Separación

1 - Alara - 1

Alara estaba mirando su repisa de regalos pensando en Shin, recordando la última vez que lo había visto. Ella estaba intentando distanciarse de él, alejarse de su debilidad y una mañana simplemente no midió sus palabras. Frente al resto del templo dijo unas cuantas palabras de las cuales estaba arrepentida. Su alumno simplemente guardó su regalo para no volverla a molestar. Alara pensaba que había sido hace unos meses, pero ya había pasado un año que no veía a Shin. Solo sabía sobre él gracias a su maestro y los comentarios de los otros padawans. Alara amaba cada uno de los regalos que había recibido de él y se había arrepentido de sus palabras al instante que había notado la tristeza en la cara de Shin. Lo peor de todo había sido que terminaron separados sin que ella lo quisiera. Syo se había llevado a Shin a explorar las ruinas que habían descubierto en Tatooine. Luego, su padawan aceptó el tutelaje de sus amigos en Coruscant, donde había pasado unos meses. Después escuchó que había estado trabajando por varios lugares de la galaxia. Hoy iba a volver a verlo y el templo estaba revolucionado por la visita de un famoso Caballero. Kysho vino a buscarla mientas ella regaba su planta extrañando a su padawan.
“Buenos días.” Dijo divertida Kysho. “Solo faltamos nosotras en la Sala.”
Alara se puso la chaqueta para seguir a la maestra por el templo.
“¿Hace mucho que no ves a Shin?” Preguntó sin cuidado.
“Recién estaba pensando en eso…” Dijo pensante Alara. “Hace como un año que no lo veo.”
“Ah, es mucho tiempo, Alara. Tú eres su maestra…” Dijo con seriedad Kysho.
“Lo sé…” Dijo apenada la jedi.
“¿Deberíamos hacer algo por el aniversario?” Preguntó de la nada Kysho. “Hoy se cumplen cinco años desde que está con nosotros.”
Alara lo había estado extrañando y ya sabía eso, hasta había comprado un regalo sin saber si su padawan iba a aceptarlo.
“Shin está bastante distinto desde esa vez.” Agregó la maestra. “Es todo un jedi…”
“Escuché algo de eso… pero no sé qué significa.” Dijo pensante Alara. “Prefiero verlo con mis propios ojos.”
“Tenemos otra visita también, el Caballero Mathos Krishu.” Dijo pensante Kysho.
“¿El hijo del Almirante?” Preguntó sorprendida Alara.
“Él mismo, parece que tiene una misión importante para nosotros.” Dijo Kysho mientras abría la gigantesca puerta sin hacer un solo movimiento.
Dentro encontraron a los maestros junto a el famoso caballero. Este era rubio y tenía ojos violetas. Su postura era militar y llevaba una extraña fusión entre túnicas jedi y armadura de la República. Alara se detuvo junto a Ch'Chok mientras era saludada por sus amigos.
“¿Ya estamos todos?” Preguntó con prestancia Mathos.
“No.” Dijo divertido Syo. “Estamos esperando al hombre del momento.”
“Oh, ¿Shin estaba en casa?” Preguntó sorprendido Lak.
La puerta se abrió para dejar pasar a su padawan. Shin tenía una hermosa y frondosa barba. Su cola de caballo era larga y su túnica era azul. Sin siquiera dedicarle una mirada, se detuvo junto a Syo para saludar con respeto.
“Me disculpo por la espera.” Dijo con seriedad Shin.
Su padawan tenía una actitud completamente distinta a la que recordaba, su postura era rígida y no podía leer nada en su mirada.
“Mathos, te presento a Shin.” Dijo sonriente Syo. “Supongo que has escuchado de él.”
“¿El jedi favorito de mi maestra?” Preguntó con seriedad. “¿Qué hace un padawan aquí?”
“Shin trabaja el doble que tú.” Dijo con seriedad Ch'Chok. “Por eso está aquí, porque traes misiones de tu padre, sobre asuntos que no deberíamos ni estar hablando.”
Mathos miró con seriedad a Shin, que estaba inmutado por lo que pasaba.
“Supongo que el jedi sin presencia debe ser útil.” Dijo pensante el caballero. “Voy a ser conciso. La República nos necesita. Hemos descubierto planos de un arma masiva en espacio Imperial.” Agregó mirando a todos.
Alara estaba distraída con su padawan. Shin no la había mirado todavía y estaba escuchando al caballero con atención. La distancia no había servido para nada.
“Ahora, gracias a nuestro servicio de inteligencia, sabemos dónde obtener esa información.” Agregó mirando a todos. “Tiene que ser un ataque preciso y silencioso. Me gustaría hacerlo yo mismo, pero tengo demasiada exposición en los canales de la República para hacerlo.” Terminó mirando a Shin.
Hubo una pausa donde todos pensaron.
“¿Qué te parece… padawan?” Preguntó con desdén el caballero.
“Supongo que es fácil arriesgar la vida de los demás en tus cruzadas personales, Mathos.” Dijo con seriedad Shin.
Syo sonrió divertido.
“También estoy seguro de que no eres tan importante como para darle órdenes a este consejo.” Agregó con su férrea mirada.
Mathos parecía impresionado.
“Escuché que no te guardabas nada, padawan.” Dijo con seriedad el caballero. “Escuché que hay una sombra en este templo y me parece la persona indicada para hacer esto.”
“Shin se ha ganado nuestra confianza en el campo, Mathos. No puedo decir lo mismo de ti.” Dijo con seriedad Ch'Chok. “Deberías haber seguido los canales apropiados para hacer esto.”
“Yo estaba pensando lo mismo…” Dijo al aire Aola.
“Tu apellido no significa nada aquí.” Agregó pensante Syo.
Mathos estaba ofuscado.
“¿Van a dejar que el Imperio acabe con la República?” Dijo mientras perdía compostura. “Esa arma es capaz de destruir planetas.”
“No es algo que podamos tomar a la ligera, Mathos.” Dijo con prestancia Kysho. “Tú estás siempre con tu padre, peleando su guerra, pero eso no significa que toda la Orden esté a tu disposición.”
“De todas maneras…” Interrumpió Ch'Chok. “Habría que preguntarle a la sombre, como tu llamaste, que opina de esto.”
Alara estaba pensando en su padawan.
“Yo…” Dijo distraída. “No quisiera que un arma como esa tenga en la mira a la República.” Agregó mirando a Shin.
Sus ojos estaban posados sobre ella, pero decían nada.
“La caballera tiene más sentido de pertenencia que ustedes.” Dijo con firmeza Mathos.
“¿Sabes lo que pasa cuando hay una batalle entre jedis y siths?” Preguntó al aire Shin. “¿Sabes lo que piensan tus soldados de ello? ¿Sabes cuánto han perdido por querer usar a la Fuerza como un arma bélica?”
Mathos lo miró con fijación.
“¿Nada?” Preguntó con seriedad Shin. “Deberías hablar con los que te rodean, caballero. Somos tan culpables como los siths de la sangre que ha corrido en la guerra.” Agregó mirando a Ch'Chok.
“¿Qué piensas, Shin?” Preguntó con curiosidad el gran maestro.
“Que no podemos dejar nada al azar.” Respondió con prestancia Shin. “No hay nadie mejor que la Caballera Alara para estas situaciones, incluso conociendo el equipo que maneja nuestro ilustre caballero.”
Ch'Chok sonrió divertido.
“Bueno, esto se puso demasiado serio para nuestro pequeño templo.” Dijo divertido Syo. “Queremos los detalles por escrito, Mathos.”
Mathos miró con desagrado a su padawan para luego marcharse.
“¿Siempre ha sido así de pretencioso?” Preguntó al aire Kysho cuando la puerta se cerró detrás del caballero.
“Siempre.” Dijo pensante Ch'Chok. “¿Cómo estás, Shin? Hace mucho tiempo que no te veíamos.” Agregó mientras se acercaba al padawan.
“Hace mucho que no visitaba en templo.” Dijo con seriedad Shin. “¿Por qué me llamaron?” Preguntó con prestancia.
“Directo al grano…” Dijo pensante Syo. “Queríamos verte y anunciarte que si todo sale bien en esta misión vas a ser el próximo Caballero de la Orden.”
Shin los miró inmutado.
“¿Dejé a Ceerk solo por eso?” Preguntó con seriedad. “Pensé que era una emergencia.”
“No te preocupes por mi padawan, Shin.” Dijo sorprendido Lak. “No me esperaba esa reacción.”
“Solo quiero cumplir con mi deber.” Dijo con seriedad Shin. “¿De qué misión estaban hablando?”
“Esto que acaba de anunciar Mathos. Su padre nos escribió hace una semana y ya hemos estado pensando en esto.” Dijo pensante Ch'Chok. “Alara y tú son lo mejor que podemos ofrecer para esta ocasión.”
“Si les parece correcto.” Dijo con seriedad Shin. “Espero que esa decisión no moleste a mi maestra.”
“¿Por qué iba a molestarme?” Preguntó sorprendida Alara.
Shin no dijo nada e hizo una reverencia para marcharse con prestancia.
“¿Espero no haber hecho algo equivocado, Alara?” Preguntó sorprendido Ch'Chok.
“Para nada…” Dijo apenada Alara.
“Shin no es el mismo padawan que maltrataste el año pasado, Alara.” Dijo pensante Aola. “Tus… decisiones lo han marcado un poco.”
Alara no sabía que pensar.
“No es nada que una charla no pueda solucionar.” Dijo divertido Syo. “Alara, es tu oportunidad para arreglar su relación. Estoy seguro que lo has extrañado un poco más de lo que muestras.”
“No se preocupen…” Dijo pensante Alara.
Los maestros la informaron de todo lo que había que hacer y de cómo había que hacerlo, pero Alara solo quería encontrar a su padawan.



#1704 en Fanfic
#4486 en Fantasía

En el texto hay: starwars, acción y romance, star wars

Editado: 18.03.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.