La Academia se situaba más allá de los límites de Bloanju pero era aún más difícil acceder a Bloanju cuya única entrada se situaba a raves de un espejo situado sobre un contenedor de mármol lleno de agua, ambos creaban un portal de ingreso haciendo un cambio completo al mundo conocido por los hijos de la existencia, una vez cruzada la entrada la luz y la magia se pierde.
La secretaria de la Academia ya estaba acostumbrada pero de igual forma un escalofrió recorría su columna vertebral tan pronto cruzo la barrera dejándola como siempre en un bosque sobrio y con poca neblina permitiéndole visualizar a la construcción de la Sociedad; la mujer que llevaba en manos un sobre sellado y sin remitente logrando que la mujer se sintiera aún más asustada pero era parte de su trabajado por lo que continuo caminando hasta legar al enrejado de la mansión donde colocaría el sobre en el contenedor. Tal fue su sorpresa al ver las puertas de la protección ceder ante su presencia, esta no tuvo más opción que tragar pesado y continuar su caminata hasta llegar a la puerta y tocar con el aro que se suspendía por un libro cerrado.
Tras la puerta se encontraban las estatuas de los dioses por lo que la secretaria se vio obligada a inclinarse apoyándose sobe una de sus rodillas extendiendo sus manos con el sobre entre ellas y la vista baja, al percatarse que todas las antorchas y candelabros estaban encendidos se puso de pie y subió las escaleras al final de la alfombra color azul oscuro; los miembros de la sociedad se encontraba en el segundo nivel, cada uno sentado en su silla casi parecía más a un trono y con sus rostros cubiertos por las clásicas capuchas que siempre usaban.
—Norbaden, hija del sacerdote Longwer y la fallecida Guardiana Warq, actual secretaria del director de la Academia y fiel servidora de los dioses ¿Qué motivo la trae hoy aquí? —La voz resonó entre las paredes sin poder saber de quién de todos los presentes provenía
—Buen día, me vi en la necesidad de perturbar su reunión debido a la llegada de este sobre, desconozco su contenido y no tiene remitente pero deja específicamente claro que es para ustedes—No era común que la Sociedad recibiera cartas o cualquier otro envió sin conocer el contenido y remitente pero dadas las circunstancias le comentaron a Norbaden de igual forma hacerles llegar todo aunque fuera sospechoso
A la derecha de la mujer una figura se puso de pie y si bien la secretaria sabía que no corría peligro alguno al no haber infringido alguna ley de igual forma no podía evitar sentirse intimidada con su presencia mientras se acercaba a ella sin mover los pies, simplemente como si levitara por lo que sus manos temblorosas fueron vistas por todos cuando la figura con manos de sombra tomo el sobre. El sello del sobre fue roto exponiendo una carta en una lengua muerta y desconocida para la mayoría de ellos a pesar de que la mayoría de los miembros de la Sociedad llevaban siglos de existencia en la tierra.
— “Mis más cordiales saludos ¿Protectores? Una disculpa, ciertamente las reglas de su mundo las desconozco y considerando que con quien más encuentros eh tenido es con los Guardianes ya no sé a quién dirigirme, lo único que puedo hacer es darles mi mensaje porque no quiero hacerles sentir estafados como paso con…” Norbasnden, gracias por la entrega, ahora puede retirarse—La mujer supo que la situación era más delicada de lo que pensaba pero al no poder hacer nada para permanecer ahí se limitó a inclinar la cabeza y caminar de espaldas hasta llegar a las escaleras de donde descendió rápidamente, nadie hablo hasta que las puertas se cerraron detrás de ella evitando que pudiese escuchar alguna cosa más
“Como paso con Sigurd. Deben saber que su mundo y el sistema al que tan religiosamente se apegan no es más que una estafa y una completa mentira, los dioses son mentalmente más humanos de lo que creen pero el problema no es ese sino ustedes obligando a otras realidades a seguir las reglas de ellos, mis hermanos y yo tenemos una misión y esa es crear el orden correcto y para ello la primera puerta es liberar a todos sus prisioneros de tinta por lo que nos veremos en la obligación de derribar sus Santuarios por el bien común, solo quiero que estén advertidos para que no existan rencores, cualquier consulta pueden hacerla a Sigurd que se ha mantenido muy ocupado en los recientes días, mis más cordiales saludos, Tomam.”
—Así que Sigurd sabe cosas que no nos ha dicho, bueno, deberíamos preparar una visita al Santuario de Escocia, será muy interesante saber qué es lo que Tomam quiere decir
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Tal como Citlali lo había pensado, a la llegada de Génesis se complicaban las cosas para poder llegar hasta la flor que necesitaba, el desastre ocasionado los deslaves habían dejado varias víctimas, a tormenta de toda una noche había tenido el tiempo suficiente para acabar con varis vidas por lo que el ejército, bomberos, policías, ambulancias y periodistas no se hicieron esperar además de los ya conocidos curiosos que merodeaban la zona por lo que la Guardiana tuvo que usar más magia para proteger el Santuario ya no solo de los ataques de Tomam sino de la curiosidad humana.
—Tienes que comer—Edahi acerco un plato con un sándwich de mantequilla de maní partido en diagonal a su hermana
—No tengo apetito
—No juegues, Alex se la ha pasado toda la mañana haciendo sándwiches con tal de no ir a la Antártida
—Significa que tengo que perder mi figura por las crisis amorosas de Alex… excelente, aunque pesándolo bien, tal vez deba hacerlo
—Si te refieres a Dorian, eres tan encantadora que incluso con algunos kilos de más eres irresistible así que come sin culpa
—A ver, aun no entiendo cómo es que la conversación en ese momento paso de la crisis amorosa de nuestro hermano a mí y ahora la creo menos porque yo no dije nada de Dorian, solo dije que debería comeré el sándwich