Señales del cielo

Capítulo 2 – El signo en el cielo

-

La mañana siguiente fue silenciosa.

No el silencio normal, sino uno más espeso, como si el mundo estuviera conteniendo el aliento. El viento no movía las hojas, los pájaros no cantaban, y el reloj del comedor se había detenido justo a las 3:33.

Anto se sentía rara. No cansada, sino como si todavía estuviera adentro de su sueño. Se lavó la cara, tomó su cuaderno y miró la última página otra vez.
La frase escrita con esa letra ajena seguía ahí, intacta: “No fue un sueño. Fue el primer recuerdo.”

El aire tenía una densidad extraña. Todo parecía más lento, más brillante. Como si el tiempo estuviera despegándose de la realidad.
Fue entonces cuando salió al patio. El sol estaba alto, pero la luz tenía un tono... distinto. Plateado. Más frío de lo normal.

Y ahí lo vio.

En el cielo, justo encima de su casa, flotaba una figura. No era una nube. No era un avión.
Era un círculo de luz.

Perfecto. Estático. Pulsante.

El mismo círculo brillante que había visto en su sueño con el ser sin rostro.

Parpadeó. Cerró los ojos. Volvió a mirar.

Seguía ahí.

Sacó el celular. Nada. La cámara no lo captaba. La pantalla mostraba solo cielo azul.

Pero sus ojos sí lo veían.

—No puede ser —murmuró, con un nudo en la garganta.

Se quedó parada, hipnotizada. El círculo comenzó a girar lentamente, como una rueda estelar, y de pronto algo dentro de ella vibró. Un zumbido en el pecho. Un calor en la frente. Una palabra en la mente:

> “Despierta.”

Fue apenas un susurro, pero no venía del exterior. Sonó dentro suyo, como si una parte muy antigua de su alma la estuviera llamando por su nombre verdadero. Uno que aún no conocía.

La figura desapareció. No se desvaneció: simplemente ya no estaba. Como si el cielo nunca la hubiera contenido.

Anto se quedó quieta, sin saber cuánto tiempo pasó. Miró el reloj de su muñeca. Las agujas también marcaban 3:33.

—¿Qué está pasando? —dijo en voz baja.

Esa tarde, decidió no contarle a nadie. ¿Cómo se explica algo que no tiene lógica?
Pero esa noche, cuando abrió su cuaderno para escribir, encontró una página nueva. Otra que no había escrito.

Solo decía:

> “Ahora lo ves también despierta.”



#166 en Paranormal
#59 en Mística
#2089 en Otros
#47 en No ficción

En el texto hay: autoconocimiento, mistica, realismomágico

Editado: 16.07.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.