Señor Presidente

035) Señor Presidente

Capítulo:35 

Casa presidencial.

-¿No le vas a decir a Megan?.-le Preguntó Kyle, un antiguo compañero de las elecciones presidenciales.-ella merece saber la verdad.

Erick suspiró hondo.

-Ella está feliz.-Erick, observó a su amigo seriamente.-desde que regresemos a Grinbrich, ella ha estado muy feliz y algo sensible no creo que decirle la verdad ayude.

-Le ibas a decir la verdad y ahora pretendes ocultarla, Megan no es una niña y mucho menos una persona particular ella es tú esposa y merece saber la verdad.-le replicó Kyle.-ella te ayudará a superar los problemas que tienes.

-Lo sé, no tienes que decirme.-le contestó Erick.

-¿Hablaste con Alonso?.-le Preguntó Kyle.-te investigué todo relacionado a él.

-Él me está inculpando por un crimen que yo no hice.-le contestó Erick.-él pretende que yo me rinda, yo pensé en todas las personas pero jamás imaginé que él fuera así.

-¿Sabes qué dijo una vez él sabio buda?.-le Preguntó Kyle.-"si uno queda atrapado en una idea creyendo que es "cierta" pierde la oportunidad de conocer la verdad", en pocas palabras debes decirle a Megan la verdad si no lo haces ella puede escucharlo por otra persona y pensar que es cierto de lo que te acusa Alonso.

Después de una hora, Erick hizo lo que su amigo Kyle le había aconsejado, había llamado a Megan, debía decirle la verdad y no ocultársela, aunque ella le pidió el día que regresaron a Grinbrich lo que él le quería decir pero él decidió no decirle nada y poder resolverlo por si mismo.

-Me llamaste y para reunirnos aquí.-habló finalmente Megan.-¿Qué sucede realmente?.

Megan no dejó de mirarlo

-Hay un caso sobre mí.-le dijo finalmente Erick.-donde yo soy culpable de lavado de dinero.

-¿Qué?.-le dijo Megan.-¿lavado de dinero?.

-Pero no es verdad yo no lo estoy haciendo.-le dijo Erick.-yo nunca he lavado de dinero y nunca lo haré.

-¿Quién?.-Megan se detuvo un instante y luego volvió hablar.-¿Quién te está inculpando?.

-Alonso.-le dijo Erick-él me está inculpando por lavado de dinero, hace una semana me llamó para decirne que lo ayudara a pasar un dinero a otra cuenta yo le dije que no lo haré entonces fué en ese momento cuando él fabricó pruebas de mí supuestamente lavando dinero.

 -¿Alonso?.-repitió Megan con incredulidad.-no puede ser él, en el evento cuando lo conocí no puede ser... él era muy amable.

Megan, estaba sorprendida no era que no pudiera confíar en Erick, él problema era que él señor Alonso era muy amado por los ciudadanos de Grinbrich y sería muy difícil que ellos pensara que Alonso está inculpando al presidente de Grinbrich.

Ella aún continuaba mirándolo, incapaz de creer lo que Erick le acababa de decir.

-Él señor Alonso, es muy peligroso por eso decidí sacar a tú tío y a mí abuela del país.-le confesó Erick.-no quería que ellos currieran peligro.

-Necesito estar sola.-Megan, se levantó del enorme sofá y caminó hacia la salida.

Megan, sabía que Erick no era capaz de hacer algo tan horrible como lavar dinero. Pero la persona que lo estaba haciendo está disfrutando su vida mientras su esposo puede ir a la cárcel por un crimen que él no hizo.

La única razón por la que Megan había salido de la oficina de Erick era porque ella hablaría con Alonso. Deseaba que él culpable viera que su esposo Erick no está sólo y nunca lo estará. 

En el momento que Megan salió de la oficina de Erick, ella decidió visitar al señor Alonso. Algunos hombres custodiaban su casa. Podía oír algunos murmullo de los guardias de seguridad de Alonso. Para él fué una sorpresa que ella lo estuviera visitando. Y era un gran privilegio tener a Megan Rich en su casa. Los siguiente dos días Alonso pensaba como acercarse a ella y quedarse con la mujer del presidente de Grinbrich, y ahora que estaba aquí sus plegarias fueron escuchadas.

-Señora Morgan's, cuando mí mayor domo me dijo que usted estaba aquí me emocioné por su llegada.-le dijo Alonso, con una sonrisa.-por favor tome asiento está en su casa.

Megan, no dijo nada y se sentó en el anorme sofá de la sala.

-¿A qué le debo su visita?.-le Preguntó Alonso.-antes que usted me diga lamento mucho todo lo que le está sucediendo a Erick.

Megan vaciló un instante, si contarle a Alonso o simplemente acabar con todo de una vez, ella suspiró hondo y finalmente decidió hablar.

-Dicen que una sonrisa oculta la verdadera identidad de las personas.-le dijo.-¿Qué usted cree señor Alonso?.

Alonso se encogió de hombros. Estaba sorprendido aquella chica era directa y no le tenía miedo a nada, sus ojos eran fríos como el hielo. Y sabía que ella era fuerte. A pesar de ser una mujer, él sabía que las mujeres son peligrosas cuando se trata de las personas que aman. 

-A usted no le importa mí esposo, y debo decirle que Erick es un buen hombre con corazón frío y que se preocupa por los demás.




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