Señores de los Andes

CAPITULO X

LA NUEVA GENERACION CRECE

Se inicia el Comercio externo

         Apu Tambo estaba en una reunión con Tisoc Huari, cuando un guerrero ingreso al salón e informó al Sapa Qhapaq, que había llegado Roca Sayry Tupa con un mensaje del Cutucamayoc.

- Que pase - ordenó Apu Tambo.

De inmediato ingreso presuroso Roca y rodilla en tierra ante Apu Tambo dijo:

- Gracias por recibirme, mi señor.

- Levántate Roca Sayry Tupa, y dime ¿qué noticias me traes de tu hermano?

- Mi señor, mi hermano Cachi Sayry Tupa está a quince días de camino y me ha enviado para comunicarle que nuestra misión ha sido todo un existo. Hemos visitado muchos pueblos y en todos ellos hemos sido muy bien recibidos, la calidad de nuestros productos sobre todo de nuestras papas (ocho tipos de papas), quinua, lana y tejidos de alpacas, así como artesanía e instrumentos musicales fue excelente, en el primer mes acabamos de intercambiar todo lo que llevamos y lo que recibimos a cambio fue muy favorable, íbamos a regresar; pero nos informaron de la realización de muchas ferias en los pueblos aledaños y hacia allí nos dirigimos. Los pueblos cuando llegan las caravanas de comerciantes tratan de intercambiar todos sus excedentes y había una serie de productos de muy buena calidad, esto nos animó y seguimos siempre hacia el norte hasta llegar a Piquillacta, el poblado más importante de la zona, que fue el lugar al que planeábamos llegar inicialmente.

 - Si se acabó lo que llevaron, ¿que intercambian? Pregunto Tisoc.

 - Mi señor todo lo que habíamos recibido a cambio de nuestros productos, y que cada vez hacia mayor nuestra carga, por lo que en cada lugar de importancia tuvimos que construimos nuestros propios depósitos, para dejar en ellos lo que era de menor valor de cambio, pero que para nosotros si tiene gran valor, debido a que no lo producimos como el oro, plata, piedras semipreciosas, así como el cobre y el estaño que necesitamos para obtener el bronce.

 - Esos almacenes son seguros? - Preguntó Apu Tambo.

- Si mi señor, en cada almacén hemos dejado dos guerreros y cuatro artesanos, en el viaje de regreso estamos trayendo todo lo que es necesario para nosotros y dejando lo que lo que producimos para que los encargados de los almacenes los sigan intercambiando con los pobladores y con los mercaderes que lleguen a sus ciudades. Pero lo más importante es que cuando partimos llevábamos 80 llamas cargadas y ahora regresamos con 250 llamas cargadas de productos y hemos dejado en nuestros almacenes que son cinco algunos productos no perecibles o que no son de interés para nuestra gente

- Creo que como dijiste al inicio, ha sido exitosa esta primera salida - Dijo Apu Tambo -. Ya con tu hermano Cachi veremos cuando parte la segunda caravana.

- Mi señor si me permite, mi hermano me encomendó decirle que sería conveniente crear un almacén en Atuncolla para que ahí dejemos los productos que no necesitamos pero que podemos enviar hacia la costa.

- Me parece muy buena la sugerencia de tu hermano, mañana coordinaras con Tisoc, para que construyan el almacén, como los cinco que han construido en el norte.  

La reunión se prolongó por más de una hora, en la cual se trataron una serie de temas, relacionados con las aldeas, pueblos y señoríos. Al final Apu Tambo agradeció a Roca por los informes y Tisoc Huari acompaño a Roca hasta la puerta del Palacete. Al regresar Tisoc dijo:

- Señor, Roca no nos ha dicho nada referente a la segunda misión encomendada.

- Cierto y me parece muy bien esa conversación será con su hermano Cachi que es el responsable de ver que zonas podrían servirnos como posible destino cuando tengamos que dejar este valle escondido.

Justo quince días después, de esta conversación, llego la caravana que había estado casi medio año fuera y su jefe acudió de inmediato al Palacete para rendir cuenta de la labor encomendada.

- Sea bienvenido el Cutucamayoc Cachi Sayry Tupa – dijo Apu Tambo -. Al ver ingresar al recién llegado.

- Gracias mi señor – respondió Cachi -. Es para mí un gran placer traerle los mejores resultados del encargo que recibí de usted.

- Tu hermano ya nos había adelantado los estupendos resultados y ahora quiero saber los resultados del otro encargo que te encomendé.

- Señor esos son mejores - dijo Cachi -. Desde que partimos hacia el noroeste, enviamos seis guerreros en parejas y disfrazados de pastores la primera pareja se adelantaría hacia la derecha, la segunda hacia la izquierda y la tercera al frente y tenían el encargo de buscar centros poblados. Si encontraban algo, nos hacían señales con piedra de andradita pulida que reflejaba los rayos del sol indicándonos que había algún peligro o que habían encontrado un pueblo y hacia allí nos dirigíamos, comunicando a las otras dos parejas el cambio de dirección. En estos seis meses hemos visitado 22 aldeas, 7 ciudadelas y cinco señoríos y en todos fuimos muy bien recibidos realizamos intercambio de productos y pedimos a sus jefes o señores, nos permitan hacer nuestros almacenes para lo cual nos cedieron un lugar en los límites de la aldea o ciudad. Almacenes en los cuales dejábamos lo que era para nuestro valle. Al seguir nuestro viaje dejábamos dos miembros de nuestro grupo encargados del cuidado del almacén y de recorrer los alrededores con el fin de conocer el tipo de tierras y cultivos que tenían y si había pueblos cercanos. Eso lo repetimos en todos los lugares que visitamos. Al regresar recogimos todos los productos que de los almacenes y dejábamos lo que no era de interés para nuestro valle.



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En el texto hay: poder, dioses y guerras

Editado: 01.04.2021

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