Ser Madre

Capitulo 3

Beatriz León.

 

Ya llevamos seis meses aquí en Ecuador,  y Julio no tiene un trabajo seguro, solo pasa en pequeños trabajitos eventuales como él dice, sin contar que esos pequeños sueldos, no nos alcanzan para mucho, no es que sea mal agradecida, pero la vida aquí es muy cara, te pagan en dólares, pero todo es caro, más la ropita infantil, y la lechita que necesita Emilio, yo como cualquier cosa, pero el necesita estar mejor nutrido, lo veo que cada día gana más peso, y su cabello, está creciendo, y con las cremas caritas que le receto la Pediatra del Subcentro de Salud del Cadi,  el mes pasado su piel está más sanita, hoy gracias a la misma Pediatra, tengo una cita en Portoviejo, en la Fundación San Miguel eso es lo que recuerdo, me dijo que este tempranito, eso de las 9 de la mañana, tengo la orden para que me lo vea un Dermatólogo, ella hizo lo que pudo me dijo, pero la ventaja de la Fundación, es que me pueden ayudar con la consulta gratis, y con la medicina, porque es un niño de escasos recursos económicos,  le estoy muy agradecida a esa buena mujer, por ayudarme, hay muchas personas aquí en Ecuador, que nos miran con molestia, incluso hasta con recelo, como si  le fuéramos a robar algo, solo tomamos los trabajos que ellos desprecian,  y todos tenemos necesidad,  no estuviéramos aquí, si las cosas en Venezuela no estuvieran tan mal, voy en el bus, que me lleva directo a la Fundación, por suerte, no tengo que coger dos, el que pasa por el Cadi me deja fuera de las  instalaciones del hospital, o Fundación como se llame, me han contado, que es más grande incluso que un hospital, y cuentan con excelentes médicos, solo espero realmente que ayuden a Emilio, le pedí al Sr. Chofer que me avise, porque no conozco, y el quedo de ayudarme, Emilio va dormido en mis brazos, ya pesa tiene un año y medio, todavía no camina bien a pesar de tener esa edad, se debe a la desnutrición y el mal cuidado que tuvo desde su nacimiento, ha tenido una vida difícil mi Emi, como yo le digo, pero es fuerte y se aferra a la vida con uñas y dientes,  aunque con Julio estamos pensando decirle la verdad, no somos sus padre biológicos, al menos  él es su tío, y yo su tía política se podría decir, el día que decidimos entre los dos hacernos cargo de él, lo íbamos a amar como si fuera nuestro.

 

-Señora, ya llegamos – le doy las gracias al chofer del bus y bajo con Emilio en mis brazos, que todavía duerme como un tronco, como me dijo la  Pediatra en el Subcentro, es bien grande este hospital, camino hacia la entrada que dice para niños desde Neonatos hasta los 10 años, entonces aquí  nos toca a nosotros,  saludo a todos los padres y niños que como yo esperan, que los dejen ingresar después de ver con que medico les corresponde, hay dos madres antes que yo, las veo todas finas y elegantes una más que otra, la que lleva la niña morenita, se ve que es adinerada, a simple vista se le ve la clase como diría mi madre, y la madre de los morochos, es una mujer de clase media, pero eso no quita que ella y los niños, no se los vea presentable, ambas son atendidas rápidamente, llegando mi turno, al igual que a las otras mujeres, me atendieron igual, no miraron mi ropa y la de Emilio, que me la regalo una vecina, muy amable que tengo, ya no le quedaba a sus nietos, y se los pidió a su nuera, para regalármelo  a mí, aun ahí personas de buen corazón, al no tener a mi familia cerca, ella ha sido como una madre para mí, tanto en los consejos como en la ayuda, cuando no tengo algo para la comida, ella me pregunta ¿dónde vas niña, que te hace falta, yo veo si lo tengo, no camines, hasta la tienda, si yo te puedo ayudar, la señora Hilda, es una buena persona, después de las indicaciones que me dieron, me dirijo primero al baño, estoy que me hago pis, ha de ser de los nervios, igual no importa, necesito un baño pronto, sigo las señaléticas y encuentro uno en el piso que me toca, hago mis necesidades, con Emilio en mis brazos, desde que lo tengo, incluso tengo que cocinar con él en mis brazos, es muy dependiente de mí,

 

Con los pequeños tutoriales que veo en internet, he aprendido a hacerle masajes, de ese modo  sus extremidades motrices, tengan más fuerza y puedan sostener su peso, a duras penas se puede mantener sentado pocos minutos,  salgo del baño rumbo al consultorio del Dr. Zambrano, llegamos a tiempo, justo que me estaba sentando y la enfermera llama a Emilio Santana, llamo a la puerta, y una voz muy cantarina contesta –pase adelante, - ingreso despacio primero asomo mi cabeza, para ver de quien se trata y es una joven  mujer, muy hermosa ella, levanta la cabeza y me sonríe amablemente, la saludo y paso hasta donde ella me señala una silla frente de su escritorio, -buenos días tome asiento, y dígame que la trae por aquí, la escucho, -Buenos días a usted Dra. Yo soy la tía de Emilio, lo he traído porque él tiene un problema en la piel, de todo su cuerpito, es un tipo de erupción, que he tratado de curar con medicamentos caseros, por La condición económica que tenemos mi esposo y yo, como se abra dado cuenta por mi asentó, soy venezolana, y acabamos de emigrar hace como seis meses, el niño tiene ese tiempo con nosotros, ¡el ahora esta muchísimo mejor, de cómo lo encontramos!, su madre lo había dejado abandonado a su suerte, era un niño que estaba en unas condiciones deplorables, mi esposo y yo lo decidimos cuidar, pero como le dije, nuestra situación no ha sido la mejor económicamente hablando.

 

-Entiendo, por favor coloque al  niño en esa camita, quítele toda su ropita, déjelo solo en pañal, y espéreme junto con él, voy a llamar a una enfermera para que me ayude,  a tomar nota de todo lo referente al bebe, no se preocupe, aquí la ayudaremos en lo que necesite, tanto en la atención medica como en medicamentos, que serán totalmente gratuitos, espéreme por favor.




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