Sentir

Inocente

Muros testigos de mil lagrimas 
Barrotes sosten de mi vivir
Días y noches se hacían una
Implore mil veces hacerme oír

Una condena que no era mía
Un delito que no cometi 

Fue un día en la tarde, el sol caía 
Me arrebataron mi buen vivir
Tres pequeños corazones 
Que me estaban viendo partir 

No me escucharon 
Se rehusaron, 
Todos mis logros se desplomaron 

De las historias más despiadada 
puedo narrar de aquéllos años
pero nada comparado, con el sufrir que había pasado,  aquella tarde de noviembre que de mis hijos me despojaron 

No hay crueldad mayor 
que ver sus ojos empapados 
y oír sus gritos desesperados



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En el texto hay: encuentros, histora corta, desamores

Editado: 21.12.2019

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