Señora Delacroix

27. Fiestas

Termino de colocarme el vestido, cuando siento el timbre de la puerta, descalza voy a abrir.

― ¡Hola!― exclaman los gemelos mientras me abrazan y río.

― Hola, mis pequeños.― saludo mientras beso sus frentes.― ¿Cómo estás?― abrazo a Sara.

― Bien.― dice mientras pasamos y la ayudo a desabrigar a los niños.

― ¿Y Eliot?― preguntan al mismo tiempo.

― Aún no llegan.― les digo, dejo sus abrigos en el perchero.― Pero pueden ir a jugar con sus juguetes...

― ¡Sí!― exclama Trevor.― ¡Muchas gracias!― exclama Montserrat mientras sigue a su hermano.

― Vamos, te ayudaré a que termines de vestirte y toda la cosa.― dice riendo Sara.

Asiento.― Por favor.

― Por cierto, aquí tengo pastel de manzana.― asiento y ella camina hacia la cocina.

― Iba hacer uno, luego recordé en que tú habías dicho que lo harías.― le sonreí.

― Siempre te olvidan las cosas como esta.― ambas caminamos hacia mi habitación.

― ¡Trevor! ¡Mone!― veo como Eliot abraza a los mellizos y luego viene a saludar a Sara.― Tía.― besa su mejilla y la abraza.

― Hola, tesoro.― besa su frente y lo deja ir.― Que hay, guapa.― se levanta a saludar a mi amiga y ambas se abrazan.

― Ya sabes. ― se encoge de hombros.― Bella, igual que ustedes. ― abraza a Sara y besa a los gemelos.― Traje pastel de patatas.― se pierde en la cocina y reaparece con una botella de vino en mano y tres copas.― ¿Algo que contar?―río y niego entretenida.

― ¿Quién primero?― pregunto.

― Sara.―habla Tracy y Sara la mira con cara de pocos amigos.― ¿Qué?―pregunta mientras se encoge de hombros.― No te vemos casi nunca... es nuestro derecho.

― Es injusto.―se queja mientras observa como Tracy sirve vino en las copas.

― No lo es.―le entrega una a ella, otra a mí y se deja una.― Habla.

Sara suspira.― Callum, ya no sé qué pensar de él.―de repente, Sara se veía realmente cansada.― Sofía fue a casa, sólo para reprocharme de que estoy más cerca de él...

― Es una jodida puta.―insulta Tracy.― ¿Ahora se las da de moralista, cuando hizo lo que hizo?―parecía realmente cabreada.― Te juro que le rompería su linda nariz.―truena sus dedos y provoca la risa de Sara.

― Ya lo hice yo.― Sara palmea el hombre de Tracy.― Tranquila, Rocky.

― Eso fue hace mucho.―reclamo mientras la abrazo.― Sólo piensa cómo sería romperla de nuevo.

Las tres reímos mientras nos imaginamos aquella escena.

― Hace dos días, Callum fue a casa borracho...―comienza a narrar.― Lo dejé entrar para que no molestara a los niños y de un momento a otro... me besó y no sé cómo tuve la fuerza para detenerme.―cubrió su rostro.― Me estoy convirtiendo en lo que más odio... en mi hermana.

― No es tu culpa que lo sigas amando.― susurré.

― Ni que haya sido un imbécil que te abandonó en el momento menos inoportuno.― termina Tracy.

― Esa noche se quedó en casa y a la mañana siguiente.― suspira.― No recordaba nada.

Tracy maldice en voz baja y yo golpeo su cabeza, sólo porque deseaba golpear algo y Tracy era la única más cerca.

― ¿Estás segura?― Sara niega.

― Mientras tomábamos desayuno, me hacía preguntas para saber lo que había hecho en su estado de ebriedad y esas preguntas se tornaban cada vez más incómodas.

― Estoy segura que se acuerda.― dije pensativa.― Es típico de hombres fingir que olvidaron.

― Estoy de acuerdo con Lizzy...

― Y para rematar, papá se enteró quién es el padre de los mellizos...― ambas miramos a Sara.

― ¡Oh, Virgen de todas las Papayas!―exclamo.― Es broma, ¿No?

Ella niega.― Escuchó una conversación con Rob.

― Querido Señor Jesús...―susurra Tracy.― ¿Cómo se lo tomó?

Se encoge de hombros.― Pensé que iba a gritarme o algo...―niega.― Simplemente me abrazó y me pidió perdón.

Tracy silva y nos quedamos en silencio.

― Eso es todo.― dijo luego de unos minutos en silencio, tomó su copa y bebió todo su contenido de una vez.― Es el turno de Tracy.

― ¿Por qué yo?―pregunta incómoda.

― Anfitriona.―decimos Sara y yo al mismo tiempo.

Tracy suspira y asiente.― Noah...―pronuncia lentamente.― No ha dejado de buscarme, de hacer cosas para llamar mi atención... me llevó serenata, ¿Pueden creerlo?― ríe amargamente.― Ha hecho tantas estupideces que ya no sé como quitármelo de encima.

― Me lo esperaba de alguien tan simple como él.―habla Sara.― Noah es demasiado sincero con sus propios sentimientos que no dudará en hacer lo que esté en sus manos para demostrarlo.

― ¿Cómo lo sabes?―preguntamos al mismo tiempo.

― Lo conozco de hace años, he hecho negocios con él y estudié con él, ¿Qué esperaban?―todo cobraba sentido ahora.― Sólo comete el error una vez y luego... da todo para repararlo y no volver a caer.

Tracy asiente.― Somos tan diferentes.

― Los polos opuestos se atraen, ¿No?―comenté yo.

― Supongo que sí...

― ¿De verdad quieres que se aleje?―le pregunté mientras la observaba jugar con sus pulseras.

Niega.― No lo sé, estoy tan acostumbrada a él, que no lo sé... ni siquiera sé que hacer con mis sentimientos.― oculta su rostro entre sus manos.― Odio no saber lo qué siento, no tener el control de mis propios sentimientos, ¿Cómo lo hace para ser así? ¿Para insistir e insistir, cuando le he dicho una y mil veces que no quiero volver a verle? ¿Cómo?

― El amor, puede ser muy testarudo de vez en cuando.―susurra Sara.

― Tu turno.―― me apunta Tracy mientras bebe todo el contenido del vaso.

Me encojo de hombros.― Me preocupa Eliot y cómo se tomará el hecho de raparse.―lo miré jugar desde lejos.― La boda está cada vez más cerca y realmente; me gustaría tener a mis padres conmigo.― porque aunque no lo quiera, son mis padres.

― Eliot es fuerte.― Tracy me sonríe.

― Y tus padres, solo hazte esta pregunta: ¿De verdad crees que se merecen tal honor?― Sara me mira seriamente.




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