La gente estaba afuera del colegio expectante a la llegada del chico de primer grado llamado Josh Mcboy. El rumor de una pelea entre dos alumnos se había esparcido como pólvora.
Con morbo, la gente de todos los grados rodeaba a Du Jester, algunos impacientes por ver si llegaría Mcboy, otros incrédulos de que se pelearán, pero todos aferrados a la esperanza de ver un gran espectáculo.
—Ya llegó —gritos de la multitud comenzaron a ladrar.
Efectivamente, Josh Mcboy había llegado al patio, aunque no por interés propio o valentía. El hecho de que la sede de la pelea fuera en frente de la puerta principal no ayudó en nada a pasar desapercibido.
—Mcboy, ven —Jester le ordenó al joven del primer grado que se acercara. Mcboy se acercó al líder del equipo de Béisbol muerto de miedo. Respiró. Ya de frente, el deportista expresó sus pensamientos:
—Dime zopenco, ¿Algo que quieras decir antes de morir?
Josh no hablaba, solo miraba hacia abajo, con miedo, quería llorar, tampoco sabía qué hacer. Intentaba levantar la mirada, pero le ganaba el miedo. Aún así, con coraje observó a Jester... Pero bajo la mirada de nuevo, solo la levantó para encontrarse con los ojos de la chica que había insultado: Dylan Becker.
Dylan, efectivamente se encontraba cerca, pero no entre la multitud, veía aislada la pelea junto a sus dos mejores amigas. Becker al ver como el chico postró sus ojos en ella, sintió una profunda pena, y lo perdonó por el griterío de esa mañana. Aún así no pensaba interferir. Se sentía mal por no ayudar. Por voltear la cara ante una persona en peligro, pero no estaba segura que hacer.
—Dy —escuchó Dylan a una de sus mejores amigas, Daniela Radón. —¿Te encuentras bien? —Daniela logró observar brevemente sus gestos, sin embargo no pudo observar el intercambio de miradas que hubo con Josh. Para Daniela, era justicia que su novio la protegiera de esa manera. Era lo obvio y lo necesario. En cambio Dylan tenía una idea diferente. Para Becker, su novio no tenía que protegerla, pues ella era independiente y se podía cuidar sola. O al menos, pensaba que era así.
La otra mejor amiga de Dylan que estaba a su lado era Danny Cooper. A diferencia de las otras dos, no mencionaba nada, solo observaba, frustrada. Aunque para Dylan y Daniela todo este mitote era por culpa del chico por su agresión verbal, para Danny esta situación era muy diferente, era algo personal, sin poderlo demostrar... Pero no podía hacer nada, solo rezaba a que alguien terminara con este problema.
—Dime Mcboy, ¿Qué crees que pase?
Josh solo calló y miró para abajo, de nuevo. Jester al no ver respuesta, lo agarró de la camisa para levantarle el mentón. Y le preguntó:
—¿Qué crees que pase?
Josh se forzó a verlo, pero su mirada se desvío inconscientemente, tantas emociones de vergüenza le hicieron sentir miedo y pena. Quería llorar.
Jester se empezaba a frustrar: —Di algo, maldita sea.— Término tirándolo al suelo.
A diferencia de la creencia popular, el beisbolista estaba ganando tiempo, él honestamente no quería pelear. Solo quería que se arrepintiera, amenazarlo y listo. Sabía que Michael Carrión o el Lobo Martínez llegarían en cualquier momento para pararlo y ser para la preparatoria algún tipo de héroe. No le agradaba su comportamiento de matón, aunque fuera lo mejor para él y Dylan, no quería lastimar a alguien. Solamente terminar con este show para llevar a su novia a comer. Luego regresar a entrenar y descansar más noche en su casa . Admitía que sentía ganas de golpearlo, pero honestamente no era una bestia como todos decían, y no les daría armas a la gente para que pensarán eso.
—Quiero pedir perdón. —dijo Josh, por fin. —Perdón a Dylan Becker, no quería hacerla sentir mal...
Esperando que hubieran escuchado todos a su alrededor, internamente, Jester se alivio, ahora solo era cuestión de gritarle dos o tres cosas más como: "¿Solo eso? ¿Crees que con eso te librarás? ¡Ella se merece más que un solo: "perdón"! ". Para después patear el suelo levantando la tierra y decirle: "No vale la pena pelear con un debilucho" e irse del lugar con su novia. De esa manera no habría un conflicto mayor, y solamente lo asustaba a él y a todos que le dijeran algo a Dylan...
...Pero esto no acabó ahí, Josh retomó la palabra.
—Quiero pedir perdón por las cosas que dije, nunca fue mi intención hacerla sentir mal, pero quiero decir que tú eres un idiota, y si quieres hacer algo realmente bueno por ella, es irte de su vida, porque no se merece tratar con un idiota toda su vida. Con una bestia que...
Josh sintió un impacto en su mandíbula, como si se acomodará hacia atrás con una fuerza nunca antes sentida. Un dolor inmenso en los labios le llegó junto a una sensación húmeda por dentro de la boca. Jester había golpeado bruscamente al chico, y la sangre había volado. La sorpresa lo dejo inmóvil, pero un segundo golpe en el ojo lo despertó, e intentando levantarse recibió un tercero en la nariz.
La gente de alrededor gritó, no como un apoyo a la pelea o un grito de emoción, si no como algo más cercano a la preocupación o miedo. Genuino miedo. En ese momento para los espectadores pasó de ser un morboso espectáculo a una escena traumática. Dylan alcanzó a ver el primer golpe, cosa que la alerto e la hiso reaccionar con un gritos. Pero entre tanto griterío poco o nada se pudo hacer. Sus amigas Danny y Daniela se horrorizaron al ver la escena de unos puños con sangre y un niño tirado en el suelo visiblemente herido.
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Editado: 07.09.2023