—¿Entonces, si irás a la fiesta por el evento? —un grupo de chicos se encontraban platicando afuera del instituto. Lejos de ellos, se encontraba Aranda escuchando.
—Claro que sí. —dijo algún otro chico.
—¿Una fiesta? —se acercó Aranda a preguntar.
—Sí. —respondió alguien. —Michael Carrión hará una fiesta esta noche para celebrar su triunfo e invitó a todos en el colegio.
Aranda se quedó pensando: “¿Por qué nadie me dijo de esto?”.
…
—“¿Por qué nadie me dijo de esto?” —dijo Alexa leyendo una invitación. —Ya viste Evan, harán una fiesta en la casa de Michael por su victoria. ¿No es grandioso?
La chica se quedó esperando una respuesta de su mejor amigo.
—¿Evan? —al mirar a observar el chico, sólo pudo verlo serio. Evan estaba sentado en su ya clásico asiento enfrente del piano. Estaban en la sala de música, uno de los lugares más importantes para los dos. Pocas veces la gente se aventuraban a acercase a este edificio, lo que lo hacía adecuado para tocar el piano, sólo él y la soledad del chico… Y algunas veces Alexa acompañando con guitarra o voz.
—Alexa, sí sabía de eso… Necesito que me hagas un favor. Toma. —de la mano de chico le entregó un sobre blanco. —Este sobre es para Michael, necesito que se lo des.
—¿Por qué no sé lo das tú? —cuestionó Alexa.
—Porque no iré a la fiesta, me quedaré tocando.
—Ey no, no, no me dejarás sola Evan Charms. —dijo Alexa jugando y agitando la mano que tenía el sobre.
—Alexa, esto es en serio, le debo una disculpa a Michael.
—¿Y eso? ¿Se pelearon? ¿Al menos se hablan?
—Tuvimos una breve discusión después de la carrera. Y quiero arreglarlo.
—Okay, ¿pero si me acompañarás verdad?
—No Alexa.
—Por favor. —la chica comenzó a jugar picándole las costillas.
—¡Ya Alexa! —paró abruptamente, Evan nunca le había gritado. La chica por inercia intentó abrazarlo para calmarlo, acción que lo hizo reaccionar peor. —Ya sueltame, nunca me dejas en paz, siempre estás ahí, dame un solo instante de soledad”.
Sorprendida y herida paró de jugar, y sólo se quedó callada. Internamente esperaba que Evan se disculpará por su actitud, pero el chico sólo le dio la espalda y comenzó a ver las teclas del piano.
—Evan… —estaba triste, nunca pensó que su amigo actuara así. —Mejor me voy. —sin decir nada más, sólo se fue del salón con sobre en mano.
Recordó brevemente la pelea que tuvo con Michael al final de la carrera, cómo hablaron ellos dos, Beatriz y el director. Nunca olvidaría las palabras que le dio Scott:
"Crees entender las cosas solo por que has dado dos o tres pasos más que tus compañeros, te crees mejor, y ser peor que eso te carcome".
Evan Charms tocó toda la tarde hasta que el colegio cerró.
…
Una casa adornada llena de flores se presentaba con luces ante la noche. Michael Carrión había comenzado su fiesta. Ya ambientada, una deslumbrante Alexa llegó con el anfitrión, menos sentimental que esa mañana. Abrazó al chico, agradeció haber sido invitada y le enseñó el sobre.
—Es de Evan para ti.
Michael se sorprendió, curioso pensó en preguntar dónde estaba el chico. Pero no lo hiso.
—Alexa, ¿Quieres algo de tomar?
—¿Qué tienes? —respondió con una sonrisa. A su lado escuchó una irrupción.
—Mucho alcohol y jugo, me imagino que irás a tomar jugo. —Rachel Sinner estaba a su lado jugueteando con una lata.
—Hola Rachel. —sonrió alegremente Alexa. —¡Claro que quiero jugo!
Se acercaron las dos hacia una pequeña barra. En su camino, Rachel comenzó a decir algunas frases que fueron ignoradas por Alexa, reconoció entre la fiesta a algunos compañeros suyos, Ken Martínez, Daniela Radón, Danny Cooper, Dylan Becker, además de algunas personas de años más abajo que ella. Justamente Juli, la hermana de Josh Mcboy también estaba ahí.
En lo que Alexa tomó un jugo Rachel le preguntó. —¿De verdad tomarás jugo?
—No me gusta la borrachera. —Rachel sólo levantó los hombros y tomó de un sorbo lo que restaba de bebida; se fueron no sin antes ver cómo Sinner agarraba una lata más.
Tomaron una breve caminata hasta uno de los sillones.
—Te ves menos estresada. Lo que nunca había visto, a Alex Borrel ansiosa. ¿Qué pasó?
—Fue una semana… Agotadora. —Rachel se recargo ligeramente en el sofá. —Te ves mejor así, más reluciente.
Alexa sintió una curiosa alegría. —Normalmente, eres más irónica. ¿Ya estás entrada? —la chica negó comentando que apenas había comenzado, Alexa lo dudo.
—Alexa, Alexa, siempre enemigas de un mismo bando… Siempre tan admirable, la verdad si te tengo celos.
Aunque el ritmo del diálogo hacía parecer que Rachel seguiría hablando, sólo se quedó callada, abriendo su lata.
—¿Ya sabes que harás para el concierto cultural? —cuestionó Rachel mirando hacia la nada.
—No. —Alexa tomó un sorbo. —No tengo idea.
—Sabes, podríamos hacer… —Rachel deslizó su mano brevemente para tocar la de Alexa —...algo juntas.
Alexa, alejó su mano delicadamente. Con bastante sorpresa, pero sin perder la cabeza dijo: —Me gustaría trabajar contigo Rachel, pero me gustaría eso, trabajar.
Aunque en ningún momento Rachel hizo un gesto, regreso su mano hacia su costado.
—A mi también me gustaría… —Rachel Sinner se levanto del sofá tambaleante. —Voy al baño, no iré a vomitar.
Un silencio entre las dos se formó y Rachel salió en busca del baño. Al llegar, no tardó ni un segundo en recargarse en el espejo del baño. Mientras se desintoxicaba algunas lagrimas salían de sus ojos. Frustrada lloró en silencio.
…
Alexa se quedó sentada en el mismo sitio.
—Me es extraño verte sola. —dijo Ken Martínez acercándose.
—Últimamente ya no gozo de esa virtud.
—¿Y Charms? Siempre los veo juntos, y cuando no… Pues.
Alexa sonrió. Ken Martínez era alguien que consideraba su amigo, siempre atento a ella, lo apreciaba bastante, aunque su mejor amigo fuera un idiota a veces, Ken siempre estaba atento y dispuesto a aconsejarla.
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Editado: 07.09.2023