Mis oraciones parecieron ser escuchadas.
Cuando salí del instituto pude ver a la distancia a Amir entrando por el campus. Subiendo los grandes escalones que estaban en la entrada para poder llegar hasta donde estaba. Cuando nuestras miradas se encontraron, él me miró con confusión, como si se impresionaba de verme ahí, con medio instituto a mis espaldas.
Los murmullos se detuvieron al verlo. Fue como si todos retuvieron la respiración y comenzaran a idear teorías en sus cabezas, expectantes a cada paso que yo daba.
Me acerqué a Amir sin pensarlo. Ya había cometido una locura, que más daba seguir con ella.
- No tenía pensado entrometerme en tus asuntos. Vine a hablar con el director, así que no tienes porque molestarte - respondió antes de que yo hablara, colocando sus manos en alto como señal de paz. Estaba más que claro que no comprendía lo que yo estaba por hacer.
- ¿Te has metido en problemas? ¿Porqué todos están detrás de ti?
No contesté. Inhale profundamente armándome de valor para lo que iba hacer, al tener a Amir cerca de mí había hecho que mi enojo se esfumara, era así cada vez que nos encontrábamos, cada vez que lo tenía cerca todo parecía carecer de sentido, como si solo importara él en este momento. Tal vez iba arrepentirme de esta decisión después, pero ahora, ahora quería hacer que todos los que se rieron de mí se tragaran sus palabras.
Saqué el otro anillo del bolsillo de mi pantalón, ese que tenía su nombre grabado en el interior y se lo mostré. El rostro de Amir se arrugó en confusión.
- ¿Porqué..? - preguntó dejando sus siguientes palabras al aire, sin saber como formular la pregunta. No le di el tiempo para seguir hablando, tome su mano derecha entre las mías y coloqué en su dedo anular el anillo que él me había dado.
- Espero que no me arrepienta de hacer esto - susurré mirándolo directamente a los ojos. Él me miró de la misma manera. Nuevamente parecía haber un debate dentro de aquellos grisáceos ojos, parecían volverse oscuros de repente así como parecía que habían comenzado a brillar. No podía entenderlo, no entendía a Amir y tal vez eso era lo que más me asustaba de él. Tal vez había sido la presión del momento, o las ganas inmensas que tenía de acabar con Hazel tanto como él lo había hecho conmigo, y ese deseo de venganza fue lo que me llevó directo a sus manos, aunque sabía que me arrepentiría, aunque tenía la sospecha de que Amir Cromwell me haría sufrir más de lo que Hazel había logrado, aún así acepte ciegamente tomar aquella mano que él me ofrecía.
Una sonrisa comenzó a formarse en sus dulces labios. Tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos para después llevárselo a los labios aún manteniendo su sonrisa, depositando un cálido beso en la condena que yo misma había colocado sobre mi dedo.
- No lo harás, Dina.
Su voz pronunciando mi nombre con aquella sensualidad intensa que poseía, provocaba que mi cuerpo entero se estremeciera. No confiaba en él, pero aún así las circunstancias de la vida me habían llevado a confiarle algo mucho más importante que mi corazón. Había depositado en él mi vida misma. Le había entregado mi vida en sus manos para que él me llevara a donde quisiera, porque yo sola no podía ni siquiera mantenerme en pie.
Amir miró entre la multitud, sonriendo con altanería a alguien en específico. Sabía a quién iba dirigido aquella mirada altanera que relucía de victoria, si todo Risten lo sabía, era de esperarse que Amir también lo supiera. Él apretó el agarre de nuestras manos y comenzó a bajar las escaleras nuevamente conmigo a su lado, pero fuimos detenidos abruptamente en el camino.
Hazel me había sostenido del brazo, mirándome con furia pura en sus ojos avellana. Traté de disimular la mueca de dolor que quería aparecer en mis labios ante su fuerte agarre, pero fue Amir el encargado de apartarlo de mí.
- ¿Qué significa esto? ¿Desde cuando..? - se detuvo abruptamente sin terminar de formular su pregunta. Sabía que le molestaba, que estaba ardiendo de furia por dentro y que la ira lo estaba cegando justo ahora. La primera chica con la que tuvo una relación formal fue la encargada de deshonrarlo ante toda la escuela al confesar que estaba saliendo con otro además de él y aunque fuera una mentira, esa mentira lo estaba consumiendo por dentro. Su orgullo estaba siendo pisoteado y esa sensación de venganza había aplacado un poco el dolor que yo sentía.
- No tengo porque darte explicaciones. Tu y yo, ya hemos terminado.
Su rostro se encendió de la ira. Intentó tomarme nuevamente del brazo pero Amir no lo dejo hacerlo, me colocó detrás de él, ocultándome detrás de su espalda.
- Apártate del frente. Necesito hablar con Dina. Solo ella y yo, no interfieras - dijo Hazel entre dientes, centrando su mirada en Amir con claro resentimiento mientras apretaba sus puños contra sí.
- Eres tú el que no debe de interferir, si no te quedo en claro entonces yo te lo volveré a repetir: yo soy su prometido, así que, ¿en qué lugar quedas tú?
La mirada de Hazel era cada vez más atemorizante, la fuerza con la que apretaba su mandíbula podía ser vista simplemente que parecía que sus dientes rechinaban debido a la furia retenida que ya no pudo contener después de las palabras de Amir.
- Juro que voy a matarte.
Después de decir aquello Hazel se abalanzó contra Amir. La multitud que se mantenía expectante a unos metros de nosotros comenzó a acercarse hacia nosotros y los amigos de Hazel vinieron a tratar de detenerlo. Yo tampoco me quedé de brazos cruzados ante la escena, Hazel sostenía a Amir del cuello mientras gritaba furioso. Traté de separarlos pero era inútil, ambos se miraban con la misma ira y parecía que en cualquier momento una pelea estallaría. Sostuve a Amir del brazo tratando de hacer que no cediera ante cualquier pensamiento de furia que cruzara su mente. Había visto a Amir pelear antes y con aquella escena era suficiente para saber que Hazel estaba en completa desventaja.
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Editado: 07.04.2022