TERCER ACTO

(Cuarto de Lara: con amplias ventanas. Hay un escritorio de trabajo al costado del ventanal más grande. Una silla gamer está al lado del escritorio. En la otra punta, hay una cama con un puf fiaca al lado con ropa desordenada. Lara escribe en su computadora portátil. Recostada en su cama a toda velocidad. Tiene diferentes libros alrededor).

Damián y Lara

DAMIÁN: (Entra bruscamente, cierra la puerta de un portazo). ¡Lara! (Va hasta la pared, aprieta el puño y pega con fuerza. Grita de dolor).

LARA: (Mira la situación sin preocuparse). Bueno, vi cosas

más raras. (Vuelve a escribir en la computadora). ¿Se puede saber qué estás haciendo?

DAMIÁN: (Sacude su mano). Estoy nervioso, y en las películas cuando el protagonista se enoja le pega a la pared. (Besa su mano lastimada). Y rompe la pared, no su mano.

LARA: (Sigue escribiendo, no lo mira). Esta pared sí es de cemento.

DAMIÁN: (Enojado). ¿Se puede saber qué estás haciendo?
LARA: (Emocionada, lo mira y habla rápido, con entusiasmo).
¡Me pasó algo genial! ¡Del club me pidieron que haga un
guion basado en...!
DAMIÁN: (Interrumpe). ¡¿Por qué le dijiste a papá cosas de
mí?! ¿Por qué me hacés esto? ¡Te pedí que no cuentes nada!
Y ahora papá dice que tengo novia. ¿Qué les dijiste?
LARA: Ah, pensé que por fin te interesaba mi vida. (Vuelve a
escribir). La verdad.
DAMIÁN: (Asustado). ¡¿Qué verdad!?
LARA: Que estás hormonal.
DAMIÁN: (Relajado). Ah... (Levanta la voz). ¿Y por qué lo
hiciste? ¡Te dije que guardes el secreto! (Empieza a llorar. Se
tira contra la puerta y se deja caer al piso. Lara se para, va a su
lado, se arrodilla y lo abraza). ¿Qué voy a hacer? Si se enteran
me van a matar. Me van a echar de la casa, eso seguro. Son
muy estrictos con estas cosas.

LARA: (Acariciándole el pelo). Decilo, hermanito, no voy a dejar que te cuelguen. (Aprieta el puño y hace un gesto de fuerza). ¡Nos tendrán que colgar a los dos!

DAMIÁN: (Se para). Siempre te admiré. (Lara se para y se sienta en la cama mirando a Damián). Nunca te importó lo que digan papá y mamá.

LARA: (Despreocupada). Sí me importa y los tengo de modelo; cuando me dicen que una oportunidad que tengo es mala idea, la tomo. (Guiña el ojo). Deberías seguir mi ejemplo.

DAMIÁN: ¡No puedo contar nada! ¡Te dije que si se enteran...! (Se muerde las uñas). ¡Qué catástrofe!

LARA:(Imperativa). ¡Mirá, no hagas un drama! Mal que mal, mamá y papá nos quieren. Y yo te voy a apoyar como hermana mayor que soy. Como me apoyaste cuando decidí dedicarme a las letras y el arte del teatro.

DAMIÁN: No es lo mismo.

LARA: No, pero el apoyo que te voy a dar va a ser el mismo que el que me diste vos.

DAMIÁN: Ya sé que cuento con tu apoyo, pero no va a ser fácil. Viste cómo es papá con su “moral  indiscutible”. Hasta nos dice como ejemplo que se casaron porque mamá estaba embarazada de vos. Que si ellos asumieron responsabilidades de chicos, nosotros tenemos...

LARA: (Suspira) Ya conozco la historia.

DAMIÁN:(Desesperado) ¡Nos torturan con esa historia desde que tengo memoria! Si se llegan a enterar que mi novia... Que no tengo novia, tengo novio. (Baja la voz). ¡Si se enteran de que soy gay me matan! ¡O me internan! ¡O me echan! ¡O todo junto! (Vuelve a llorar tapándose la cara. Atina a sentarse en el puf ).

LARA: ¡No te sientes ahí!

(Damián levanta un buzo. Una pequeña gatita duerme ahí. Deja el buzo en el mismo lugar).

DAMIÁN: Otra vez tu gata... (Suspira y se sienta en la silla gamer). ¿Sabés lo que pasó hoy?

LARA: Nada bueno, nadie te manda un mensaje diciendo: “Tenemos que hablar” para decir algo bueno.

DAMIÁN: Mati me dijo que está cansado. Ya te conté que ayer fui a su casa y hablé con sus papás, gente muy buena que me aceptó enseguida. La pasamos muy bien todos. Pero hoy... (Reacciona). ¿Cómo sabés que me dijo eso?

LARA: (Levanta los hombros) Si me ibas a contar de todos modos, solo me adelanté cuando vi que te olvidaste de cerrar el WhatsApp web...

DAMIÁN: ¡No te vuelvo a pedir la net prestada!

LARA: Los dos sabemos que eso es mentira.

DAMIÁN: (Entre dientes). ¡Sos...! (Habla normal). Bueno, la  cuestión es que hoy me dijo que está cansado de esconderse.

LARA: Es entendible.

DAMIÁN: Yo le propuse escaparnos y...

LARA: (Interrumpe cantando). Casémonos vía México...

DAMIÁN: (Enojado). ¿Me vas a dejar hablar? (Lara afirma con la cabeza). Pero él no quiere...

LARA: (Sarcástica). ¿Por qué no? ¡Es una idea brillante! ¡Dos menores de edad sin rumbo ni medios por la vida! ¡Sin experiencia laboral! ¡Uno que no sabe ni hacer un té y el otro que seguro también es un mantenido!

DAMIÁN: ¡Callate y escuchá, Lara! Quiere que les cuente todo a los viejos. Le dije que no puedo, que mis padres no me van a entender, pero él no me entiende. ¿Vos te imaginás la reacción de papá? (Lara hace la señal de la cruz. Damián sonríe). Sí, que Dios nos asista. Así que discutimos. Le dije que no estaba listo para contarlo. Me dijo que si hoy no les decía las cosas a papá y mamá, no cuente con él mañana.

LARA: ¿Y qué vas a hacer?