Señor Presidente

024) Señor Presidente

Capítulo:24 

Era un sábado por la tarde, Megan sé encontraba en una pequeña cabaña con Erick, estaba feliz de que ambos pudieron estar juntos sin nadie que los controlen con preguntas y con ordenes de lo que ellos deben hacer y lo que no deben hacer.

Su carazón estaba en paz y acelerado al estar con Erick, sé sentía como una niña de cinco años cuando le compran un caramelo.

Megan estaba en la cocina preparando un poco de café para ella y para Erick, pudo sentir las fuertes manos de él detrás de ella. Sé giró y quedó frente a él, ambos estaban más unidos que nunca.

Megan logró encontrar la fuerza para mantenerse en pie y seguir mirándolo a los ojos. Deseaba que él la besara, pero si lo hacia los dos no iban a poder controlarse.

-Erick.-Megan desvió la mirada hacia una pequeña Mesa que estaba en la cocina .-debo hacer café y tú....

 Erick frunció el ceño. 

Él la miraba con tanto deseo que no le quedaba duda de lo que sentía hacia ella. Aún así había cierto deseos por parte de ellos, y ambos trataban de contenerse. 

-Estuve pensando que sería fantástico si vamos a otro lugar, por ejemplo Nick me invitó a patinar y pensé que....

Erick sé alejó de Megan y la vió con una mirada fría.

-¿Nick?...

-Déjame hablar quiero que me invites a un lugar nuevo sólo tú y yo.

Erick acarició la mejillas sonrojadas de Megan.

-Entiendo, estuve pensando que sería bueno si cancelamos el contrato.

Megan se alejó de él, sintió un deseos de abofetearlo. No sabía si ya no la quería o ya terminó el contrato de ellos dos.

-¿Terminar el contrato?.-repitió Megan

-Quiero que seas legalmente mí esposa y que nos olvidemos de que una vez hicimos algo tonto como un contrato.

Aquello era peligroso, pues Megan estaba dispuesta en hacerlo, estaba feliz conociendo a Erick significa que esa desición la tomó hace tiempo, ambos sé gustaban y era bueno. Los dos ésta vez tendrían que hacer que su matrimonio sea de verdad y no una farsa. 

-Ésta vez deseo que seas legalmente mí esposa y sin ningún tipo de restricciones o contrato de por medio.

Megan se sonrojó a la petición de Erick. Imaginó muchas cosas por parte de Erick, pero no imaginó que aquella persona de corazón frío, arrogante, desleal y malhumurado, fuera sincero con sus sentimientos. 

-¿Aceptas?

Megan asintió con una sonrisa

-Sí, acepto

Megan sintió la mano de Erick en su nuca. Agachó la cabeza y sintió los labios suaves de él con los de ella. Él le agarró las nalgas y acercó a su cuerpo volviendo a devorar su boca y explorándola con la lengua. 

Megan gimió, al sentir las caricias de Erick recorrer su cuerpo. Estaba feliz y sorprendida por el momento en que ambos se encontraban, ella debió parar lo que iba a pasar entre ambos, pero no podía. Sentía que con las caricias de Erick iba a explotar. finalmente Megan le desabrochó los botones de su pantalón. y se dejó llevar nuevamente por los besos de Erick. 

Megan cerró los ojos y estuvo a punto de ahogarse en el placer. Arqueó la espalda y se dejó llevar. 

Erick la llevó a la habitación y la tumbó sobre la enorme cama matrimonial. Observó lo hermosa y delicada que se veía Megan, ambos no dejaban de verse. Estaban llenos de deseos, la piel desnuda de Erick parecía porcelana por lo blanca que era, su cuerpo era firme y musculoso. Megan cerró los ojos y volvió a besar la boca de él . 

-Erick.. yo-susurró con voz entrecortada. 

-Megan.-Erick acarició sus labios con su mano.

Ella se arqueó sobre la cama y Erick se inclinó sobre ella y la besó en la boca de nuevo. 

Él levantó la cara y la miró seriamente. 

-Megan, ¿Estás segura?

Ella asintió lentamente

El placer fué tan fuerte que no podía evitar jadear cada vez con más fuerza. Cerró los ojos y sintió su boca en un pezón, devorándolo. Y acariciando cada parte de su cuerpo, pensó que iba explotar en mil pedazos. Gimió una y otra vez Mientras una gran descarga de placer recorría todo su cuerpo una y otra vez.

Megan tenía su largo cabello en toda la cama, su cuerpo estaba cubierto por la enorme sábana. Su carazón aún le latía fuerte.

Erick observó como Megan le sonrió, fué la primera persona con la que ella estuvo y la que había visto después de hacer el amor.

Megan sabía que se había entregado a él por completo. Era suya. Legalmente era su esposa y era su mujer. Sólo pensaba en el presente, en que ella era su esposa, era de él y de nadie más, y pensó en como un simple contrato hizo que ambos se enamoran.

-¿Estás bien?

Megan asintió lentamente

-¿Por qué no lo estaría?.-le Preguntó Megan finalmente.-estoy bien.

Erick la acercó a él y luego la volvió a besar.




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