Ser Madre

Cañpitulo 44

Julio Santana:

Salimos de la oficina de la Juez de la Niñez y Adolescencia aquí en Ecuador, me agrado es una mujer muy educada e inteligente, nos escuchó nuestro caso y después recibió las pruebas, las examino y colocaba una cara seria según las veía, se veía que le enojaba todo lo que había pasado Emilio en las manos de mi hermana.

Después de que termino de leer todo, nos miró muy seria y nos dijo -ella ahora que el niño está sano lo quiere recuperar, permítame preguntarle algo señor Santana, usted se compromete a cuidar al niño como lo hecho hasta el día de hoy, -claro señora Juez Emilio es para mi esposa y para mi nuestro hijo, y lo amamos con todo nuestro corazón, -se lo pregunto porque han pasado casos que la pareja tiene hijos propios y después deja a un lado al niño adoptado.

Se lo juro que ese no es nuestro caso señora Juez.

-Confiare en su palabra, y comenzaremos el trámite de adopción, por la premura del caso comenzaremos ahora mismo deme los papeles de su matrimonio y cedula suya y de su esposa, para comenzar y el día de mañana viene con ella para firmar los documentos, esto se debe hacer ya, no vamos a permitir que se lleven al niño.

Gracias señora Juez, se lo agradezco mucho.

-Hágalo cuidando de ese niño con amor y respeto.

Así lo aremos, no se preocupe.

-Entonces comenzaremos con el trámite, usted se puede ir, solo necesitare que su abogado y mi asistente trabajen en esto.

Entonces me retiro, y muchas gracias ¿a qué hora venimos mañana?, para llegar puntuales.

-A las nueve está bien, y traiga al niño con ustedes para conocerlo personalmente.

Está bien a esa hora estaremos los tres aquí.

-Y recuerde lo que me prometió, cuidara a ese niño con su vida.

No se preocupe no tiene que decírmelo, lo he hecho y are siempre.

Salgo de la oficina con el abogado que se dirige donde la asistente con los documentos, y me sonríe todo alegre, -lo conseguimos, ella es una mujer muy justa, además que en verdad se preocupa por los niños y jóvenes de nuestro país.

Gracias, usted no sabe lo que significa para mí, tener la custodia legal de Emilio, -no es la custodia legal es la adopción, para que no se lo puedan quitar, tenemos que cerrar cualquier posibilidad, donde ellos puedan apoderarse del menor.

Es que no pensé que fuera tan fácil, -Con los documentos que usted presento, y el dictamen de la Juez, todo se resolverá en un día, usted tranquilo y yo nervioso, como diría la señora Hilda.

Si esa es su frase favorita, cuanto le debo por sus honorarios.

-Le debo un favor a la señora Hilda, así que con eso queda saldada su deuda.

Pero eso es entre ustedes dos, yo quiero pagar lo que le debo.

-Bueno si tanto insiste, dígale a su esposa que nos haga, un rico almuerzo mañana, para celebrar la adopción de Emilio.

Eso delo por hecho.

-Bueno ahora me voy a seguir trabajando, tenemos que tener todo listo para mañana, por cierto no responda a sus familiares las llamadas, hasta que tenga los documentos en las manos, donde diga que son los padres legales del infante.

No les parecerá extraño, y se pondrán preocupados por nuestra repentina desaparición.

-Solo será por hoy, ya mañana les contesta, después de firmar los documentos, recuerde que cualquier cosa que los alerte, puede ser contraproducente.

Tiene razón, ahora no puedo estar con miramientos, primero es mi familia y en estos momentos son Emilio y Beatriz.

-Así se habla, piense que usted está salvando a ese niño, dos veces de las garras de su madre, sin ustedes dos ese niño ya estaría muerto.

Es mi hermana, pero es una perra, es peor que un animal, abandonar a su propio hijo a su suerte.

-Eso solo lo hace, un ser humano sin entrañas ni corazón.

Bueno me voy a ver si descanso algo para mi trabajo nocturno.

-Cuídate hijo, ya sabes no cuentes nada, ni a tu mujer solo le dices que te acompañe y nada más, acá le damos la sorpresa.

Si así lo are, gracias y chao.

Me despido del abogado, y camino a la parada de bus, para de esa manera regresar a casa.

Recuerdo lo que me dijo el abogado y apago mi celular, no debo dar papaya.

Después de cuarenta y cinco minutos de viaje llego a mi casa, veo a Bea desesperada y nerviosa en la ventana, esperando mi regreso, no debo decirle nada, como me recomendó el abogado.

-Hola amor, ¿cómo te fue cuéntame?, que te dijeron en el juzgado.

Nada que mañana tenemos que ir los dos junto con el niño, para tomarnos las declaraciones, de lo sucedido con el abandono de Emilio, inclusive la Juez quiere conocerlo.

-Pero eso es todo, no te dieron esperanza o te dieron indicios de que todo va por buen camino, tu deberías saber ya que estudiaste para abogado.

Ahí leyes que son universales, pero hay otras que son distintas en cada país.

-Entonces como abogado te comerías la camisa.




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