24. Recuerdos, lágrimas y fiestas

Narra Lucian

Cierro fuertemente los ojos y trato de contar hasta diez.

Tenía a un imbécil como amigo.

― A ver, déjame entender...― Callum se había mantenido sereno todo este tiempo.― ¿Me estás diciendo que no aceptaste aquella apuesta porque de verdad comenzaste a sentir algo por ella?― Noah asiente lentamente y repentinamente, quiero golpearlo.― ¡Entonces, ¡¿Por qué, en el jodido infierno, le dices aquello a Tracy?!― Callum había perdido la paciencia.

Éramos amigos por 3 simples razones:
1. Crecimos juntos.
2. Teníamos los mismo principios y la misma moral.
3. Habíamos jurado algo, jamás jugar o apostar con el corazón de una chica, pues teníamos hermanas y supimos ponernos en ése lugar.

Y ahora, mi amigo, hizo todo lo que juramos odiar.

― Porque la escuché hablando con el imbécil aquel.― susurra frustrado.― A ella realmente le gustaba y me... ¡Demonios! Nunca en mi puta vida había sentido celos... y mucho menos de ésa magnitud.―patea una de las sillas y gruñe.― El imbécil ni siquiera tiene encanto.―sigue hablando como si nosotros conociéramos a aquel hombre.

Callum lo detiene y lo gira repentinamente, me hago a un lado pensando que lo golpearía, pero para mi decepción, simplemente lo hace para que nos mire.

― Vuelve a repetir lo que le dijiste.―hablo porque quiero creer que había escuchado mal la primera vez que lo oí.

― Le dije... nos mira derrotado, frustrado y triste.― ¡Maldición!― exclama frustrado, agarra su cabello y se lo jala y resopla...― Yo, yo...  No la amo.― habla con una mirada desesperada, apuesto lo que sea que sólo trata de mentirse a sí mismo, siempre hacía lo mismo cuando se veía atrapado y sin salida.― Quería demostrarle que todas se enamoran de mí.―una solitaria lágrima baja por su mejilla y la limpia desesperado.― Lana y yo apostamos y gané la apuesta.― su barbilla tiembla y aprieta su puño entre sus dientes.

Callum y yo intercambiamos miradas y él asiente.

Noah está perdida y profundamente enamorado de ella.

― Detente ahí.― hablo, cómo lo hacía entender que de verdad la ama y qué debería hacer en estos casos, porque yo... jamás he amado a nadie, hasta ahora.― ¿Pero qué demonios?― esa dichosa apuesta, ¿Por qué mi amigo era tan imbécil?

― Así es.―responde Noah, mientras trataba desesperadamente de contenerse.― Lana dijo que Tracy jamás se enamoraría, parecía divertido, enamorar a alguien como ella, que busca aventuras de una noche....―cierro los ojos por la decepción que estoy comenzando a sentir, se supone que Noah jamás haría algo como esto...

― No puedo.―me tenso al escuchar la voz de Tracy y miro hacia Noah que se veía mucho más pálido que de costumbre.

Escuchamos unos pasos alejarse y una puerta cerrarse...

Mierda...

Siento unos pasos acercándose, por instinto sé que es Elizabeth...

― Elizabeth.―  Callum es el primero en reaccionar, lentamente me giro para quedar cara a cara con ella, consciente de la tensa sonrisa que le da Noah a Elizabeth.

Por su cara sé que no está feliz, que quiere golpearnos a todos o, más específicamente, al imbécil de mi amigo.

Me aparta de su camino y todo pasa lentamente, lo primero que hace al estar frente a Noah, es levantar su rodilla y darle un fuerte golpe en su pene.

Mis ojos se abren al ver lo ocurrido y sin embargo, no la detengo porque mi amigo se merecía eso y mucho más, Noah se dobla de dolor y veo como Lizzy lo toma de su cabello para enderezarlo y darle un fuerte puñetazo en su rostro, haciendo que su cara gire por la intensidad del golpe.

Siento lástima y orgullo por ella... me siento tan imbécil.

Miro su mano que abre y cierra, sus nudillos están enrojecidos y aprieto mi mandíbula porque acabo de hacer que se lastime innecesariamente.

― Ya que nadie te ha enseñado a cómo tratar a una mujer, lo haré yo.― dice de manera entrecortada y en un susurro ronco, la tomo suavemente por el brazo, para tratar de alejarla y curar su mano que no me gusta como se ve. ― Suéltame.― dice enojada, tira de su brazo y se suelta bruscamente de mi agarre.― Dile a esa hija de puta de mierda que si se cruza en mi camino; se arrepentirá.― suelta como amenaza.― Y a ti, espero que algún día te arrepientas, porque Tracy, merece algo mucho mejor que una basura como tú, es más, la basura no es tan mala comparada contigo.― miro a Callum quien tensa la mandíbula, dispuesto a saltar en defensa de Noah, lo detengo con una sola mirada, ella se gira y ambos nos miramos y sin decir una palabra, pasa por mi costado.

Siento como algo duele un poco al notar su indiferencia hacia mí.

― Elizabeth.―susurro.

― Espero que no tengas nada que ver en esto, porque si me llego a enterar... ―me dice antes de desaparecer en busca de Tracy, quería decirle que yo no tenía nada que ver en todo esto, que jamás lo hubiera permitido... quería, desesperadamente, que me creyera a toda costa... y esa sensación me asustaba más de lo que podía admitir en voz alta.

Me giro para mirar a Noah, estaba con la mirada perdida y con una de sus manos en su mentón, el mismo lugar en el que Lizzy lo había golpeado.

― Estoy acabado...―susurra con la voz entrecortada.― Acabo de perderla.―lentamente me acerco hacia él.

Lo tomo por el cuello y me mira asombrado.― 2 cosas...

― Lucian, detente.―habla Callum a mi lado, tratando de que lo soltara.― Ha tenido suficiente.― dice en un susurro.

― Cállate, Callum.― le advierto, saca sus manos de mí y vuelvo mi atención a Noah.― 1. Si algo sucede entre Lizzy y yo por tu maldita culpa, juro que voy a golpearte y nadie ni nada me detendrá, ¿Escuchaste?― asiente.― y 2. Y más importante, y escúchame bien, jodido imbécil.―exhalo e inhalo.― Si de verdad la amas deberías de ir y tratar de solucionar esta mierda, haz algo, porque el único responsable de todo esto eres tú y nadie más... anda y no te quedes aquí dando lástima como un jodido perdedor, ¿Me entendiste o quieres que te lo deletree?―pregunto mientras lo suelto, asiente.― Y, una última cosa.―le digo antes de que deje por completo la sala.― Vuelve hacer llorar a Tracy y te juro que te reviento las pelotas a golpes... nadie se mete con mi familia, ¿Escuchaste?―y justo en el momento en el que asiente, entra Sara.