... "Tus palabras eran como el viento, invisibles y al mismo tiempo sonoras"...
Me encontraba entrando al aula de clases de mi primer año de secundaria, aun me encontraba nerviosa ya que no conocía a nadie y no era muy buena para socializar.
Al instante un chico se sentó a mi lado, voltee a verlo y pude notar que tenía unos ojos muy bonitos,
>>¡¿Tan rápido alguien te gusta?!<< Calla mini-yo.
-Hola, soy Alexandra. ¿Cómo te llamas?- A pesar de lo penosa que aveces llegaba a ser me atreví a hablarle, al final, nada perdía.
-Hola Alexandra me da gusto conocerte en el primer día. Yo me llamo Christopher.
-Espero y podamos ser unos grandes amigos.
-Claro que sí, ya lo veras-Sonrio y juro que era las sonrisa más bonita que haya visto en toda mi vida.
Ese día estuvimos hablando todo el tiempo y también cantamos varias canciones juntos él y yo y con otros compañeros también. Desde ese día que nuestras miradas chocaron supe que en algún momento iba a terminar con el corazón roto, pero no me importo y decidí arriesgarme.
Entre más pasaba el tiempo, mas unidos éramos y yo empezaba a sentir cosas por él. Al principio pensé que era solo cariño de amigos lo que sentía por él, hasta el día en que iba entrando al salón y luego luego se me acerco para decirme que le gustaba una compañera de nuestro salón.
-¡¡¡Alex, Alex, Alex!!! Ven a sentarte rápido que tengo que contarte algo y quiero que seas la primera en saberlo- Mientras me decía eso, me iba jalando del brazo para sentarme en la banca que estaba a lado de la suya.
-¿Qué paso, Chris? , que es eso tan importante que tienes que contarme- Le respondí mientras acomodaba mi mochila en el piso, para sentarme bien en mi lugar.
-Es que... Lo que pasa es que me gusta Maddison .
Al momento en que me dijo eso sentí como un dolor en mi pecho, si sé que han de decir que dramática, pero no pude evitar sentirme mal, ya que en mi mente pensaba que iba a decir mi nombre.
>>Que ingenua muchachita, en cerio creíste que alguien pondría los ojos en ti<<
Si, tenía una mala autoestima, de pequeña era muy diferente me sentía segura de mi misma y no hacía caso a los comentarios mal vibrantes de las demás personas, pero conforme fui creciendo me fui volviendo más insegura hasta el punto de que no me aceptaba y me sentía fea.
-¡Hey, Alex estas bien!- Me pregunto con su cara de preocupado al ver que me había quedado callada y en shock.
-Eh, sí, sí, estoy bien- Le conteste medio perdida en mis pensamientos. -Me alegro mucho por ti.
Ya habían pasado varias semanas desde que mi mejor amigo Christopher me había confesado que le gustaba Maddison, no fue hasta que un día mis compañeros empezaron a hacer parejitas con todos los del salón y decir quien le gustaba a quien, yo tenía claro que nadie sabía que me gustaba Christopher, ya que todavía no tenía la suficiente confianza con otras personas para contarles de mis sentimientos hacia el.
Llegaron a un punto donde oí que empezaron a gritar que a mí me gustaba Chris y yo toda avergonzada lo negaba, diciendo que todo era mentira y que lo estaban inventando. Aunque al negarlo todo me sentía mal, ya que mi yo interior me decía que debía ser sincera con él aunque por un lado me ganaba el miedo de que me dejara de hablar o se burlara de mis sentimientos o igual de que me llegara a odiar y perder nuestra amistad.
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Editado: 30.12.2018