba ocurriendo, en un inicio le ignoro y no retiro el cerrojo pero al escuchar su insistencia termino por ceder. El rostro de un hombre aterrado apareció tras la puerta.

— ¿Dónde está?

—Tuvo que salir a atender una emergencia

—No van a destruir mi mundo ¿Cierto? — Tiamat le miro desconcertada

—No entiendo porque preguntas esto ahora, yo no eh dicho más al respecto

—Porque estaba molesto contigo por lo que hiciste y sé que quienes hayan sido esos tipos con capucha no perdonaran lo que hiciste — Tiamat cerró los ojos unos instantes intentando contener las lágrimas

—Tienes mi palabra que no permitiré que tu mundo sea destruido, todo estará bien, lo juro  Allerick le dio un fuerte abrazo pero ella suprimo las fuertes ganas de correspondérselo y apretó los puños a su costado mientras cerraba los ojos los ojos

La llama de la vela se encendió nuevamente arrojando hispas en todas direcciones pero estas no quemaban nada que tocasen, su viejo amigo le miro con desconcierto mientras ella caminaba hacia esta descifrando el mensaje.

“Necesitamos ayuda, México”

Los labios de Tiamat se abrieron sin saber que decir, Allerick se acero a ella colocando ambas manos sobre sus hombros haciéndola girarse hacia el mientras que cuestionaba que estaba ocurriendo, la joven se había quedado perpleja por unos segundos.

—Ti, puedes confiar en mi ¿Lo sabes cierto?

—Mi problema no es que no confié en ti es que no debo hacerlo

—Permíteme ayudar, es tu mundo y también al salvar el tuyo salvamos al mío, te lo pido por favor, soy Allerick, tu viejo amigo, no me hagas esto, mira, si fuese un simple civil con corazón valiente tal vez no me atreviese a pedírtelo pero… — Tiamat levanto la mirada con los ojos cristalizados para ver al hombre dudar antes de continuar —Nunca tuve oportunidad de decírtelo pero no vivía en el palacio solo porque mis padres trabajasen ahí, ellos son hasta la fecha los reyes y yo soy el príncipe, el segundo hijo para ascender al trono aunque no el mejor candidato, la mejor opción es mi hermana, la tercer hija pero no por no ser candidato a trono quiere decir que no me preocupo por mi gente, por favor

Tiamat reacciono alejándose de el para bajar las escaleras y colocarse frente a la chimenea.

—Coloca el pestillo a la oficina, no quiero que Gen  se meta en más problemas — El príncipe obedeció su orden para después colocarse a su lado y esta tomo su mano — Es a única forma de canalizar mi energía hacia la tuya puesto que no sabrías a donde vamos… no confundas las cosas, estoy furiosa contigo por no decirme la verdad desde un inicio, me debes muchas explicaciones



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En el texto hay: guerras romance, criaturas fantasticas, magia castillos

Editado: 06.07.2023

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