Ser Madre

Capitulo 12

Carlos Jiménez.                                 

 

Abro mis ojos, y comienzan a pasar como flases, los recuerdos de las dos últimas semanas, la muerte de Rosa y Fausto, mi viaje apresurado por la lectura del testamento, el encuentro con Berta y por último, y no menos importante la lectura del testamento.

 

Cierro mis ojos, y trato de enfocarme y solo llega a mi mente esa carta que me escribió mi hermana, donde me rogaba que cuidara de sus hijos, y de todo lo que ellos habían construido para los peques, y lo mucho que confiaba en mí para esa tarea, y además me explicaba que ella sabía que me estaba pidiendo demasiado, con el hecho de que me casara con Berta, explicándome que lo hacía porque en este país cuidaban  mucho al menor, y solo se los entregarían a una familia legalmente constituida, y ella no podía dejar a sus hijos a la merced de cualquier aparecida.

 

Y aquí estoy yo pensando, como me voy a casar con Berta, ella me atrae físicamente, y además sé que es una mujer muy dulce, la he visto con mis peques, y además con Noro, pero eso no es suficiente para unir tu vida con alguien, sé que es un mero formalismo, pero en estos años he vivido solo prácticamente, son muchos años, y no sé si me podre acoplar a alguien más a mí, ¡qué voy hacer! Es algo que no me puedo tomar a la ligera, es el futuro de mis peques, si mi hermana confía en ella, yo lo voy hacer, ¡si! no lo pensare más, hablare con ella,  para ver que piensa y ponernos de acuerdo, y dejar nuestras rencillas atrás, si eso are.

 

Berta García.

 

Mi café se enfrió, no sé ni que tiempo, llevo perdida en mis pensamientos, después que se fue el abogado, me quede en el limbo, no Salí de mi letargo, hasta que la señora Carla, me pregunto si estaba bien, como si después de señor noticia, alguien pudiera encontrarse bien.

 

Y luego vi en mis manos, el sobre que me entrego el abogado, y  les pedí permiso para leerlo en mi habitación, me imaginaba que lo que había escrito ahí, me aria llorar y no me equivoque, la carta estaba escrita a puño y letra de mi hermano, reconocí su letra apenas abrí la carta, me permití llorar todo, lo que no había hecho hasta ahora.

 

Al parecer todos duermen, son las tres de la mañana, según el reloj de pared, ahora me doy cuenta que llevo como dos horas aquí, y lógico mi café se enfrió, me levanto para vaciarlo en el lava plato, y prepararme otro, cuando escucho pasos que se dirigen hacia donde me encuentro yo, levanto mi cabeza, y ¡oh sorpresa! El doctorcito, está igual que yo, no puede dormir, no es para menos, - lo veo todo despeinado y sin camisa, con cara de no haber dormido nada, se sorprende de verme aquí.

 

-Disculpa, pensé que era mi madre, ella a veces no puede dormir, y se levanta a preparar un vaso con leche tibia, para conciliar el sueño, parece que tampoco puedes dormir.

 

Con la noticia, que me dio el abogado, ¿tú qué crees? .

 

-Yo no estoy mejor, que tú, si me lo preguntas.

 

¡Lo sé!..., solo es que, no me esperaba, algo como lo que nos piden nuestros hermanos, ¡y no sé qué hacer!, sabes amo a esos niños, y no quiero que las autoridades, los lleven a hogares de acogida, cuando ellos tienen sus familias, además, no te parece extraño, que ellos pensaran en nosotros dos, -se lo digo señalándonos a ambos, él se queda observándome detenidamente.

 

-No lo había pensado, quien prepara un testamento, siendo alguien tan joven, como ellos, solo que sintieran, que estaban en peligro, y tenían que poner bajo resguardo, sus mayores tesoros, como es el caso de los peques.

 

Si tengo, la idea de que algo no sabemos, y el abogado nos sacara de duda, ¿no sé cuándo tú hermana, escribió la carta?, pero la mía la escribió,  hace un mes más o menos.

 

-Me mira algo ceñudo, como si estuviera uniendo cabos, o recordando algo, ¡no se!.

 

-Tienes razón, ¿Qué fecha tiene la tuya?, la mía es del 14 de abril.

 

La mía es de…déjame ver aquí la tengo, si del mismo día.

 

-Entonces, aquí hay gato encerrado, más tarde llamare al abogado, para preguntarle porque ellos, hicieron un testamento, con esas cláusulas específicas.

 

Lo de las clausulas, no es lo raro.

 

-Entonces, no te parece raro, que nos obliguen a casarnos a nosotros dos.

 

No me refiero a eso, sino a que ellos, están protegiendo a sus hijos, junto con sus bienes, lo que quiero explicar, es como se les ocurrió hacerlo, porque permíteme decirte, no creo que tú tengas un testamento.

 

-¡Claro que no!, pero yo tampoco tengo hijos, que salvaguardar, creo que estamos buscándole, las cinco patas al gato, y viendo cosas turbias donde no las hay.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.