Capítulo:4
Megan se levantó e hizo su rutina. Sé encontraba observando su reflejo a traves del espejo de su baño, después de unos minutos había entendido que ella no tenía trabajo y no podía continuar viviendo con el dinero de su tío Jeff.
No podía seguir sin trabajo y vivir de su tío Jeff. Lo importante era que debía encontrar un trabajo y después tratar de no seguir viviendo esa clase de vida de niña mímada. Se sentía culpable por no haber sido capaz de corregir su error.
No pudo evitar recordar que todas las cosas que están sucediendo a su tío es por culpa de ella, Megan estaba segura de una cosa. No podía permitir que la tienda de perfumes su tío perdiera prestigio por un pequeño error que cometió.
Megan clavó la vista en la enorme mansión de Erick. Estaba nerviosa por verlo y no podía ser tan cobarde sólo debía decir dos palabras "lo siento" pero estaba temblando apretó sus puños para mantenerse calmada.
Una mujer de unos 32 años sé percató de la presencia de Megan y caminó donde ella sé encontraba. Rebecca vió que era la chica de la perfumería la que había arruinado la visita del candidato a la presidencia. Sin embargo, ella sé limitó en observarla con arrogancia.
-Buenas tardes; mí nombre es Megan, y estoy aquí porqué deseo ver al señor Erick.
-No sé encuentra, tiene asuntos importantes que resolver.-le anunció Rebecca con una mirada fría.
-Pero si yo lo ví, cuando me desmonté del taxi lo ví con algunos guardaespaldas recorriendo los jardines.
-No recuerdo programar una cita con él señor Erick contigo. ¿Realmente, por qué estás aquí, vendedora?.
-Estoy aquí porqué vengo a pedir disculpa por lo sucedido, yo realmente lo siento mucho y me gustaría que él señor Erick visitara la tienda del señor Jeff.
-Perdiste tú oportunidad y él señor Erick tiene otros planes, él no necesita it al mismo lugar donde una vendedora roció perfumes a sus ojos por una incompetencia por parte de ella.-Rebecca sonrió con arrogancia.-es tú problema que ahora la tienda de perfumes de tú tío nadie la quiera visitar por tener a una empleada torpe que no sabe diferenciar entre los ojos y el cuello.
Megan abrió la boca, sorprendida de lo que Rebecca la secretaria personal de Erick le acababa de decir. No imaginó que esa mujer le hubiese hablado de esa forma de la que ella le habló.
-¿Qué sucede aquí?.-le Preguntó Erick.
-Erick, ella es la chica que le roció con perfume sus ojos y ahora quiere que usted ayude al señor Jeff pero fué su desastre y no necesitas ayudarla.
-No es asunto mío que arruinaras la oportunidad de tú tío, es tú problema. Eso sólo te concierne a ti.
Megan se puso tensa. Erick Morgan era un verdadero malvado y egoísta que no era capaz de ayudar a una persona desesperada cuando lo necesitaba.
-Por supuesto que no, usted no necesita ayudar a esa chica ella perdió la oportunidad y no hay marcha atrás.- Rebecca no iba a permitir que Megan sé acercara Erick Morgan y que formaran in vinculo entre ellos.-te sugiero que mejor regreses porqué él señor Erick no te atenderá.
Megan se preguntó por qué la secretaria de Erick respondía por él y por qué no era capaz de dejarlo sólo por un instante. No esperaba salir con él o tener una relación solamente esperaba poder ayudar a su tío Jeff, pero le era algo imposible por la arrogancia de Erick y la mirada que Rebecca la miraba.
Y sin embargo no sabía que hacer para convencer a Erick para que aceptara ayudar a su tío Jeff y a su perfumería. Tras un profundo suspiro hondo Erick observó a Megan, ¿cómo iba a convencer a Erick? ¿Acaso era difícil ayudar? ¿Qué pasaba por la cabeza de Erick? ¿Cómo puede existir esa clase de persona? ¿Acaso tiene un corazón negro?.
Megan sacudió sus pensamientos sobre Erick y vió como él la miraba como una mirada fría al igual que su ayudante.
-Quiero que desaparezca y no regreses.-le ordenó Erick.-si te veo cerca de mí casa haré que te arresten.-la amenazó y luego entró con Rebecca a su casa.