Señor Presidente

028) Señor Presidente

Capítulo 28: 

-Cuando me llamaste para reunirnos me sorprendió.-habló finalmente Rebecca.-pero decidí aceptar tú invitación, siendo sincera es muy extraño pero aún así estoy feliz.

-¿Por qué es extraño qué la esposa de tú jefe te invite a comer?.-le Preguntó Megan.-sólo quería ver con quién debo empezar.

-¿Empezar?.-repitió Rebecca.

-La conversación.-le contestó Megan, con una sonrisa sarcástica.

Megan sabía que con la palabra "empezar", ella quería decir la batalla y Rebecca será la primera, la segunda Kristine y por último Wendy, acabaría con las tres y después empezaría una vida con su esposo Erick.

-¿Por qué estoy aquí?.-le Preguntó Rebecca.

-Ambas sabemos porqué estás aquí.-le contestó Megan.-para pelear sé necesita dos manos no dos manos más.

Megan le sonrió con sarcásmo

-Quieres terminar con mí matrimonio llamando a la ex-prometida de Erick y a Wendy una chica enamorada de él desde hace tiempo, pero mí pregunta es sencilla, ¿No vas a luchar? ¿O te vas a convertir en una sombra ocultándose de las personas y dejando que luchen?. 

-Para luchar mis batallas no necesito llamar a otras personas, mis batallas la lucho yo.-le contestó Rebecca.

-Siendo sincera no te consideraba una contrincante digna, pero ahora todo cambia.-Megan, le sonrió sarcásticamente y se acercó un poco a Rebecca.-te aseguro que haré que tú vida sea una agonía.

Rebecca no sabía que acababa de escuchar, aquella chica la había amenazado y declarando la guerra.

-Mejor me voy.-le contestó Rebecca; ella no estaba dispuesta en dejarse pisotear por Megan.-tengo asusntos más importantes que atender.

Megan la miró seriamente y luego habló.

-Cuando una persona te invita a comer debes quedarte por eso es una invitación, pero es descortés que quieras irte cuando esa persona te invitó.

Megan observó como Rebecca suspiró hondo y luego empezó a beberse una taza de té.

-Espero que lo disfrutes porque será lo último que beberás o comerás.-Megan, le acababa de amenazar en despedirla.-ya que es el mejor té y a lo mejor no puedas pagarlo.

Rebecca dejó de beber el té y luego miró a Megan.

-Ésta batalla la ganaré y te voy a destruir.-le contestó Rebecca.-y después me quedaré con Erick para curar su corazón.

-Bueno, no debo sorprenderme tú siempre usas esas tácticas, pero yo no me dejaré ganar por tres serpientes desesperada por un hombre casado y que no le hace caso.

-Erick, me amará y voy a darle un hijo.-le afirmó Rebecca.-y verás como somos felices.

-Entonces, estaré encantada de ver que eso suceda.-Megan le sonrió

-Cuando esté con Erick te vas quedar como una tonta pero como fuiste una persona que se vendió por dinero a lo mejor llame a un amigo que es dueño de un bar para que te acepte como dama de compañía.

La sonrisa de Megan era fría y sarcástica. No se movió, simplemente se quedó observando a Rebecca, y como ella estaba alterada. Pero Megan estaba disfrutando el momento. 

-No me sorprende, que conozcas esos bares ya que fuiste esa clase de persona.-le contestó Megan.-has pasado por la mano de tantos hombres que es lógico que conozcas esos lugares.-le sonrió sarcásticamente.-la esposa de un alcalde tiene una amiga que quiere abrir un bar le diré que te llame para que le expliques como funciona un bar ya que eres toda una experta.

-Eres una mujerzuela oportunista.-le susurró Rebecca.-por dinero

-Querida yo no necesito venderme y mucho menos necesito dinero, mí tío Jeff tiene dinero y mis padres me heredaron dinero y algunas propiedades yo trabajé porqué no soy una persona que quiere vivir una vida de lujos sin pertenecer a la sociedad.

-¿Cómo te atreves hablarme de esa forma?.-le Preguntó Rebecca.-no sabes quien soy

-Claro que lo sé, eres Rebecca Jones una chica de unos 23 a 25 años, secretaria personal de Erick Morgan presidente de Grinbrich. Que está locamente enamorada de él, que desea casarse con él pero él no la ama, que fué una cobarde por llamar a dos desesperadas mujeres a pelear una batalla y lo más importante que ella no sabe cual es su lugar y se olvidó que es la secretaria que es una empleada y no esposa legal y primera dama de Grinbrich.

Megan se levantó de la silla, y miró a Rebecca con una sonrisa sarcástica.

-Ya me voy.-Megan iba caminando y se detuvo un instante.-no te preocupes yo pagué con mí dinero y no con él de mí esposo, ah por cierto debes guardar ese dinero puede que un día lo necesites.-añadió saliendo del restaurante.

«Tú, mujerzuela oportunista juro que acabaré contigo y con la primera persona con la que empezaré será con la que amas más», pensó Rebecca.




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